Ahora sólo restaba esperar a que JongIn llegara para poder ocupar el asiento a su costado.

Cada año KyungSoo había llegado tarde, por lo que jamás lograba sentarse a su lado. Pero este año lo haría, y entonces podría volverse cercano a él. Por suerte el muchacho no tardaría en llegar, pues siempre era de los primeros.

Había buscado consejos en internet, pero no encontró nada bueno. Cuando llamó a Tao para preguntarle, le hizo desear jamás hacerlo hecho.

—Deja caer tu pluma, hazlo parecer como un accidente, entonces te inclinas para alcanzarla, levantando tu trasero. O puedes derramar tu bebida en su regazo, te disculpas y prosigues a limpiarlo tú mismo sin dejar de parecer culpable.

La conversación había acabado con él completamente rojo y Tao riendo a carcajadas.

—Pero en serio, ¿por qué has llegado tan temprano? —le preguntó su amigo de pronto, y él agachó la cabeza cuando una molesta calidez se asentó en sus mejillas.

—No puedo decirte ahora.

Al levantar la cabeza, se encontró con la expresión que decía "ya sé lo que tramas".

—No soy enano.

—Sí, sí, lo que digas.

KyungSoo bufó con exasperación. En la escuela era llamado como enano, llavero, puldiorcito, pituDo y cualquier otro apodo que aludiera a su estatura. Asistir a una escuela llena de chicos tan altos como modelos no ayudaba, y tampoco ayudaba el hecho de tener a ChanYeo, Tao y YiFan como amigos. Sí, él definitivamente culpaba a sus amigos por hacerlo ver más pequeño de lo que en realidad era.

KyungSoo casi saltó en su lugar cuando una nueva presencia allanó el aula. Kim JongIn caminaba con la actitud despreocupada tan intrínseca de él, llevaba las manos sumergidas en los bolsillos de su pantalón y la mochila colgaba de su hombro. Lucía el cabello despeinado, pero con aspecto sedoso, al pasar a su lado, KyungSoo aspiró el aroma masculino que desprendía, una mezcla de jabón, antitranspirante y un perfume suave.

—Hola —dijo saludando a ambos, antes de dirigirse a su usual pupitre, en la tercera fila, pegado a la pared.

—Hola —murmuró KyungSoo, dándose cuenta después de que su voz había salido más baja y aguda de lo normal. Sintió su cara arder y fingió distraerse con su amigo.

—Hey, JongIn, ¿qué tal las vacaciones? —cuestionó ChanYeol, mirando a KyungSoo con ojos burlones.

—Además de cuidar a mis sobrinos, nada interesante —respondió—. ¿Y qué hay con ustedes?

—Fui a visitar a mi abuela, pasé todas las vacaciones en su casa —comentó ChanYeol.

KyungSoo se percató de que JongIn dirigía su mirada a él, esperando por una respuesta.

—Yo estuve haciendo cosas —respondió con voz ligeramente temblorosa, jugueteó con sus dedos cuando JongIn rio y levantó una ceja.

—¿Cosas?

—Sí, ya sabes, de esas cosas divertidas.

En ese momento quería desaparecer, sabiendo lo patético que había sido eso. Pero no podía decirle a JongIn que todo lo que hizo fue fantasear con él y con mil escenarios de lo que podría pasar entre ellos, además de echarse en su sofá mientras veía películas de romance.

Escuchó pasos acercándose al salón, por lo que se dirigió a sentarse junto a JongIn antes de que alguien más le ganara el lugar. Al hacerlo, el muchacho le dedicó una corta sonrisa y KyungSoo sintió que las extremidades le temblaban.

Chiquito pero bonito ❣ KaiSoo ❣Fluff ❣ Escolar ❣ Humor \ OneshotWhere stories live. Discover now