sueños envenenados

952 59 12
                                    


Algo terrible sucedía en el sengoku, una enfermedad, una plaga, estaba extendiéndose a todas las regiones infectando a una gran cantidad de aldeanos en su mayoría pobres, debido a eso, Inuyasha había tomado la decisión de detener el viaje y esperar a que fuera seguro viajar de nuevo, todos estuvieron de acuerdo con ello, sin embargo había algo que inquietaba una integrante del grupo.

Él le había prohibido a kagome ofrecer cualquier tipo de ayuda a los enfermos, ni siquiera le permitía acercarse a ellos lo cual, la entristeció y la hizo enojar.

-¿por que no me dejas ayudarlos?! ellos necesitan agua, comida y medicinas!!!.-insistía ella mientras el hanyou le daba la espalda y se disponía a salir de la cabaña.

-¡¡ya te dije la razón, no quiero ver que te acerques a ellos siquiera!!.-le gritó enfadado antes de marcharse, el resto del grupo ni siquiera se inmutó por aquella explosión por parte de él.

-¡tch! no me importa! no puedo y no quiero quedarme con los brazos cruzados!!!.-ella tomó sus cosas y salió de la cabaña rumbo a la parte de la aldea donde yacían los enfermos, ignoró los gritos de sus amigos y conforme más caminaba, sentía brazos sujetándola pero ella se safó de los agarres y siguió corriendo hasta atravesar la cerca de madera que los separaba.

se horrorizó al ver el estado en el que se encontraban los aldeanos, sucios, tenían ojeras muy pronunciadas, no había agua ni comida, tampoco ropas o mantas con las cuales abrigarse durante la noche, no había nada más que una gran cantidad de cuerpos algunos sin vida, todos regados por doquier algunos suplicando a que la muerte se los llevara de una vez.


se colocó unos guantes junto con un cubre bocas y comenzó a juntar a los aldeanos en una sola choza (los que aún estaban vivos), había leido lo que hacían en la edad media con la peste negra asi que juntó los cadáveres en una gran pila y quemó todo, limpió uno por uno a los enfermos y anotó sus síntomas  para tratarlos correctamente-

PESADILLAS

ALUCINACIONES

INSOMNIO

HIPOTERMIA

HEMORRAGIAS INTERNAS

Y FINALMENTE LA MUERTE.

La gente comenzaba a actuar como si estuviese demente para después caer enfermos y finalmente morir, su piel se tornaba azul antes de escupir sangre y revolcarse de dolor a causa de las hemorragias internas.

no podía salvarlos, no tenía el conocimiento ni los elementos necesarios para salvarlos a todos, lo único que podía hacer era prepararles infusiones para ayudarles con el insomnio y las pesadillas, mantenerlos cálidos para contrarrestar la hipotermia y aminorar el dolor para aquellos que ya estaban por morir. Ella sabía que estaría por su cuenta atendiéndolos, pero al menos intentó pedirles alimento, agua y ropas para los enfermos, al menos eso le dieron y con eso era suficiente.

los rumores corrieron y eran cada vez más los que llevaban a sus familiares y conocidos a la zona de cuarentena de la aldea, llegaban de otras regiones incluso esperanzados por los rumores de que una miko podría curarlos, kagome ya no estaba sola, los familiares y amigos de los enfermos se unieron a los cuidados y la ayudaron a atenderlos a todos, estaba tan concentrada en su trabajo que no se preocupaba por la actitud de inuyasha, sus amigos de vez en cuando le llevaban lo que ella pedía y lo dejaban  a una distancia prudente sin atreverse a acercarse a los enfermos, no importaba, ella ya se las estaba arreglando de algún modo,

pronto comenzaron a recuperarse unos cuantos, 2 de cada 10 lograban sobrevivir y se unían a los cuidados, poco a poco las semanas pasaron hasta que más de la mitad estaba curada o muerta, pero al menos había esperanza, ellos tenían una razón para seguir luchando por sus vidas y eso era algo que compensaba las frías palabras de inuyasha y sus gestos déspotas con respecto a su decisión.

poison dreamsWhere stories live. Discover now