-¡Va a ser mejor!- Me dice ella.

Camino al principio de la fila y me pongo al lado del chico que atiende.

-¡Ufff! Que antojos tengo. –Dije exagerando, el chico ni me prestó atención. –UFFFFF QUE ANTOJOS TENGO –Grite el chico esta vez me mira

-La escuche la primera vez señora vaya a la fila. –Me dice señalando la gran cola que había.

Me dijo señora, SEÑORA, ah este chico quiere morir.

-Está bien. Y no soy señora. – Dije refunfuñando.

-¿Y mi helado?-Me pregunta Julieta...

-No me dejo comprar. –Dije enojada.

-Ya se. –Dice ella le roba un vaso de agua aun nene y lo tira al suelo. – Ohh está en labor, ya le sale la criatura. –Grita ella exagerando.

-¿Qué?-Dije ella me miro enojada. – Oh si se me sale el bebé. –Dije tan avergonzada, el personal de la heladería empezó a acomodar el lugar o a secar más bien dicho.

-Tranquila señora ¿Qué necesita?-Me pregunto una chica de cabello castaño claro.

-Dos helado uno de chocolate y otro de vainilla.- Dije sentando me en una silla. La chica algo confundida asintió.

En dos segundos nos los trajeron. Encima gratis.

Salimos del local las dos sonriendo y comiendo helado.

Cuando siento una punzada en mi panza, un dolor se hace presente en la parte baja de mi vientre y hace que se me doblen las piernas y para colmo se me cae el helado. Un líquido viscoso y caliente se escurrió entre mis piernas manchando mi enterito de jeans.

-Julieta, ahora si viene él bebe. -Dije asustada."

Me saca de mis pensamientos mi celular, el cual tomo rápidamente para no despertar a Ariel.

-Diga.-Conteste.

-Ada estoy afuera de tu casa, para un día en el Spa estas lista...-La vos suave de mi amiga suena del otro lado de la línea.

Uhhh me había olvidado del Spa, siempre me olvido de algo. Es que no puedo con todo.

-Me olvide. Perdóname.-Dije apenada.

-Ada ¡Ahora te quiero en 20 minutos abajo! Voy a entrar a saludar a tu abuela y nos vamos.- Dice ella enojada y demandante.

Me levanto como alma que lleva al diablo y logre lo que no quería despertar a mi hijo, el cual empieza a llorar. No se puede todo en la vida.

Lo agarro en mis brazos y lo muevo de un lado a otro.

-Shh...Tranquilo amor... Shhh. -El dejo de llorar y ahora me miraba me sonrió y bese su frente.

Lo dejo en mi cama, armo un fuerte de almohadones para que no se caiga .Tengo mucho miedo de que se golpee.

Entro al baño y dejo que salga el agua hasta que se caliente, busco mis toallas y me meto a bañar.

Tardo unos quince minutos, me cambio con un jeans negro una camisa de gasa blanca y me peino con una coleta alta, en los pies llevo unas botas de poca altura color negro con lunares rosas.

Me miro en el espejo no sé si pintarme o no, me pongo un poco de rímel y labial rosa claro.

Miro a Ariel, al cual cambio poniéndole un pantalón oscuro una camisita blanca y unas zapatillas Adidas. En su cabecita pongo perfume Baby Jons al igual que en su ropa.

Busco el bolso en donde meto ropa, pañales y una mamadera vacía.

Bajo hacia la cocina en donde mi abuela charlaba con Julieta quien se veía hermosa con su pelo colorado amarrado en una coleta, cuando sus ojos marrones se clavaron en los míos grito.

-ADA SMITH ¿COMO TE VAS A OLVIDAR LA CITA DEL SPA?-Dice súper enojada mi bella amiga pelirroja.

-Perdón, pero no grites asustas al niño.-La regañe.

-Ohh –Dice ella tapándose la cara. –Dame a mi futuro ahijado. –Dice extendiendo mis manos hacia ella.

Lo toma y le hace mimos lo cual hace reír a Ariel y ella se queda plasmada mirándome.

-Se rio por primera vez. –Dice ella sonriendo.

-No creo que es la cuarta vez que se ríe. –Le digo poniendo agua caliente para llevar en un termo, así le hago la leche.

-¿Qué?-Me miro como el exorcista.

-¿Cuándo se ah reído mi nieto que no lo vi? –Dice mi abuela poniendo sus manos en sus caderas.

-Hace unos días. –Dije con felicidad.

-¿Y cómo no lo gravaste? -Me gritaron las dos al mismo tiempo .Ariel volvió a llorar y lo tome en brazos, como seguía llorando le di la leche directo de mi pecho izquierdo, aunque no sale mucho él toma la leche sin problemas, pero duele muchísimo.

-Ves lo hacen asustar al pobrecito.-Las regañe las dos me pidieron disculpas.

-Bueno, hijita ¿Qué paso con el joven del otro día? - Me dice mi abuela.

-¿Qué joven?-dice Julieta.

-Un muchacho que se llevó a comer a Ada y Ariel .No lo eh vuelto a ver desde entonces.

-Y no creo que lo hagas abuela.-Le respondí triste.

-¿Por qué? Parecía tan bueno. - Se lamenta ella.

-Y por bueno que es abuela, no puede estar conmigo...- Dije cansada, ya no quería pensar en Carlos.

-Hija...--Intento hablar mi abuela, pero la interrumpo.

-No Abu ahora no.-La interrumpo, no quiero hablar de esto ahora.

Ella se guardó lo que iba a decir y siguió con sus cosas, termine de darle la leche a mi bebe y salimos con Julieta para el Spa.

En su auto Julieta tiene una silla de bebes que compro hace un tiempo y ahora es de Ariel, lo pongo en su sillita junto al bolso y me siento adelante con mi amiga.

-Ahora conta me todo de ese chico. - Me dice encendiendo el auto.

-Bueno, él es un cliente de la cafetería y bueno el me invito a salir le dije que no... Luego le conté sobre Ariel el termino encariñándose con él y me confeso que sentía algo por mí...Lo cual lo dudo y yo le dije que no puedo querer a nadie ahora.-Hable tan rápido que ni tiempo para respirar me dio.

- Así que conociste a alguien que le pareció tierno tu hijo, confeso sentir algo por vos y lo dejaste...-Me miro por un segundo enojada.- Sos una pelotuda sinceramente amiga.

-¡ey! No me insultes.-Le digo enojada.

-Es que si encontrara alguien así y no lo dejaría ir.-Dijo ella triste.

-Es que amiga, es complicado.-Le digo mirando por la ventana.

-Pues complicado mis ovarios no sabes lo que es ir a un bar conocer a un chico dulce, con dinero, honrado, unos músculos de sueño y enterarte que es gay y que su novio es el dueño del bar.-Dice chistosa.-Pero encontraste alguien que te quiere con tod y tu bebe, me parece tonto que lo rechaces. Tienes suerte-Dice feliz.

No pude evitar reírme con lo que me contaba, ella me pego con su puño y siguió manejando.

-Enserio te digo, el muy grandote dice te presento a mi hombre. –Dice haciendo vos de hombre.

-Bueno ahora aprendes la lección nada de hombres gays .

-Si –dice ella y las dos nos reímos.

Eso es lo bueno que tiene ser amiga de Julietaya que ella aunque estés en un velorio te va a hacer reír.

Mí jefe, el papá de mí hijo [1]Where stories live. Discover now