Amar-te- es imposible

Una tarde de finales de otoño, la hermosa Gloria se dirigía hacia su trabajo caminando sobre las calles de Manhattan, por la mañana había llamado a su jefe para decirle que llegaría tarde, realmente no deseaba siquiera respirar, el brillante día se había transformado en un día oscuro para ella. La noche anterior su novio había terminado con ella, le dijo que era muy poca cosa para él, que no estaba a su altura y que jamás podría estarlo, ella no supo que decir, se sintió humillada, utilizada un año de una relación perfecta, un año de ilusiones se fueron a la basura en menos de una hora, y qué había pasado con las dulces palabras de amor? las promesas, los sueños, qué haría con las caricias grabadas en su piel, con el sabor de sus besos, y sobre todo qué haría con los recuerdos. Arturo no le dio ninguna explicación, sólo llegó, habló y no le permitió a Gloria hablar, se dirigió a la puerta pero antes de cerrarla le dijo -No me llames, cambié mi número de teléfono ya no viviré en el apartamento, me voy de la ciudad te enviaré las cosas que dejaste en casa y te prometo que no volverás a verme nunca y tampoco quiero verte de nuevo; no me busques, simplemente se marchó, al cerrar la puerta Gloria corrió tras él y vio cómo se alejaba en un taxi,

Ella creía que su relación era perfecta, el guapo chico de sus sueños, la sonrisa perfecta, las mismas ilusiones los mismos planes; le llamó muchas veces y la grabadora decía que ése número estaba fuera de la red. No pudo dormir, su cabeza daba mil vueltas tratando de encontrar respuestas, quería morir, y lloró gritó, hasta que el cansancio le hizo quedar dormida; a la mañana siguiente sabía que no podía faltar al trabajo dependía completamente de ello así que informó que llegaría un poco tarde y como era una buena empleada el Jefe le dijo que no se preocupara que por la tarde la esperaba, pero al preguntarle si estaba bien, Gloria simplemente dijo no y le colgó.

Las calles de Manhattan se volvieron frías y sin color, cuando antes era su lugar favorito en el mundo, en cada espacio, en cada rincón veía su imagen riendo a carcajadas al lado de su amado, comiendo un helado, yendo al teatro, caminando por Central Park, tomando fotografías en Times Square, había sido un hermoso año en donde guardó los más bellos recuerdos, y que ahora la torturaban. Gloria se sentía físicamente terrible, y su alma estaba desgarrada, seguía caminando, pensó que eso le caería bien pero no había comido nada en todo el día, de pronto sintió que todo se obscurecía y se desmayó.

CAPITULO II

Amar-te- es imposible

Gloria despertó sobresaltada en una habitación del hospital, comenzó a gritar al verse sola y desorientada, una enfermera llegó corriendo y le dijo, -tranquila lindura, estas bien, estás en el hospital, tuviste un desmayo hace una semana, estábamos preocupados por ti linda, parecía que no querías despertar.

-UNA SEMANA, cómo puede ser, que me pasó, mis padres, mi trabajo, Arturo, dónde está Arturo?, intentó quitarse el suero pero la tierna enfermera la tranquilizó, tenía un don especial para tratar a esa clase de pacientes, puso la cabeza de Gloria sobre su pecho, y le dijo -mi niña cálmate, estas bien, aquí estoy contigo, tus padres han venido a verte y han estado contigo todo el día desde que te trajeron, te han llenado de besos y abrazos, ahora es de noche pero mañana temprano estarán aquí como cada día, no te preocupes, ves este hermoso arreglo de globos? Lo trajeron tus compañeros de trabajo, he de decirte que todos están muy preocupados por ti, eres muy especial porque todos te han hablado muy bonito, pidiéndote que despertaras, y Arturo lo siento nena no sé quién es Arturo, no ha venido nadie con ese nombre, es tu novio?, entonces Gloria recordó todo lo que había pasado, recostó su cabeza en la almohada y de nuevo comenzó a llorar, le decía a la enfermera que porqué se había despertado, ella quería morirse, Silvia, así se llamaba la hermosa y morena enfermera le dijo, -ha ya entiendo, Arturo era tu novio, qué pasó? Se murió acaso, Gloria dijo que no con la cabeza, entonces nuevamente Silvia dijo, -ha ya entiendo él terminó contigo verdad, no es necesario ser adivino para saberlo, tu tristeza lo dice todo, sabes es media noche, y yo aún tengo mucho por hacer, que tal si me acompañas a mi ronda, necesitas caminar y luego tú me dirás si realmente quieres morir después de ver todos los que están aquí luchando por su vida, y tal vez tienen menos cosas que tú, pero no pierden la esperanza.