Epílogo

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*Annie*

20 años después...

-Bien, Annie. Es hora de enfrentar tu pasado. -Me dije así misma mirándome al espejo. -Oh! Dios, soy un asco con ésta ropa!

Tomé mis llaves y salí del apartamento. Caminé por las calles de New York y llegué al fin al edificio donde vivía Marco. Escuché unas voces y me escondí. Era él, venía con una chica muy linda enganchada del brazo. Entraron al edificio mientras reían, al parecer hablaban de un viaje.

Suspiré y me mordí el labio. Lucía muy apuesto y era más alto de lo que imaginaba. No tenía oportunidad con él. Yo era algo ruda para su gusto. La chica era linda, dulce y delicada.

Mientras pensaba en cómo hablarle vi un tipo misterioso pararse frente al edificio. Me acerqué lo suficiente para escuchar lo que decía, era raro, ya que no hablaba por teléfono. Sabía que era un intercomunicador.

-Acaba de entrar con una chica. Voy a actuar. Todos a sus puestos.

-No! -Susurré.

Hablaban de Marco, estaba casi segura. Querían hacerle daño. Eso lo sabía. Entré al edificio y corrí para alcanzar el ascensor, miré al tipo de frente y sonreí.

-Oh, casi no llego!

El hombre llevaba un maletín negro. Sabía que llevaba una arma o alguna bomba. Lo iba a poner en evidencia. Algo haría por proteger a Marco.

-A qué piso va? -Él dijo algo arrogante. Sabía que le había empezado a arruinar el plan.

-Es curioso. Voy al mismo que usted.

Llevé mi mano a mi bolsillo y cerré los ojos. Había dejado mi cuchilla en casa. Claro! Hoy no iba a luchar con nadie. Rayos! Miré al tipo con recelo. Estaba transpirando como un cerdo.

-Sabe? No hay que llevar una vida tan agitada. Es malo para la salud. Luce exhausto.

El tipo hizo un ruido de enojo y rodó los ojos.

-Qué emoción! Ya llegamos! -Dije con felicidad fingida.

El tipo se volteó con rapidez y me apuntó con una arma que sacó de su chaqueta.

-Mira! Niñita, no quiero golpearte y mucho menos volarte los sesos. Te sugiero que bajes en ese ascensor ahora mismo.

-Y si no quiero?

El tipo se vino contra mí, ya que, no le convenía dispararme, esquivé su golpe y le hice una llave. Tomé su arma y lo golpeé en la cabeza con ésta.

-No soy una niñita!! Tengo 29. Cerré el ascensor y continúe por el pasillo. Apostaba mis poderes a que había un franco tirador en el edificio del frente. Toqué la puerta de uno de los apartamentos, no contestaron. Solté algunos los ganchos de mi cabello y forcé la puerta. Fui a la ventana y observé minuciosamente el edificio. Nada.

Vi varios tipos igual de sospechosos entrar al edificio dónde me encontraba. Debía salvar a Marco pero no quería que me viera. Debía sacarlo de su apartamento. Salí de dónde estaba y caminé por el pasillo hasta la puerta de Marco. Iba a tocar cuando en eso el ascensor se abrió. Corrí para ocultarme y los observé hacerse señas. 

Uno de ellos pasó cerca de mí y yo me fui por su espalda, sigilosa. Le torcí el cuello y lo puse con cuidado en el suelo. Odiaba asesinar pero sí que lo hacía bien! Corrí detrás de otro e hice lo mismo. Faltaban 4 más. Vi que empezaron a disparar las cerraduras para entrar en los apartamentos. Así que salí por una ventana y salté a las escaleras de emergencia. Fui por la ventana del apartamento de Marco y lo vi escondido con un arma detrás de una puerta.

-Hey, Marco! Por aquí. -Susurré. -Salgan del edificio! Qué esperan!

Él me apuntó y luego yo corrí a prisa al ver su rostro de confusión. Entré  de nuevo al edificio para distraer a los hombres. Tumbé otro y busqué en su ropa.

-Dime que tienes una cuchilla. -En eso escuché varios disparos, casi logran herirme. -Rayos! -Dije rodando por el suelo. Creo que es hora de salir de aquí. Le quité el seguro a una granada que tomé del último tipo y la lancé a los otros 3 que venían por el pasillo. Corrí hacia la ventana y salté por la explosión.

Me quejé al sentir un vidrio incrustado en mi abdomen. Me puse en pie como pude y corrí por las escaleras de emergencia hasta la azotea.

-Estoy bien! Estoy bien! Necesito pedir ayuda! Shen vendrá por mí pronto. Lo sé.

Al estar arriba me senté en el filo de la baranda y saqué el trozo de vidrio e hice presión. Tomé mi celular y en eso escuché mi nombre.

-Annie...? 

Volteé a ver a mi derecha y vi a Marco. Venía sólo. Negué con la cabeza y salté la baranda, caí al techo de otro edificio y empecé a caminar rápidamente hasta llegar a otra azotea de otro edificio. Las sirenas sonaban por doquier. Forcé la puerta de una bodega y me escondí allí.

Escuché unos pasos y luego un estruendo. Marco había tirado la puerta de una patada.

-Eres rápida!

Encendí la luz y luego lo amenacé con una palita de jardinería.

-No te voy a hacer daño. Sé quien eres... Eres Annie. Mi Annie.

-No soy tuya!!

-El curso de hidroponía es en otro edificio. -Él dijo viendo la palita.

Bajé la palita y sonreí. Me tensé un poco al sentir sus dedos en mi rostro. Era uno de los mejores momentos de toda mi vida. El foco explotó y él rió. Su emociones alteraban la electricidad.

-Necesitas ayuda! Vamos!! -Él dijo preocupado viendo mi abdomen.

Marco me tomó de la mano y me llevó hasta las escaleras del edificio. A medio camino uno de los malditos nos disparó. Nos habían encontrado. Marco me había cubierto con su cuerpo pero había sido tarde. Me habían herido muy cerca del pecho. Él me levantó en sus brazos luego de asesinar al tipo. Vi su rostro perfecto, estaba muy preocupado. Me decía que no me fuera. Las luces en el techo se encendían a su paso su poder era extraordinario.

-Annie, no me dejes! Annie, quédate conmigo! Annie...!!

Desperté tiempo después en una habitación desconocida, estaba oscuro, sólo había una lámpara encendida. Observé la mesita de noche y algo llamó enormemente mi atención. Era un collar con una plaquita. Decía: Sandy. Eso me hizo sonreír.

Me senté con algo de dificultad. En eso él entró.

-Hola!

Bajé mi rostro al sentir pena. De seguro estaba desastrosa.

-Nunca viniste a verme. -Él dijo acercándose.

Cerré mis ojos. No pude decir nada, había roto mi promesa por miedo.

-Llevo muchos años buscándote. - Marco dijo sentándose en la cama.

Él me tomó del mentón y me hizo verle a los ojos.

-Sabía que volvería a verte algún día para darte las gracias.

La luz de la lámpara se apagó con un movimiento de su mano y luego Marco... Él sólo me besó...

Inhumans: Bucky BarnesWhere stories live. Discover now