Isabella.

Alguien alguna vez me dijo.

- y tú, ¿a qué le tienes miedo? -

Esa pregunta siempre me siguió, hubo ciertas noches donde ni siquiera podía dormir por pensar en tal pregunta y yo sin conocer una respuesta. Tengo miedo a morir; la verdad es que me da igual, tal vez le temo a la oscuridad, pero nunca me ha perturbado estar solo en la noche.

-Soy una persona valiente - me repetía una y otra vez en mi mente hasta quedarme dormido.

Hasta ese momento... Era un día tranquilo de otoño, yo estaba sentado en la última banca de la esquina del salón distrayéndome con la hermosa vista. Escucho el rechinar de la puerta y de forma casi inmediata volteo, observo al subdirector y una joven baja, de piel blanca y pelo corto color castaño; al verla, quedo totalmente embobado, pues fue como si un rayo de luz iluminara todo el vacuo sentimiento de armonía.

-Ella es Isabella, la nueva alumna – escuché susurrar al subdirector.

-Pasa – respondió la maestra que al instante apunta a un lugar adyacente al mío. - allá hay un espacio – indica.

La joven sin presentarse a nadie fue directo a la banca, pude apreciar como mis diferentes compañeros la miraban, como si a todos les hubiera alegrado su sola presencia. Ella me observa y yo le devuelvo la mirada, pero no sucede nada más en ese lapso. Después de un rato puedo apreciar como varios intentan abordarla sin lograrlo, yo muestro indiferencia hacia ella; aunque realmente le quisiera hablar. Solo continúo apreciando el paisaje montañoso de mi ciudad.

Al final del día, ella se metió a mi mente, fantaseando una vida con ella y por primera vez pude responder aquella pregunta; Tengo miedo a que ella se enamore de alguien más, alguien que no sea yo. Tengo miedo de que ella este fuera de mí campo de visión... verla y que no me devuelva la mirada.

En ese instante me di cuenta que además de querer estar con ella; quería hablarle, observarla y besarla. Creo que por eso me propuse a hablarle, lamentablemente no se como hacer eso...