– ¿Señorita Rusell Gi...? ¿Gia...?

– Gianakopoulos, me duele muchísimo saber que llevo más de tres años siendo su alumna y ni si quiera usted sabe mi apellido cuando yo tengo que saber todo lo que usted escupe por la boca. —Veo como mi profesora ríe y yo me siento en mi sitio habitual.

– Tenerte aquí desde tan temprano le dará más trabajo a mi psicólogo, Señorita Rusell...—Cuando está a punto de intentar pronunciar bien mi segundo apellido suena la campana de inicio y la bruma de estudiantes le permite escaquearse de la ardua tarea que es recordar o decir bien mi apellido materno.

Contra todo pronostico matemáticas se me pasa tan rápido que cuando me doy cuenta ya estoy fuera, intentando esquivar la masa de alumnos e ir en la dirección opuesta a la clase de filosofía, es decir, al césped en el que Jake y Clarke estuvieron conmigo la última vez. Siento como mi móvil vibra dentro de la maleta cuando ya estoy sentada en una parte escondida del césped interior pero decido pasar de él y tumbarme a ver de lejos como un par de animadoras ensayan millones de figuras, puedo casi oír el entusiasmo con el que Jake me diría –de estar aquí– que debería de apuntarme en ellas para él poder gozar los privilegios de ser amigo de una animadora, también puedo escuchar las decenas de burlas de Clarke diciendo que aún así él no conseguiría estar con una animadora a lo que yo respondería que él tampoco podría estar con alguna.

***

Gran parte de la jornada escolar ha pasado, tras la hora en el jardín tuve que ir al aula de lengua y ahora estoy yendo a los baños para quedarme en ellos toda la hora de francés y la cafetería. Sé que es de cobarde no afrontar mis problemas, pero ahora mismo no siento ganas ni fuerzas de plantearme si quiero jugar con Cooper o no. Estoy a un pasillo del baño cuando escucho mi nombre, varias octavas más altas de lo permitido, no me giro cuando reconozco las voces de Clarke y Cooper pero sí lo hago cuando otra voz nueva se une a mi llamada. Bradley.

– ¡KT deja de saltarte clases y haznos caso! —Grita Clarke mirándome de lejos.

– ¡Ven aquí, ya! —Grita Cooper, tiene el ceño fruncido y su voz es demandante. Ordenes aquí no, papi.

Me doy la vuelta antes de que Bradley hable y corro hacia los baños, aunque sé que si voy directa a ellos, los chicos no tendrán ningún problema en meterse por lo que voy dando zigzag y metiéndome en aulas vacías con tal de despistarles y hacer que tiren la toalla: aún así, no consigo librarme de ellos tras pasados cinco minutos de la campana. En el baño intento ignorar los millones de susurros de chicas diciendo con quién se van a acostar en la siguiente fiesta o festejando haber escuchado a Owen contar uno de sus exclusivos cotilleos, definitivamente mi amigo debería de crearse una revista. Cojo mi móvil e ignorando los cientos de mensajes de Idiota nº1, Idiota nº2 y de Cooper y le escribo un mensaje a Owen.

K.T: Necesito que me lleves comida al baño y que me escoltes a las dos últimas asignaturas.

✓✓ 12:00

Owen culo gay: Eres insoportable... ¿un sandwitch hawaiano? 🤦

✓✓ 12:05

K.T: Y UN NESTEA, SON LOS BAÑOS DE LA ÚLTIMA PLANTA.

✓✓ 12:05

PERO RESPONDE IDIOTA¡!

✓✓ 12:06

NO ES TAN DIFÍCIL COGER EL MÓVIL EN MEDIO DE CLASES.

✓✓ 12:06

Owen culo gay: CaLLA ZORRA.

✓✓ 12:07

K.T: Yo también te amo, bebé.

✓✓ 12:07

don't fall in love, daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora