La guerrera y el lobo

Cap 6

El príncipe me invitó-obligó a quedarme en su habitación no me a dejado pararme o siquiera estirarme de echo está a mi lado en este instante.

-Ven-Dijo mientras que daba unos golpecitos a su lado en el colchón(el príncipe esta acostado) no lo iba a hacer pero otra vez esas molestas vocecitas me obligaron a hacerlo de nuevo.

Me acosté sobre el lugar que señaló y Arthur pasó su brazo bajo mis hombros.

-¿Estas bien?-Preguntó mientras me veía-¿Estas cómoda?-Volvió a preguntar sin siguiera dejarme dar una respuesta.

-Si-Dije mientras cerraba los ojos un momento.

-¿Tienes sueño?-No me dejo ni abrir la boca porque ya se había parado de la cama para ir hacia un armario grande café claro, ebrio la puerta del armario y de este saco algo lo cerro y cuando se volvió hacia mi tenía un cobertor en manos.

-Pero ya me iba a...-Me quede callada ante su mirada y suspire,es muy cariñoso.

Puso el cobertor encima de mi y cuando ya estaba cubierta se acostó a mi lado,recargo su cabeza en el inicio de mi hombro derecho y me abrazo por la cintura pegándome más a el.

Cuando ya estaba quedándome dormida un rayo iluminó la habitación segundos después un trueno resonó haciendo que tape mis oídos y cierre mis ojos. Por si no lo saben cualquier ruido muy fuerte me molesta y me asusta a la vez,no se porque pero fue después de la tormenta qué pasó cuando tenía ocho.

Sentí unos brazos rodear mi cuerpo y acurrucarme contra el,destape mis oídos y lo abrace al segundo trueno que sonó.
-Hijo prende las velas porque esta tormenta no va a acabar en días,según el científico,trajeron a esto.

Soltó algo que corrió hacia la cama salto y después se acurrucó encima de mis rodillas.

-Ya me voy-Cerró la puerta mientras que el príncipe seguía abrazado a mi y yo realmente no quería que me suelte.

Otro trueno sonó haciendo que me aferré más al príncipe y que esconda más mi cabeza en su pecho.

-Todo va a estar bien-Susurró en mi oído haciendo que me den escalofríos aunque de una u otra forma me tranquilice-Estoy contigo y mientras estemos juntos nada te dañara-Beso mi coronilla haciendo que me den cosquillas.

Derrepente se apago la última vela que había en el cuarto haciendo que todo se quede a oscuras.

-Vamos por una vela-Me iba a levantar pero dos brazos me levantaron del suave colchón de plumas.

Empezó a caminar conmigo en brazos y bajo hasta un sótano o algo así donde habían velas,cerillas, leña aceite y lámparas aceite.

-Puedes ayudarme con las lámparas y las velas yo llevo la leña y los cerillos después regresamos por el aceite-Asentí y tome lo que necesitaba ya que el cuarto en realidad estaba frío y había chimenea entonces había que aprovecharla.

Cuando llegamos pusimos todo enfrente de la chimenea.

-Voy por lo demás-Asentí forzosamente ya que no quiero quedarme sola a media tormenta de rayos.

Espere acomodando la leña para la chimenea y después la prendí y me quede enfrente del fuego hipnotizada por el baile de las llamas