Aquí el final

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FRED ONE:

Me desperté a eso de las 3 de la mañana y me dirigí a la sala común donde estaba Fred sentado, pensé en irme otra vez a mi cuarto y tratar de dormir otra vez cuando él se giró.
–Hola _____– dijo desanimado, nunca lo había visto tan sumamente desanimado, su natural pelo rojo brillante estaba despeinado y sucio, como si no se lo hubiera lavado en días y su sonrisa antes pícara con un delicado atisbo de angelical había dado paso a una mueca de desagrado– No te obligo a quedarte, puedes irte.
–¿Te crees que me voy a ir y a dejarte con esas pintas y... totalmente...borracho– dije al acercarme más y oler su aliento.
–Eso no es verdad no estoy borracho, solo ha sido cerveza de mantequilla– dijo muy despierto y sin tartamudear.
–Pues eso te pone gordo, que es peor.
– Lo entiendes todo mal.
–¿Qué?
–Mec– dijo estallando en risas, si claro cerveza de mantequilla y mandágora también– Lo del beso no era verdad.
–Estas borracho.
–¡Que no Jope! Un borracho podría hacer esto– dijo lanzándose y dando una voltereta lateral para caer perfectamente en el suelo– Es la primera vez que me sale en mi vida.
–Está bien ¿Porque era mentira?
–Yo no quería.
–Noooo...sonreías por dolor.
–En serio, solo estábamos bromeando.
–Si, seguro.
–Me dijo: Tu y yo pegamos, yo me reí y ella me beso por eso reí, porque me dio risa. Créeme
–Estoy deseándolo pero...Espera, vamos a ver a Katie.
–¿Como? ¿Qué haces con la capa?
–Vamos y pregúntale si te quiere.
Fred la sacó de su habitación y la sentó en un sillón mientras yo permanecía en una esquina callada.
–Katie ¿Tu me quieres?
–¿QUÉ? No, ¿Lo dices por el beso? Joder, yo no quería darte esperanzas, George me pagó
–¿QUÉ?
–Si, me dijo que si te besaba me daría cinco galeones y no mentía, ya los tengo en el bolsillo ¿Me puedo ir?
–No, tu espera– Fred salió de la habitación y volvió con un dormido George del brazo.
–¿Le pagaste a Katie?– Lo ojos soñolientos de George se abrieron de repente.
–Eeeh, si vale, si, no me gusta esa ________ no oíste lo que dijo el sombrero seleccionador que tenía oscuridad, como Tom Riddle.
–Me da igual, se que te preocupas pero... ella es impresionante, es buena y graciosa y...genial...nunca encontraré a nadie como ella y si tu no lo aceptas... es que no me quieres lo suficiente.
Al oír eso me lancé contra el olvidando la gente que allí estaba y lo besé durante lo que podrían haber sido horas o incluso años haya que un carraspeo nos hizo parar.
–Fred, soy tu hermano, y te quiero...si ella te gusta es que es especial...y para mi también entonces.
–Gracias George y cuando quieras te la paso, no notará la diferencia–dijo riendo, todo era perfecto.

Me desperté con un jaleo tremendo, instintivamente me dirigí a la habitación de Fred el cual dormía plácidamente aunque algo molesto por las pesadillas lo cogí en brazos y le puse el chupete para que se fuera relajando era igual que su padre lástima que Fred no hubiera podido conocerlo, eran iguales, excepto los ojos que eran marrones como los mios, se abrazaba a un suéter enorme con una F roja, era de su padre, murió en la batalla de Hogwarts pero me dejó un pequeño pedacito de él, muy pequeño tanto que sus manitas caben en mis manos, pero igual es un pedacito.

HARRY ONE:

Me desperté a eso de las 3 de la mañana y me dirigí a la sala común donde estaba Fred sentado, salí sin que me viera y me dirigí a la biblioteca donde Harry hacía los deberes, me senté junto a él y comencé a charlar de memeces con el, ambos nos aburríamos y nos necesitábamos todo fue cómodo y divertido hasta que Harry sacó el tema.
–¿Y Fred y tu?
–Amigos.
–¿Cedric y tu?
–Enemigos.
–¿Ron...Ron y tu?
–No se.– la conversación se estaba tornando un tanto incómoda, yo le rogué con la mirada que se detuviese allí, que no siguiese, pero no me hizo caso.
–¿Tu y yo?– dijo acercándose mucho a mi.
–¿Ginny y tu?– dije haciendo un esfuerzo enorme por no perderme en sus ojos verdes.
–No la quiero, somos como hermanos.
–Yo...yo no le puedo hacer esto– dije con voz segura no quiero ser una de esas.
–Yo a ti te amo.
–Yo a ti...
–Mírame a los ojos y contéstame– no pude resistirme más y lo besé como si no tuviésemos tiempo, como si fuera a explotar de un momento a otro, le amaba y no podía ocultarlo más.

–_______ ESTÁ LLORANDO OTRA VEZ.
–Cuando cuente que el gran Harry Potter no puede canviar a un bebé se reirán.
–Se mueve mucho.
–Yo estoy dándole la papilla a Albus.
–Ya pero, es complicado canviarla.
–Ok, quédate con Albus y yo voy a canviar a Lily, por cierto, hay que llevar a James a que le corten el pelo le Está creciendo... JAMES–Gritamos a la vez corriendo hacia su habitación donde nuestro pequeño lucia pintado entero mientras manchaba la cuna de Albus. James era igual a su abuelo, igual, a sus cinco años ya era el causante de todos los destrozos que había en la casa. Albus era muy parecido a Harry tenía tres años y aún no había dicho palabra. En cambio Lily era la mejor, Harry estaba loco con ella, a sus tres meses ya se había hecho hasta con el corazón de James.
Mi familia era perfecta, tan sumamente perfecta.

RON ONE:

Me desperté a eso de las 3 de la mañana y me dirigí a la sala común donde estaba Fred sentado, salí sin hacer ruido y aunque pensé en ir a la biblioteca cambié a última hora para dirigirme al campo de Quidich, quizás hubiera alguien con el cual charlar, pero ahí ya había alguien, Ron, se movía con la escoba por el campo lanzando balones y parándolos, cogí una de las escobas de repuesto y subí hasta donde el estaba.
–¿Necesitas alguien que te lance los balones?
–Si, por favor– dijo sonriendo, después de 2 horas jugando bajamos al suelo y nos sentamos en las gradas.
–Siempre quise ser bueno en el Quidich.
–Lo eres.
–En serio lo crees.
–Claro.
–Oye...respecto a lo de que somos novios era para poner celoso a Fred o...
–Te quiero Ron.
–¿Como?
–Te quiero y no voy a dejar que nada me impida decírtelo.
–Yo también te quiero–Ron me besó muy torpemente mientras reía de vez en cuando.– Ven vamos.
–Ron ¿Qué es esto?
–Es el espejo de Oesed ¿Qué ves?
–Pues a nosotros dos como estamos ahora, Ron no es tan impresionante, sólo es un espejo que tiene tu reflejo.
–Este espejo enseña tus mayores deseos y ¿tu mayor deseo es este?
–Si, solo nos veo a nosotros, aquí y ahora, juntos¿Tu que ves?
–Me veo a mi contigo y con cinco bebés pelirrojos. Esto es raro.
–¿El que es raro?
–En primer año venía aquí todas las noches y me veía con la copa de Quidich, pero ya no, ahora te veo a ti.

Desperté y me giré sobre mi misma Ron dormía como un angelito en frente mío, Hugo estaba en su cuna al lado mío y Rose estaba...mirándome tenebrosamente desde la puerta.
–Hola Rose– sin dudarlo ella se lanzó a mi, era un niña muy rara, justo como yo.

–Hola Rose– sin dudarlo ella se lanzó a mi, era un niña muy rara, justo como yo

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