Capítulo 5

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La mañana amaneció fría, pues apenas eran las tres, a pesar de esto en la casa del Sheriff había movimiento desde hace un rato,  Stiles ya tenía las pocas maletas en la Jeep, mientras su padre ya le esperaba abajo.

Tenía en boleto de avión en mano y se encontraba bajando las escaleras, se detuvo un segundo mientras le echaba un último vistazo a su casa, los recuerdos llegaron como olas, y dibujó una sonrisa.

Pronto se marcharía de allí y olvidaría todo, al fin podría estar en paz.

Salió y caminó hacia la Jeep que estaba estacionada a solo unos cuanto pasos de allí, sonrió a Parrish y este le saludo con un asentimiento de cabeza para después tomar el asiento del piloto.

Su padre le abrazó y se despidió, no fue algo triste, él lo sabía era por su bien y en algún un momento de su vida se marcharía.

Stiles a pesar de que deseaba que este le acompañara hasta el aeropuerto del pueblo vecino entendía que no podía hacerlo, en cambio le dijo a Parrish que tomara su lugar y se cerciorara de que su hijo llegara sano por o menos a lo más lejos que pudiera llegar.

La Jeep arrancó y el mayor le dijo que si deseaba podía dormir, a pesar de que tenía energías el viaje iba a ser algo largo y apenas eran cerca de las 4 de la mañana, el menor aceptó y durmió.

*****

El sudor bajaba por sus cienes y se removía en el asiento, el mayor detuvo la camioneta para despertar a el joven.

Hey, Stiles despierta... solo ha sido una pesadilla, Stiles!- levantó la voz hasta que al fin despertó.

Aún con la respiración agitada y el sudor en la frente abrió los ojos y empezó a buscar algo, como si en su sueño hubiera algo que le atormentaba.

Te, te encuentras bien?- preguntó de nuevo, recibiendo una negación del menor, no dudó y lo abrazó tratando de protegerlo de aquello que ni siquiera sabía de que se trataba, pero él sentía la necesidad de hacerlo, pues a pesar de no tener una relación amistosa o cercana con el menor lo veía como apenas un niño. 

Mientras tanto Stiles en sus brazos sentía lo que desde hace tiempo no experimentaba, esa sensación de confianza como la que compartía con Scott.

Un débil calor envolvió su corazón y sonrió, para después sonreír a Parrish en muestra de agradecimiento.

Adiós Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora