Siempre A Tu Lado

Capitulo XXIV

Capitulo 24 - Presente

-Sav, abre.

-¿Lary? -Me levanté de la cama para ir a abrir la puerta rápidamente y abrazar a mi hermana fuertemente antes de comenzar a llorar de nuevo.

-Shh... Tranquila...

-Q-quiero que vuelva mi Kyler.

-Lo sé, pronto lo hará estoy segura. -Dijo cerrando la puerta tras nosotras para guiarme hacia la cama. -¿Me explicas lo que pasó?

-Sí, ¿pero dónde está Max?

-Abajo con su padre.

~POV KYLER~

-La tía Lary me dijo que estabas malito de tu cabeza, papi. ¿Es verdad?

-Sí, Maximilian...

-¿Pero te duele?

-No, no... -Respondí rápidamente al ver su preocupación. ¿De verdad era este mi hijo? El último recuerdo que tengo de él era haberlo dejado con la niñera antes de irme al campamento...

Eso era otra cosa, ¿en qué diablos estaba pensando cuando me lié con Savanah? Por favor, que al final perdí mi trabajo por ella...

-También me dijo que no te acordabas de muchas cosas, pero de mi si ¿verdad?

-Claro, hijo. -Mentí un poco.
-¿Cómo iba a olvidarte?

-¿Y a Savanah también?

-Dime una cosa, Max. -Murmuré sabiendo que él me respondería con la verdad.

-¿Qué?

-¿Qué pasa con Savanah?

-¿Qué? -Volvió a repetir sin entender.

-Sí, ¿qué piensas de ella?

-¡Es mi mamá! -Fruncí el ceño.

-Ella no es tu madre, Max.

-Es mi segunda mamá...
-Murmuró más apenado.

-¿Por qué dices eso?

-Porque si. Siempre ha estado conmigo... ¿Ya no la quieres? Ella te quiere mucho a ti, papi. Siempre estaba contigo en el hospital cuando estabas malito, la tía Larissa me lo dijo.

-¿Max?

-¡Savy!

~POV SAVANAH~

-Hola, pequeño. -Corrió hasta mi para abrazarme. -¿Cómo estás?

-¡Bien!

-Me alegro, Maxy. -Besé su frente para mirar ahora mal a Kyler. -¿Estás feliz de estar de vuelta en casa?

-¡Si! Pero también quiero que te quedes aquí... ¿Te quedarás?

-No, no puedo, Max...

-¿Por qué no? Antes te quedabas casi siempre...

-Lo sé, pero ahora las cosas no serán igual... Papá necesita descansar mucho para recuperarse muy bien.

-Pero papá se va a recuperar más rápido si estás aquí.

-Maxy... -Eso hizo que me entraran muchas más ganas de llorar.

¿Cómo se le explicaba a un niño de cinco años que quizás nunca más pudiera volver a estar con su padre?

-Puedes quedarte igualmente, Savanah. No es una molestia si Max lo quiere.

-No creo que...

-Savanah. -Dijo ahora mi hermana para que entrara en razón.

-Está bien, me quedaré.