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El día paso tan lento, desde la mañana que no he vuelto a hablar con Cristián y creo que esta bien así, aun tengo que meditar las cosas, si bien no me sorprende la noticia (ya que ellos se acostaban desde hace tanto tiempo) Es algo que me hace pensar en los pro y los contras de nuestra relación, la cual acaba de comenzar porque antes de venir aquí no éramos nada y mucho antes de eso nos odiabamos a muerte, ¿Como es posible que todo cambiara tan rápido? Pero mirando hacia el futuro, ¿Que pensara ese bebé de mi cuando crezca? ¿Me juzgará? ¿Me querrá? ¿Podremos tener una conexión? Además esta Ana, no le agrado y el sentimiento es recíproco, aún así tendría que verla cerca de Cristián toda la vida, no soy una idiota para poner problemas en el camino de ese niño con Cristián, jamás lo haría elegir entre los dos y trataría de ser cada vez mejor tanto para el bebé como para la relación que pueda tener con el pero, ¿Podre con el peso?

En la noche Cristián me dio la noticia de que había terminado el trabajo, así que regresariamos esta mañana a Alemania, ahora mismo nos encontrábamos en el avión, estábamos volando de regreso al país en un completo silencio, para no perder el control, me concentre en leer un libro y si alguien se pregunta si dormimos juntos anoche la respuesta es si, aunque cada uno estábamos en esquinas separadas, dejando un gran espacio vacío entre medio.




— Ya llegamos— Dice Cristián interrumpiendo mi lectura y levanto la cabeza para mirarlo.

— Okey— Desabrocho el cinturón y cierro mi libro.




Bajamos del avión, hicimos el protocolo correspondiente, tomamos nuestro equipaje y salimos del aeropuerto, estacionado estaba el auto que nos recogería, era de Cristián y venía de la manada, dejó todo planeado ayer, dejamos las cosas en el maletero y subimos en la parte de atrás del vehículo ya que un señor venía manejando, un hombre algo corpulento, lo había visto antes, es chofer de Cristián, después de media hora llegamos a la manada, el señor se estacionó fuera de la casa de Cristián, en las puertas se encontraban Nana Sofía, James y Gema, baje de las primeras del auto y corrí a los brazos de mi amiga, luego abrace a Nana Sofía y salude con un beso de mejilla a James, pronto Cristián se nos unió, traía el equipaje, el chofer mientras se llevó el auto a no se donde.




— Que bueno que están aquí— Dijo Nana algo nerviosa, Gema y James me estaban mirando raro.

— ¿Que pasa? ¿Por qué me miran así?— Alzó una ceja.

— ¿Aun no le dices Cristián?— James mira a su amigo y yo hago lo mismo.

— Hablemos adentro ¿Si? Es algo complicado— Le da una parte del equipaje a su amigo y pasa por mi lado.




Todos entran a la casa, lo hago en último lugar, cierro a mis espaldas, dos de las empleadas de Cristián llevan nuestro equipaje a la habitación, pasamos al living y me quedo de pie esperando a que alguien me diga algo.



— ¿Van a hablar? Ya me estoy poniendo nerviosa— Digo y Cristián suspira.

— Créeme que se me olvido decírtelo, tu sabes las cosas que pasaron en los Ángeles, más el trabajo y la noticia que me dio Ana, tenía la cabeza ocupada en otra cosa— Comenzó a explicar.

— Cristián ve al grano— Le pedí con urgencia cruzandome de brazos, un escalofrío recorrió mi cuerpo entero, sentí tanto frío.

ALPHA REYWhere stories live. Discover now