Ring.

Llamada cuarenta y dos

- Me parece mala idea encontrarnos justo antes de su concierto, ¿por qué no nos vemos otro día?

- Ya no hay vuelta atrás, Ivy. Además quiero que vayamos juntos y llevarte al sector vip.

- Es un honor muy grande para alguien como yo.

- Deja de menospreciarte, ¿ya estás abajo?

- ¿Cómo no menospreciarme? Hay una multitud de chicas y la mayoría parecen modelos. Estoy en un callejón no tan lejos de la entrada del hotel, así no escuchan nuestra conversación.

- Siempre tan precavida. Hey, ¿qué es todo ese ruido?

- Me estoy acercando a la multitud, llegaron unas camionetas y estan intentando estacionar en la puerta del hotel, un montón de hombres están apartando a la gente del camino.

- Ya estoy bajando, ¿cómo voy a reconocerte?

- Vestido rojo, como el power ranger.

Reí con nerviosismo.

- Tulipanes amarillos.

Ya era parte de la multitud y apenas pude oir sus palabras por los gritos de las fans, que intensificaron cuando vieron a Harry Styles salir por la puerta, con una mano sosteniendo un teléfono es su oído y la otra con un ramo de tulipanes amarillos. Por las expresiones de su rostro, estaba buscando a alguien, estaba buscándome.

Los hombres de seguridad habían formado una barrera humana para que las fans no crucen al otro lado, pero de todas formas intenté pasar por debajo de los brazos de los guardaespaldas.

- ¡Harry!

Levanté los brazos como idiota, nunca había sentido tanta vergüenza, pero todo el resto estaba haciendo lo mismo, así que no me importó. Luego de darme cuenta que mi grito no había llegado a él, me armé de valor e inhalé una bocanada de aire.

- ¡RING!

Sentí que una mano me agarró del brazo y antes que me diera cuenta ya me había tirado hacia el lado donde estaban las camionetas.

Harry Styles me estaba estrechando contra sus cuerpo con sus fuertes y largos brazos.

- Hola, power ranger rojo.

- Hola, Ring.

Me entregó las flores con una sonrisa de oreja a oreja y yo no me pude sentir más feliz.

- ¿Vamos? Tenemos mucho que hablar en el camino.

Estiró su mano hacia mí, no dudé en tomarla.

- Vamos.