Jongens - Het verhaal gaat verder

Aceptar el destino

Mischa:

-Marc te necesita tu amigo... este... ¡ah ya!, Sieger

¿¡Qué!?, ¡Sieger había venido!, me asomé yo también y al verlo me puse de nuevo mi chaqueta y bajé a la puerta, la verdad se creó una muy rara mezcla de felicidad y rabia dentro de mí, abrí y antes de que pudiera decir algo Sieger puso su mano derecha frente a mi cara en señal de que lo dejara hablar sin interrumpirlo, mi cara fue de sorpresa y luego le dí una mirada tan fría que podría congelarlo.

Sieger:

-Esto...

Marc:

-...

-¿En serio Sieger, de nuevo el silencio patético?

-¿A qué viniste, no deberías estar celebrando con tu papá, con tu hermano y con Jessica?

Sieger:

-Jessica ni siquiera fue a ver la carrera

Marc:

-Supongo que eso es triste compañero, pero si no tienes nada que decir nos vemos en 2 días en el entrenamiento, adiós

Me disponía a cerrar la puerta cuando de repente su pié la trancó.

Sieger:

-No, espera... Mira se que no he sido capaz de pedir disculpas como se debe, pero aquí voy...

-Perdóname por lo de hace 2 días en el parque de atracciones, ni yo esperaba que Jessica me diera ese beso, salía con ella porque quería que estuviéramos con Stef y Kim y no que por que ella me atraiga y sé que no fue nada agradable para los 2 ese momento...

Marc:

-¿Y?

Sieger:

-También discúlpame por lo de anoche, no sé que me pasó, quizás me sentía presionado por lo que pudiera pensar Eddy y actúe de forma equivocada, debí avisarte antes de ese "cambio de planes"...

Marc:

-¿Algo más?

Sieger:

-Y... perdón... porque cuando ganamos quise ir a felicitarte con toda mi emoción, y la verdad es que me sentí un poco intimidado por como cambiaste tu cara de alegría a seriedad al voltear a verme

Marc:

-*Puf* Mira Sieger... ya lo que pasó en el pasado quedó, me alegra que hayas venido aquí solo para pedir disculpas... por lo tanto te perdono, igual no es que estés en ninguna obligación conmigo o como que me debas explicaciones, cuídate y nos vemos en 2 días

Nuevamente cuando me giré e iba a cerrar la puerta puso su pie.

Marc:

-¿Qué más vas a...? ¿¡¡¡¡...?!!!!

No terminé de hablar cuando Sieger se abalanzó sobre mí y me besó en los labios, me sentí nuevamente como en aquel día en el lago, luego de eso se apartó lentamente de mi rostro y nos quedamos mudos, viéndonos fijamente.

Sieger:

-Yo... siempre he sido malo para expresarme con palabras

Marc:

-Esto Sieger, mis papás siguen aquí

Sieger:

-Perdóname aunque quiero agregar que no me importa

Marc:

-Sieger me hubieras explicado lo de Jessica ese día en el parque antes de haberte ido con ella a quién sabe donde, y lo de la salida con ella en el auto de tu hermano... me la hubieses avisado antes

Sieger:

-Y perdón por empujarte y apartarte de esa manera...

En ese momento me incliné un poco hacia mi derecha para ver la motocicleta en la que venía, luego le pregunté.

Marc:

-¿Hay algún lugar al que pienses ir en esa belleza?

Sieger:

-Ahora que lo mencionas, si, hace frío pero no hay otro lugar al que tenga tantas ganas de ir como a ése

Marc:

-Bien, entonces...

-Mamá acompañaré a Sieger a dar una vuelta y encontrarnos con unos amigos

Mischa:

-De acuerdo hijo, trata de no tardar, recuerda que aquí queda Neeltje sola entonces

Marc:

-Por supuesto mamá

-Entonces... ¿Vamos?

Sieger me sonrió  de una forma tan pura y alegre, en ese momento le dí una mirada tan asesina que podría haberle dado un paro cardíaco, además de que se sorprendió al ver mi reacción, pero luego reí y le sonreí naturalmente. Subimos a la motocicleta y me tomé de unas manijas cortas que habían en la parte trasera, pero cuando llegamos a la avenida principal decidí rodear su cintura, dale un abrazo simpático y caluroso como el de aquel día en la playa, revivir los momentos era una experiencia tan maravillosa, algo que no se puede describir fácilmente y que de seguro no podría olvidar de ninguna manera, mientras nos dirigíamos a aquel lugar solo quedaba  disfrutar de cómo el viento golpeaba nuestros rostros y jugaba con nuestro cabello, también de sentir a Sieger con todo mi ser, saber que lo que estábamos haciendo no estaba mal, y que nos daríamos una oportunidad, me hubiese gustado también que aquella avenida hubiese sido infinita y que el tiempo no avanzara, ese atardecer en la avenida fue una de las mejores sensaciones de mi vida, así tomamos rumbo hacia el lago, en donde estábamos dispuestos a revivir la magia de aquel día.

No podía cambiar las cosas que me habían hecho sentir mal estos últimos días, pero estaba dispuesto a mejorar por mucho los que estaban por venir.