Akutoku

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Todo a través del tiempo se va modificando sin perder su esencia. Es extraño porque si miro hacia atrás eso aplica perfectamente a nuestra situación actual...de amor, un sentimiento tan intenso pasamos sin darnos cuenta a odiarnos de una forma inimaginable, pero aún se mantiene la esencia de un comienzo, un sentimiento intenso e incomparable.

Todo cambio de manera tan paulatina, en el momento en que fuimos consientes de ello ya habíamos caído en los malos tratos, primero nos ignorábamos, buscábamos cualquier pretexto para no vernos, luego ignorarnos dejo de funcionar para nosotros y comenzamos con las malas palabras, palabras hirientes, en un comienzo luego de las discusiones nos disculpábamos y decíamos lamentarlo, "que no era lo que sentíamos", pero en el fondo ambos sabíamos que eran nuestros verdaderos sentimientos saliendo a flote en el momento de rabia.

Y luego en un arrebato de ira ante tus acciones sarcásticas y despreocupadas llegaron los golpes...fui yo el primero en caer en ellos, ante la primera bofetada solo recibí una mirada de sorpresa con esos azules ojos que siempre amé, pude contemplar como poco a poco se iban opacando por la rabia, luego un simple portazo...después de eso no te vi en dos días...aún me pregunto qué era lo que nos mantenía unidos, ya ni siquiera nos respetábamos, pero continuábamos atados a una "relación" sin futuro. Tal como dije no supe de ti en dos días y cuando al fin apareciste en casa, solo lo hiciste para cambiar tu ropa, no me dirigiste la palabra, solo me miraste y me dedicaste esa sonrisa petulante.

El segundo golpe llego justo después de que una de tus amantes llamará a mi teléfono y me dijera que te dejará en paz, que me diera cuenta que solo inspiraba lastima quedándome junto a una persona que no me amaba, en el mismo instante en que cruzaste la puerta del dormitorio yo te di una bofetada, el tercer golpe llego justo después de ese. Aún recuerdo la sensación de ardor en mi mejilla izquierda mientras la cubría con mi mano y tú una vez más abandonabas la casa, esa sensación de sorpresa y temor se volvió una constante en nuestra relación.

¡YA NO NOS RESPETABAMOS, MUCHO MENOS NOS QUEDABA AMOR!

Las discusiones pasaron a ser constantes peleas donde no solo marcábamos nuestros cuerpos a base de golpes, sino, también la distancia entre nosotros se acentuaba cada vez más, aún así continuábamos en esta "enfermiza relación".

Si bien las cosas entre nosotros hace mucho que no estaban bien, no podía soportar imaginar que te encontrabas con alguien más, que esa mirada azul que tanto me obsesionaba miraba a alguien más, que esa profunda voz dedicaba a otras personas las mismas palabras que alguna vez fueron dirigidas a mí...esos brazos...la sola idea de pensar que esos fuertes y morenos brazos protegían y envolvían a alguien más me ponía enfermo.

Aomine Daiki...mi Aominecchi.

No podía simplemente olvidar todo lo que habíamos vivido juntos, todo lo que ese nombre representaba.

Nos continuábamos alejando, yo casi no pasaban en casa y comencé a conocer a más personas...como dicen el mundo es un pañuelo y en el bar en que jamás espere encontrarte estabas coqueteando con una mujer, sentí que algo en mi interior se apretaba, pero simplemente pase a tu lado y tome de la mano a mi acompañante, no eres el único que se puede divertir pensé mientras caminaba hasta una de las mesas del bar.

Ese fue el inicio del fin, al llegar a casa lo primero que sentí fue una mano que apresaba con fuerza innecesaria mi brazo, un nuevo portazo y tu voz reclamando un sinfín de cosas, un empujón de tu parte, uno de mi parte, tú afirmándome por el cabello, yo soltando un golpe en su estomago, cosas rompiéndose a nuestro paso en la casa, gritos, malas palabras...ya ni siquiera identificaba quien gritaba que cosa o quien lanzaba lo primero que encontraba a su alcance sobre el piso.

¡Sangre!, tu labio y tu ceja se encontraban sangrando...miró mi mano y me doy cuenta que te golpee con uno de los adornos que estaban sobre la mesa, me empujas y me golpeo la espalda con uno de los sillones cuando caigo al piso, luego solo recuerdo que pateas mi cuerpo en múltiples lugares, en algún momento te cansas, vas a la cocina y luego me arrojas una bolsa con hielo mientras dices "Esto no puede continuar", al día siguiente muchas de tus cosas ya no estaban al igual que tú.

Esta fue la primera separación que tuvimos después de años de relación, pero no la ultima, tal como nos separábamos nos volvíamos a reconciliar y una vez más dábamos inicio a un nuevo ciclo...se que no es lo correcto, se también que tú eres consciente de lo mismo, pero no puedo evitar el latido de mi corazón cada vez que nos encontramos...y estoy seguro que tus sentimientos son iguales a los míos...

...no puedo evitar la emoción que siento en estos momentos al escuchar el timbre de la casa, porque sé que cuando abra la puerta me encontraré con el profundo azul de tu mirada y una vez más se iniciará nuestra retorcida historia...nuestro vicio.









Tal como el título lo dice esto es un VICIO.

ZetsubõDonde viven las historias. Descúbrelo ahora