-II-

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El túnel era oscuro y desprendía un olor mohoso; los largos años de abandono se evidenciaban en esas paredes cubiertas de telarañas e insectos. Habían perdido la noción de cuanto habían caminado y cada vez era más difícil tener movilidad.

–Mi señora, hemos llegado –habló un soldado mientras sacudía lo que parecía ser una vieja escalera.

El final de aquel pasadizo estaba oculto bajo un gran árbol de sauce en el bosque así que nadie los vería salir.
De aquel bosque emanaba una fría oscuridad. Los enormes árboles impedían el paso a la luz de la luna, por lo que visualizar algo resultaba complicado.

A un costado del árbol se encontraban varios caballeros esperando a la familia.

–Hay un refugio un poco más adentro del bosque. Ahí estaremos seguros. –habló un soldado una vez que todos se encontraban fuera.

Todo parecía ir de acuerdo al plan, mas ignoraban un hecho que estaba ocurriendo bajo sus propios pies.

Argel caminaba a gran velocidad hacia un túnel subterráneo que nadie conocía. La entrada a dicho túnel se encontraba en el ala norte del castillo.
Había un retrato del primer rey de Afganon y detrás de este, justo en el centro de la pared se encontraba una pequeña grieta en forma de cruz.

El rey tomó un colgante de su cuello, el cual tenía exactamente la misma forma que aquella cruz por lo que encajaba perfectamente en la grieta. En seguida, un cuadro en el piso, justo en la esquina del pasillo se abrió,revelando un túnel con escaleras descendiendo.
Tales escaleras parecían no tener fin, y sin ninguna fuente de luz para guiarse, aquella espesa oscuridad hacía imposible ver más allá de unos pocos metros. Muchos en su lugar posiblemente se hubiesen echado para atrás, mas no Argel, quien se aventuró sin pensarlo dos veces hacia las profundidades de aquel túnel.
Estando una vez dentro, colocó ese singular colgante en una pared del túnel, permitiendo así que el pasaje secreto se ocultara de nuevo.

Una vez cerrada la entrada, y como por arte de magia, las antorchas que estaban en la pared se prendieron iluminando todo el lugar.
Argel comenzó a descender paso a paso lo más rápido que podía. La estorbosa bata de dormir que tenía encima le dificultaba un poco la movilidad pero no era impedimento suficiente para que no corriera escaleras abajo.
A diferencia de todos los pasadizos rústicos que habían en el castillo, este era diferente; las escaleras eran anchas y las paredes cada vez más se iban tornando de un color marrón verdoso, como si estas se estuviesen haciendo de tierra.
Había transcurrido un tiempo ya desde que Argel había entrado en el túnel, y eso era porque, el lugar al que conducía estaba escondido profundamente en la tierra, justo debajo del bosque.
El fuego de las antorchas ya no era la fuente de luz que iluminaba el túnel, en su lugar, había una luz muy clara, como si de luz solar se tratase, que resplandecía desde el final del túnel.
Argel estaba llegando a dicho final.
Las paredes ya no eran ladrillos sino tierra, y, si escuchabas con atención, podían apreciarse cantos de aves y el ruido de agua fluyendo.

Argel se encontraba frente a una gran roca, en cuyo centro se hallaba lo que parecía ser una puerta circular.
En ella se encontraban dibujadas algunas líneas; parecían ramas esculpidas sobre la roca y en el centro se encontraba una de esas tantas grietas en forma de cruz que habían abierto el túnel, pero, a diferencia de todas ellas, esta era algo peculiar.

El rey miró el colgante, volteó hacia la grieta y sin preámbulos lo introdujo en esta.

Deo electum acta, Sharom. –pronunció el rey firmemente.

La cruz del colgante se iluminó en ese instante; la luz que emitía comenzó a esparcirse por las líneas sobre la roca.
Los contornos de aquellas resplandecían de un color azul.
Un crujir resonó por todo el lugar, como si algún objeto de gran tamaño se hubiese caído.
Las ramas esculpidas en la enorme roca empezaron a moverse, emitiendo un ruido como si de arrastrar algo muy pesado se tratase.
Se detuvieron hasta formar un espiral y volvió a escucharse el crujir que había resonado al principio, dando la impresión de que era alguna cerradura abriéndose.
La puerta circular que había en el centro giró hacia un lado hasta que se movió por completo.

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⏰ Last updated: Oct 16, 2019 ⏰

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Rosas De SharomWhere stories live. Discover now