Salí de mi habitación al oír el murmullo de las voces, y allí junto al ángel de oro, reposaba otro. Era muy parecido a Minho, sin embargo, su cabello era rizado, casi como el de Onew; pero estos rizos se encontraban un poco más despeinados; su piel, casi del color de la de su hermano, hacía lucir sus ojos verdes, y cuando me sonrió, los pómulos se le elevaron notablemente.

-Hola-musité.

-Kibum, mira, él es Onew-me dijo Taemin, empujándome por el codo hacía el par de ángeles.

Extendí la mano para saludarle y él respondió mi saludo.

-Hola-me dijo.

No estaba muy seguro, pero sentía dentro de mí como dos partes; una, atenta a Onew; pero la otra, atenta a Minho. Seguro la fierecilla estaba dentro de la segunda.

-Bueno, ya que se conocieron, ¿a dónde vamos a ir?-preguntó Taemin.

-¿Quieren desayunar en…?-la voz de Minho habló por fin, y yo, completo, me perdí en ella.

Dejé de oír entonces la conversación que tenían los tres, de hecho, mis ojos estaban tercos y habían dejado a mis otros sentidos inactivos, ya que ellos se aferraban a mantener la vista en Minho.

Los labios de los demás dejaron de moverse, luego me miraron. ¡Reacciona! Me ordenó una voz en mi cabeza. Entonces mis sentidos comenzaron a activarse de nuevo.

-¡Kibum!-me sacudió Taemin.

-¿Eh?-musité, terriblemente desconcertado.

-¿Que si quieres desayunar pizza?-me preguntó.

-Amm… sí-dije.

¿Cuánto tiempo me habían estado hablando?

-Vamos, entonces-concluyó Minho.

Nos dejaron pasar primero y luego, en la Hybrid de Minho nos dirigimos a un pequeño local de pizza, que desprendía el aroma a salsa abarcando alrededor de unos tres metros y medio.

Nos sentamos en una mesa, Minho y Taemin en un lado y Onew y yo en el otro. Ambos enfrente de ambos.

-Pidamos la pizza típica, para que Kibum pueda probarla. Apuesto a que jamás has probado una hecha en Italia.

-Eso es obvio, Taemin, ya sabes que no-dije, riendo.

Luego de unos minutos, la pizza estaba servida enfrente de nosotros; y el olor a queso y salsa se desprendía en cada movimiento mínimo de la pizza. Me sirvieron dos rebanadas, que inmediatamente me comí, ya que sabía delicioso; mientras que intercambiábamos la típica información de los que recién se conocen.

Yo miraba a Minho sólo cuando nadie me observaba a mí, evitando ser descubierto mientras lo apreciaba en cada paso que daba, cada gesto que hacía y cada palabra proveniente de sus labios. Él era hermoso a su propia manera y ni siquiera se daba cuenta de eso.

Al terminar, fuimos a caminar a uno de los tantos canales. A la fierecilla no le gustó para nada que Taemin y Minho se adelantaran, dejándonos atrás. Miré la unión de sus manos y la compatibilidad entre ambos, era como si estuvieran hechos el uno para el otro, las sonrisas entre ambos, las miradas, sus gestos, su aspecto; todo era como si al juntarlos formaran un equilibrio, el ying y el yang. Algo golpeó en mi estómago, se sintió como si dentro hubieran tirado una piedrita a alguna de sus paredes. Como cuando un bebé patea, pero no en esa forma tierna.

-Kibum- Onew musitó mi nombre y me giré a mirarlo-. Eres muy distraído, ¿no?-rió.

-¿Disculpa?

~Manual De Lo Prohibido~ (Minkey)Where stories live. Discover now