Esto que me pasa...es amor?!

Primer día: rumbo a la pesadilla

Emma se encaminó a la parada de autobús y aguardó allí, miró su reloj: aún eran las 6:30, el autobús llegaría en unos 30 minutos aún. De pronto su estómago rugió, lo que significaba que tenía hambre, eso era genial!, ahora justo ahora tenía hambre!, busco desesperadamente algo pero solo habían puestos de comida humana, no le servía, tenía que encontrar algo y pronto, si no....nisiquiera quería imaginar que podría pasar. De pronto logró divisar un pequeño ratón, lo levantó rápidamente antes de que se escabullera y lo acercó a su boca, antes se fijó que nadie estuviera observándola, y mordió la barriga del animal, empezó a succionar lentamente la sangre del animal sintiendo como se desvanecía su hambre. Una vez terminada su labor, tiró el cuerpo del animal al bote de basura.

Como odiaba hacer eso!, era repugnante, tener que recurrir a sangre de animal para alimentarse, y todo porque el imbécil de John no le llevó la ración del mes, la próxima vez que lo vea sería su fin. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de un vehículo frente a ella, el autobús había llegado. Subió los pequeños escalones, y se dispuso a encontrar un asiento, apenas la vieron, muchos de los que estaban ahí se voltearon a verla, y no era de esperarse menos: Emma era una chica simplemente hermosa, solo que a ella eso no le importaba en lo más mínimo. Muchos le dieron espacio como invitándola a sentarse, pero ella siguió de largo y se ubicó en un último asiento vacío de al fondo.

20 minutos después llegaron a la escuela, era grande y elegante, no por nada sus padres se habían matado para ponerla ahí, bajó con todos los demás estudiantes y se dirigió al salón que les correspondía. Al entrar al salón la clase ya había empezado, el maestro se giró, la vio y le sonrió para después preguntarle:

Buenos días señorita, esta perdida? - le preguntó

No - contestó Emma - me toca aquí

Oh bueno!, pues entonces siéntese donde guste, es usted nueva? - interrogó el maestro

Pues si - respondio Emma,

En ese caso es mejor que se presente ante sus compañeros - la animó el profesor

Emma miró al maestro y luego a las personas frente a ella, muchos de ellos la miraban con interés (sobre todo los hombres), otros con curiosidad y un grupo de chicas con burla, les dirigió a todos una mirada fría y dijo:

Mi nombre es Emma Palacios, tengo 16 años y me mudé aquí desde Perú - dijo simplemente - puedo sentarme ahora si? - le pregunto al maestro

Oh por supuesto - le sonrio el profesor - tome asiento donde guste

Emma vivió una situación similar a la del autobús, muchos de los chicos apuntaban asientos vacíos al lado de ellos, pero ella decidió sentarse en una carpeta vacía de al fondo, muchos de los que estaban allí la miraron extrañados, hasta el mismo maestro.

Las clases transcurrieron con normalidad, lo unico que hacian los maestros era presentarse y dar datos sobre ellos en la pizarra, a las 10 de la mañana sonó el timbre de receso y todos salieron a excepción de ella, que decidió sacar un libro y ponerse a leer. Al cabo de unos minutos observo a un grupo de chicas entrar por la puerta, le sonrieron burlonamente y se acercaron a ella:

Hola - le dijo una chica de pelo rubio y ojos verdes - mi nombre es Natasha y ellas son Camila y Sara - agregó aún con esa sonrisa burlona en sus labios, Emma no les hacía caso, seguí leyendo tranquilamente

Acaso tus padres no te enseñaron a mirar y escuchar a tus superiores? - le preguntó la rubia toscamente

Emma la miró, dejo el libro y le dijo: Pues ahora que lo dices, no, ya que les enterraron un cuchillo a los meses de nacer, y la vedad me da flojera ir a unas tumbas y hablar con un montón de huesos - les respondio, las chicas miraron aterradas a Emma, como si estuviera loca - y además, que yo sepa tu no eres nada mas que una vulgar  e insignificante engreida - agregó, ahora era Emma la que miraba burlonamente a las chicas frente a ella.

Que demonios me has dicho!!!!! - bramó la oji verde - ahora verás!!, te enseñare a respetarme - gritó furiosa,levanto la mano y la dirigió a la cara de Emma, con intención de darle un buen puñete. Emma sin embargo, detuvo a unos centímetro de su cara el puño de la chica, solo con un dedo, luego agarró la muñeca de Natasha y la apretó fuertemente, como intentando quebrarsela.

Natasha gritó fuertemente y Emma la saltó, miró desafiante a Natasha y se acercó hasta quedar a centímetro de su rostro, y le dijo: y creeme, que esa es solo el 10% de mi fuerza, molestame una vez mas y te prometo que no sere tan delicada, se alejo de ella y camino hacia su sitio.

Esta me las pagarás estúpida - susurró Natasha - esta me las pagarás, !VAMONOS! - le grito a sus amigas - ¡Y TU!, MAS TE VALE QUE TE CUIDES PORQUE A PARTIR DE AHORA HARÉ TU VIDA MISERABLE! ¡LO JURO! - le grito y se fue furiosa con las otras dos jovenes

Te estaré esperando - respondió Emma una vez que se fueron y siguió leyendo su libro tranquilamente.