Fiesta de escape

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Lucian no tenía nada que replicar ante eso. Sabía que toda mi familia esperaba de mí una gran carrera en Marketing o Economía y que no había nada que pudiera hacerse contra eso.

—Todavía nada está dicho —sentenció finalmente—, anímate, ¿quieres helado?

—No, comí demasiado en Candy’s.

—¿Vienes del centro comercial? ¿Qué hacías allá?

—Estaba con Megara Muttini. 

Lucian casi escupió su bebida.

—¡¿Estás saliendo con la presidenta?! ¡¡¿Y olvidaste mencionarlo?!!

Le di unas palmadas en la espalda, para evitar que se ahogara y rodé los ojos ante su mirada de incredulidad.

—Hacíamos un trabajo, seguro que Giacconi también te lo ha dejado en literatura.

—Ah, sí, lo recuerdo, el de comparar personajes. ¿Te tocó Megara?

—Algo así, nos tocamos el uno al otro.

—Amigo, eso suena taaaaan mal. 

Ahora el que casi escupe su gaseosa fui yo. 

—¡Eres un idiota!

—Y tú un suertudo…¡es Megara Muttini! 

—Sí, pero ella es….no sé…

—¿Atemorizante?

—Linda —dije sin hacerle caso—. Está bien, da un poco de miedo, pero tienes que conocerla mejor: ¡es genial!

—Primero me dices que te está siguiendo por toda la escuela, ahora que salieron al centro comercial a hacer un trabajo —hizo comillas con los dedos—. Amigo, eres tan terrible disimulando.

Lo golpeé en el hombro por ser tan ridículo pero finalmente seguí tomando mi Pepsi.

—Alguien se está enamorando —insistió él en tono cantarín.

—Lucian, déjalo. Megara ya tiene suficientes cosas con las que luchar. Debe ser difícil llegar primera de la clase y encima manejar el periódico. No voy a cargarla con más problemas.

—Oye, imbécil, no eres un problema, ¿sí?

—Ya sé.

Pero Lucian no se rindió.

—Jamás dejes que tu padre te haga sentir así, ¿me oíste? JAMÁS. 

—Sí, ya sé.

—Oye, mi padre es todavía más obsesionado pero él sabe que si no llegué a capitán en la escuela es mi jodido problema, no el suyo. 

—Pero a ti te apoya tu madre, la mía solo…

Lucian empezó a sacudirme tanto que tuve que dejar la gaseosa para evitar que se derramara.

—Jordan, escúchame, vamos a ser grandes algún día y te vas a arrepentir de no haber seguido tus sueños, porque ya nada de lo que digan tus padres va a poder detenerte.

—Pero ese es el futuro. A mí me asusta el ahora. Ni siquiera Dalia está de mi lado.

—Yo estoy de tu lado, genio.

Se me escapó una sonrisa y Lucian asintió con aprobación. Luego, se paró y volvió de la cocina con una lata de Coca Cola y otra Pepsi.

—Bien, los dos estamos mal, así que yo digo que es hora de hacer una fiesta.

—¿Un lunes? ¿Es en serio?

—Aplastamos totalmente a Mason High, nadie nos va a culpar si decidimos celebrar un poco más. 

—¿Cuándo volverán tus padres?

—Probablemente la próxima semana, pero no importa. Papá me llamó el viernes cuando se enteró de que anoté todos los goles del partido y dijo que podía tomarme la semana libre.

Me guiñó un ojo y finalmente me rendí.

—Bien, una fiesta, le diré a mamá que me quedo a dormir. 

Después de que le marqué a mis padres y los dos me dieron permiso, Lucian  empezó a liberar la sala de cosas que no quería que se rompieran.

—Invita a tu nueva conquista —dijo mientras encerraba la porcelana china de su madre.

Sin poder evitarlo, me sonrojé. 

—No voy a salir con Megara Muttini para divertirme —gruñí.

—Tú nunca quisiste salir con chicas solo para divertirte —replicó Lucian exasperado—. Y has tenido la suerte de que nadie se ha dado cuenta porque siempre son ellas las que te dejan primero. Jordan, solo relájate, eres el tipo más ardiente de la secundaria, Max siempre lo dice.

—Creo que lo hace para poner celoso a Hugo. 

Los dos reímos alegremente.

—Si no están juntos para la fiesta de promoción, ¿me ayudas a encerrarlos en un armario? —Preguntó Lucian.

—¡Pensé exactamente en lo mismo hace unos días! —Exclamé alegre al saber que tenía al mejor amigo correcto—. Por supuesto que van a terminar juntos.

—Bien, cupido, vamos a lanzar una fiesta épica. Ya ha pasado mucho tiempo desde que terminaste con Briggite y es tiempo de que Jordan Saura haga un regreso triunfal a los titulares de espectáculos.

Iba a replicar pero Lucian ya estaba abriendo whatsapp y anunciando la fiesta. Saqué el mío y logré darle un vistazo a su mensaje.

“FIESTA n mi ksa. Tdos los q qiern clbrar q le gnams a ls gatitos stan invitad@s ;)”

—¿Vas a llamarla o no?

—Pues…

—Si no la llamas tú, lo haré yo —me amenazó Lucian. 

Vamos, Jordan. Es solo una llamada y apenas la conoces, ¿qué tan malo podría ser?

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Hola!!!

Ya estoy mucho mejor! Gracias a todos por el apoyo :)

Como premio por ser tan lindos fans y antes de que me quede atrapada en otra semana loca, aquí va otro capi más. Espero que les guste (aunque confieso que a mí me encanta porque aquí ya empieza a verse mejor cómo es Jordan además de muuuy despistado).

Esperemos que la inspiración vuelva a atacar pronto y no demore mucho con el siguiente capi, que es donde empieza la fiesta de la que todos quieren saber (muajajaja)!!

Besos y calma!

Vale

Seduce a mi ex-novio (Disponibles los primeros capítulos)Onde histórias criam vida. Descubra agora