Capítulo 19

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Me miré al espejo después de terminar de arreglarme, hoy era la fiesta del lanzamiento de la línea de ropa de Jazzy Pasquearelli y ella se había empeñado en que Olivia y yo vistiéramos uno de sus modelos. Mi amiga eligió el más atrevido, yo me quedé con uno verde que me llegaba justo un poco arriba de la rodilla, tenía descubierta la espalda y se unía por el cuello en una tira que bajaba por ambos lados al frente, así que tenía un escote, era un poco volado y de una tela finísima. Me coloqué encima la estola verde también, tomé mi bolso y salí rumbo al conocido hotel que no había pisado hacía dos semanas, claro que el propósito de esta visita era muy diferente.
Fui la primera en llegar, me aseguré que todo estuviera en orden, la plataforma para el desfile estaba lista, las sillas acomodadas, la enorme mesa con los bocadillos y las bebidas, el lugar donde se colocaría la poca prensa que habría, los meseros perfectamente vestidos, un chico estaba haciendo la prueba de sonido, todo iba marchando de acuerdo a lo planeado. Minutos después llegó Olivia y dimos las últimas indicaciones a los edecanes que recibirían a los invitados.

– ¿No va a venir Brandon? – me preguntó Olivia mientras se retocaba el maquillaje.

– No, tuvo que viajar a San Francisco, creo que regresa el sábado.

– Ah vale, hace mucho que no lo veo.

– Yo también, bueno, desde el domingo que fuimos al cine, y tú, ¿por qué no invitaste a tu nuevo amor?

– Tenía otro compromiso.

Alrededor de las siete empezaron a llegar los asistentes y mis piernas me temblaron al ver entrar a Kevin y Diana, señal de que Ruggero en algún momento se presentaría, era lógico que toda la familia estuviera presente y yo me debatía por dentro, a una parte de mí le daba miedo volver a verlo, pero la otra se moría de ganas de mirarlo aunque fuera a lo lejos.
Minutos después arribaron el Dr. Pasquarelli y su esposa Pattie, y me dio tanta tristeza al verlos tomados de la mano, sonrientes, felices y orgullosos, deseé que mis padres algún día se hubieran visto así, pero ni siquiera podían hablarse por teléfono, es más ni a mí me llaman por sus múltiples ocupaciones, según.
Un mesero pasó y de la bandeja tomé una copa de champagne que me bebí de un solo trago, necesitaba valor para el momento que inevitablemente ocurriría. La siguiente en llegar fue precisamente Jazzy, de la mano de su novio, del que no recordaba su nombre, pero que extrañamente su rostro me resultaba familiar, se parecía a alguien que conocía pero no sabía a quién. De inmediato los fotógrafos se acercaron a ellos y ambos posaron, ella con una gran sonrisa y él un poco tímido, se veía que no estaba acostumbrado a las cámaras.
Siguieron llegando más invitados, incluido Scott que iba con su esposa, de inmediato me acerqué a saludarlos y él me felicitó por lo bien que el salón lucía y por toda la organización del evento, tuve que recordarle que lo había organizado en conjunto con Olivia, pero él me sonrió y me dio unas palmaditas en el hombro. Me quedé hablando un buen rato con ellos y me bebí otra copa de champagne.
Después Jazzy se acercó a Olivia y a mí y nos saludó con un gran abrazo, de inmediato noté el hermoso anillo de oro, con un diamante al centro, que portaba en su dedo anular de la mano izquierda, debía ser de compromiso, sin duda.

– Muchas gracias chicas, todo está espectacular.

– No tienes nada que agradecer, es nuestro trabajo y lo hacemos con gusto – respondió Olivia.

Y los vestidos les quedaron perfectos, ustedes también van a pasar a modelar, ¿eh?

– No Jazzy, de ninguna manera, te lo agradezco, pero no hay forma alguna de que yo me suba a esa plataforma – dije un tanto seria y con miedo.

– Pero si te ves hermosa Karol, aunque yo había pensado que te pusieras el vestido rojo, no es que se te vea mal a ti Olivia, para nada, pero los elegí pensando en sus respectivas personalidades.

– Por eso yo traigo el rojo, Karol es muy tímida y quiere pasar desapercibida.

– Pues yo percibo en ella un lado muy sensual que debería explotar – aseguró guiñándome el ojo.

–Jazzy, que cosas dices – exclamé muerta de la vergüenza, con la cara roja como tomate, si supiera cuanto había explotado esa parte con su hermano.

Entonces, vi que los fotógrafos corrían a la puerta y volteé motivada por la curiosidad y lo vi entrar, Ruggero Pasquarelli en todo su esplendor, vistiendo un smoking y corbata negra , con una camisa blanca, el cabello un poco más arreglado que de costumbre, pero sin perder su toque, era un monumento a la belleza masculina. Mi corazón empezó a latir a toda prisa mientras lo veía posar junto a Julieta, quien lo tenía tomado por un brazo, no pensé que vendría con ella, pero claro, no podía llegar solo tampoco.
Me excusé con Jazzy al ver que caminaban directamente a ella y me fui a meter a la cocina, con el pretexto de ver si ya tenían listos más bocadillos. Me quedé ahí varios minutos hasta que escuché que el maestro de ceremonias le pedía a la audiencia que tomaran asiento porque estaba por empezar el desfile. Salí a ocupar mi lugar y en el camino me atajó Julieta.

– Karol, ¡que sorpresa verte aquí!, ¿y Brandon? – exclamó abrazándome.

– No pudo venir, está en un viaje de negocios – respondí al separarnos.

– Ese hombre no cambia, no sabía que eras amiga de Jazzy.

– No lo soy, yo trabajo en la agencia de publicidad que organizó toda la promoción del evento y de la línea de ropa.

– ¿En serio?, ¿eres la responsable de los espectaculos que hay en la calle?, te felicito, están geniales.

– Bueno, en realidad mi compañera Olivia es la que lleva la cuenta, yo sólo estoy como apoyo.

– Buenas noches – dijo Ruggero parándose a su lado y pasé saliva al verlo.

– Buenas noches – respondí con voz ronca por la impresión.

–No pensé encontrarte aquí – agregó extendiéndome la mano para saludarme.

– Soy una de las encargadas de la logística del evento – dije estrechándole la mano que me acarició sutilmente con su dedo pulgar.

– Felicidades, el salón luce de maravilla – dijo mirándome de pies a cabeza.

– Gracias, pasemos a tomar asiento, el desfile ya va a comenzar – agregué nerviosa soltando mi mano de la prisión de la suya.




Burning Temptation  TERMINADAWhere stories live. Discover now