Capítulo 21 (Parte 1)

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Terminamos la cena y mis padres invitaron a Ruggero a hablar en el living.

―Ruggero, ¿quieres ver fotografías de cuando Karol pequeña? ―Dijo mi padre, llevando la contraria a lo que le dije.

―No creo que Ruggero quiera verlas, además voy a mostrarle el resto de la casa. ―Dije empujándolo para sacarlo de esa escena.

―Yo las quiero ver, aún queda tiempo. ―Me lanzó una sonrisa que sabía que no me negaría.

Mamá le entregó el álbum a Ruggero y el lo abrió. La primera foto no era vergonzosa, era yo de un año, con un vestido floreado, esa foto fue tomada en nuestra antigua casa, la siguiente era de la misma edad pero esta era la foto de mi primer navidad, la siguiente era la foto de mi segundo cumpleaños, las fotografías iban pasando mientras Ruggero sólo reía por algunas de mis muecas, las fotos de pascua, del día de San Patricio, mis cumpleaños, mi familia, hasta que llegó a la última fotografía, eran seis niños totalmente desnudos en una piscina, eran Agus, Mike, Jorge, Valen, Lio, y yo. Ruggero soltó una gran carcajada sabía que no me había salvado de la pena absoluta.

― ¿Esa eres tu? ―Dijo aún entre risas.

―No, es mi prima.

―Claro que no, mira… Tienen los mismos lindos ojos.

―Esta bien, soy yo, no me mires, ¡estoy desnuda!

―Pero no se distingue si eras niña o niño.

―Ja, ja, que gracioso, vamos… Te mostraré el resto de la casa.

―Subimos, bajamos y le mostré cada centímetro de la casa, reservé lo último para el final.

Él chico que se encontraba a mi lado era lo más importante, se había ganado mi corazón en tan solo unas semanas, no lo quiero dejar ir nunca, es... lo que siempre busqué y ahora tengo la suerte de tener.

― ¿Qué hay al otro lado de la puerta? ―Dijo expectante.

― ¡Ya verás! ―Abrí la puerta y lo hice sentar en un pequeño sofá.

― ¿Qué planeas? ―Sonrió.

―Sólo escucha... ―Avancé unos cuantos pasos y me senté en el banco del piano. Empecé a tocar las notas de la canción que le quería dedicar.

If you ever leave me baby
Leave some morphine at my door
Cuz it would take a whole lot of medication
To realise what we used to have it but we don’t have it anymore

There’s no religion that could save me
No matter how my moneys are on the floor
So keep in mind all the sacrifices I’m making
To keep you by my side and keep you from walking out the door ―Se unió a la canción, haciéndola más perfecta aún.

Cuz there’ll be no sunlight, if I lose you baby
There’ll be no clear skies, if I lose you baby
Just like the clouds pass, I would do the same
If you walk away, everything will rain rain rain

I’ll never be your mothers favourite
Your daddy can’t even look me in the eye
If I was in their shoes id be doing the same
Say there goes my little girl, walking with that troublesome guy

But that’s just the part of something they can’t understand
But little darling watch me change their minds
Yeah for you, I’ll try, I’ll try, I’ll try, I’ll try
I’ll pick up these broken pieces till I’m bleeding, if that’ll make it right

Cuz there’ll be no sunlight, if I lose you baby
There’ll be no clear skies, if I lose you baby
Just like the clouds pass, I would do the same
If you walk away, everything will rain rain rain

Don’t you say, goodbye, don’t you say, goodbye
I’ll pick up these broken pieces till I’m bleeding, if that’ll make it right
Cuz there’ll be no sunlight, if I lose you baby
There’ll be no clear skies, if I lose you baby
Just like the clouds pass, I would do the same
If you walk away, everything will rain rain rain.

Nuestros pechos agitados y nuestras miradas fijas en el otro.

―Nunca te dejaré... Eres mi verdadero amor. ―Tomo mi barbilla.

―Y tu el mío. ―Una indescriptible sonrisa se formó en su rostro, y lo único que pude sentir después fueron sus labios rozando los míos. Nos dimos ese beso perfecto. Aquel momento me demostró que él es el indicado.

―Me encanta tu voz, ¿has considerado ser cantante? Seríamos el mejor dúo, ¿no te parece?

― ¡Ja! No, no me gustaría, tendrías admiradoras y no quiero compartirte, con nadie. Además, quiero ser escritora. ―Me apoyé en un hombro.

― ¿Y qué escribirías?

―No lo sé, muchas personas elogian mi manera de ver el mundo, tal vez escriba sobre eso, o una buena historia de amor.

―Entonces, yo sería el presidente de tu club de fans. ―Solté una pequeña risita. ―Tengo que irme, ya es muy tarde. ―Dijo mientras se giraba para mirarme.

—No es tarde, mira, apenas son las 2 de la madrugada… quédate a dormir conmigo, ¿si? ―Dije entrelazando nuestras manos.

—Esa no sería una muy buena primera impresión de parte mía, tus padres no lo permitirán. ―Comencé a besar su cuello, su barbilla y su mejilla, el sonrió.

—No me convencerás... ―Dijo Ruggero.

Me gire y le di la espalda.

—Está bien, ¡vete! ―Se levantó y se puso a mi misma altura, tomó mi rostro.

—Me encanta cuando te enojas. ―Besó la punta de mi nariz― Mañana te espero en mi casa, no llegues tarde. ¿Me acompañas a la puerta?

—Está bien. ―Tomé su mano y nos dirigimos hacía el living para que se despidiera de mis padres.

—Ruggero, ¿te vas tan rápido? ―Cuestionó mi madre.

—Si, ya es muy tarde y Karol debe dormir, mañana tiene un compromiso muy importante. ―Replicó Ruggero.

—Fue un gusto tenerte con nosotros esta noche. ―Exclamó papá.

—El gusto fue mío, debía agradecerles por la linda hija que tienen. ―Me sonrojé.

—Lo sabemos, cuídala muy bien.

—Lo haré. ―Sus labios se posaron sobre mi frente, y la besaron delicadamente― Adiós.

—Adiós. ―Dijeron mis padres al unísono como costumbre de ellos.

Salí hasta la entrada para despedir a Ruggero.

—Nos vemos mañana... ―No lo quería dejar ir, quería abrazarlo hasta que llegara el amanecer.

— ¿Estás triste? ―Preguntó.

—No, sol... ―Sus labios, cálidos y suaves al mismo tiempo se toparon con los míos, inhale ese fresco aliento, nunca en mi vida había sentido algo así.

Puse mis manos en su cuello. Los besos de Ruggero eran únicos, nada se comparaba a lo que sentía con ellos.

— ¿Ahora estas mejor? -Sonrió-.

—No, no lo creo, quizás si me das otro, logré dormir bien esta noche. ―De nuevo nos besamos pero con mas delicadeza y lentitud, como si ese fuera el último beso de nuestra vida.

—Sueña conmigo...

—Lo haré. ―Dio un ligero beso en mis labios y se fue en su auto.

Fui en donde se encontraban mis padres para agradecerles lo que habían hecho por Ruggero y por mi.

Me puse el pijama, cepillé mis dientes y me acosté a dormir.

QUE COMIENCE EL JUEGO  TERMINADAWhere stories live. Discover now