Latin Squad | Magcon

𝐥𝐚𝐭𝐢𝐧 𝐬𝐪𝐮𝐚𝐝

Observo a la mujer entrar en el aula con una sonrisa malvada.

Dios esa sonrisa la conozco.

— Majo —susurró hacia mi hermana.

Majo se encuentra leyendo algo de unas hojas blancas, así que no me presta atención.

— ¡Majo! —hablo de nuevo, logrando llamar la atención de ella.

— ¿Qué? Me desconcentras y debo estudiar para el examen.

— ¿Qué examen? —la miro confundida.

— Te dije que hoy teníamos examen de esta clase.

¿Fue cuando comenzó a explicarme cosas de la escuela y automáticamente mi mente reprodujo una canción de Big Time Rush para concentrarme en cuando volverían como banda?

Mierda.

— No mames Majo, no estudie nada.

— Tu culpa —se encoge de hombros mientras vuelve su mirada a las hojas.

Maldita sea.

Odio a Majo modo estudiante de excelencia.

La profesora de Historia comienza a explicar sobre el examen mientras yo trato de pensar en algo para salvarme de esta. No puedo fallar en el examen. Mis notas están por los suelos y no pienso repetir año.

Además de que mi madre me mataría.

Observó todo mi alrededor buscando una forma de salir de aquí.

— ¿Puedo ir al baño? —digo en cuanto alzo mi mano.

— Estamos a punto de comenzar con la prueba.

— Es una emergencia —murmuro— ¿Verdad Majo?

Mi hermana se gira rápidamente hacia mi cuando la menciono y me maldice internamente, lo sé, porque casi se le salen los ojos.

— Si.. —responde Majo por lo bajo mirando a la profesora.

— No tardes Lopez —dice la mujer acomodándose los lentes.

Rápidamente me levanto de mi lugar para casi correr fuera del aula. En el pasillo, busco alguna forma para salvarme de esta.

Mi mirada cae en la alarma de incendios y es como si me pidiera que la encienda ya. Así que eso hago.

La alarma se enciende y en menos de un minuto veo a todos salir de las aulas. Me apego a uno de los pasillos para esperar a que salga Majo del aula.

— ¡Te voy a matar! —se queja la chica, en español, para tirarme con mi mochila en cuanto me mira.

— ¿Qué? —alzo una ceja— No iba a reprobar ese examen.

Al escucharme golpea mi brazo y rueda los ojos.

— Ahora tenemos que ir a la oficina de Kenth.

— No mames.

En el mismo lugar donde me golpeó anteriormente, Majo pone su mano para hacerme caminar hacia la oficina del director.