Alzheimer

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Alzheimer

Por estos días se cumplen dos años de la muerte de mi madre.

Murió al cabo de siete años de convivir con la enfermedad. Como hijo la acompañe en este proceso largo, complejo y minucioso. De ahí que conserve interés en todas las noticias que aparecen en los periódicos sobre Alzehimer.

Es un deterioro de las habilidades cognitivas. Es cierto. Lo que quiero consignar en esta hoja es mi testimonio como acompañante. Me propongo contar ciertos aspectos que percibí a medida que la enfermedad avanzaba en la humanidad de mi madre.

Pero son aspectos sutiles que tienen más que ver con el mundo subyacente. Con esos sustratos profundos de la mente que trascienden la racionalidad.

Por ejemplo. A veces mirábamos ella y yo por la ventana, hacia la gente que pasaba caminando por la calle.

Un día me dijo:

-Ese señor pasa todos los días a la misma hora y siempre con esa bolsa a cuestas.

En efecto, un hombre estaba en la esquina, esperando que pasaran los carros. Llevaba un gran costal a su espalda, sostenido con ambas manos. Se veía impasible. Como si en efecto esta fuera su rutina. Como si durante siglos repitiera esta pequeña obra de teatro, para nosotros. Así nos asomáramos a verlo pasar o no.

Esa era la verdad de mi madre en ese momento. Nadie podía refutarla.

Algo que también me atraía era su sentido de la vista tan desarrollado. Hiperdesarrollado.

A veces me pedía, desde su silla de ruedas, que recogiera alguna pequeña brizna que había en el suelo a varios metros de distancia. Cuando estaba acostada en la cama, de pronto extendía su brazo y tomaba entre sus dedos índice y pulgar alguna mota de algodón, imperceptible, y empezaba a redondearla con los dedos hasta formar una pequeña esfera.

Y la taza de café que yacía en la compleja topografía de sus cobijas. Sin caerse. Sin temblor alguno. Quieta y serena en un equilibrio precario. En medio de acantilados y pendientes formados por las cobijas replegadas. Ambos la mirábamos con naturalidad. Como algo obvio.

AlzheimerWhere stories live. Discover now