Capítulo 7

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RUGGERO

La fogata ya estaba encendida y nosotros alrededor de ella, le pregunté a Mike si Jasmine podía estar con nosotros, ya que sería muy grosero de mi parte no invitarla.

Mike accedió.

—Y díganme, ¿cómo la han pasado en estas vacaciones? —Preguntó Mike.

Todos comentaban que habían hecho, incluso yo hasta que llegó el turno de Karol.

—Yo no he hecho nada en especial, ya saben, he hecho algunas fotografías y dado algunas clases.

Empezamos a bromear el ambiente se volvió muy cómodo pero una voz chillona acabó con la diversión.

—Rugge, no me siento bien aquí, tus amigos no me quieren. —Dijo entre susurros para que los demás no escucharan.

—Tranquilízate, ellos son muy divertidos, sólo intenta participar a la conversación.

Seguí riendo con los chicos, Karol y Ámbar eran expertas en hacer enojar a los chicos, pero sólo eran bromas. Reíamos y reíamos, los chicos contaban las anécdotas de cuando se conocieron, de repente se escuchó música muy fuerte proveniente de la casa al lado de la nuestra.

— ¿Quieres bailar? —Dijo Karol refiriéndose a Agus.

—Claro. —Dijo Agus sonriendo.

Empezaron a bailar, sonaba la canción Glad you Came, Karol bailaba sensualmente frente a Agus mientras él sólo seguía el baile.  Volvía esa sensación en mí, quería ser yo quien estuviera con ella, quería que fuera mi piel la que rozara la suya, quería sentirla cerca mío, pero no podía ser así ya que me odiaba, o eso parecía.

Pasaron del baile sexy a tontear, Agus le hacía cosquillas a lo que ella respondía con risas esquizofrénicas.

—Ya está oscureciendo, ¿qué tal si vamos a comer a un restaurante? ¿Les parece? —Dijo Mike.

—Me parece genial. —Dijo Lio

—Esperen, llamo a esos dos y nos marchamos. —Dijo Mike refiriéndose a Agus y Karol.

— ¿Por qué no invitas a tu amiga, Ruggero? —Dijo Mike.
Mire con una sonrisa fingida a Jasmine que se encontraba feliz por la invitación.

—Yo encantada. —Dijo Jasmine.

Tomamos el auto de Mike mientras él iba de piloto. Llegamos a un restaurante un poco lejos, pedimos una mesa para ocho y nos dispusimos a ordenar. Cuando el camarero tomó nuestra orden, Jasmine quiso romper el silencio e hizo una pregunta no muy agradable para algunos.

—Y Karol, creo que te llamas, ¿tu eres la novia de Agus? —Lo dijo para incomodarla.

— ¿Y eso a ti qué? —Dijo Karol mirando el menú.

—Es que por la manera en la que bailaban se podría decir otra cosa, además cualquier persona que te viera bailando así con alguien pensaría automáticamente que eres una p... —Jasmine fue interrumpida.

— ¿Una qué? —Dijo levantándose de la mesa.

—Creo que Jasmine debe irse. —Dije contemplando la situación.

La tomé del brazo y la lleve hasta la entrada.

—Deberías irte, estás empezando a molestar a mis amigos. —Dije un poco molesto.

—Está bien, nos vemos mañana. —Dijo acercándose a mi boca.

—No, no nos veremos mañana, no me agradas. —Dije sin la más mínima intención de ofenderla.

— ¿Entonces me estabas utilizando? —Dijo resentida.

—No, tu sola te utilizaste, ¿olvidas que tú eras la coqueta? —Dije mirándola inocentemente con una pequeña sonrisa asomándose.

—Eres un idiota. —Me abofeteo.

La vi alejarse mientras me tocaba mi mejilla que tomaba un color rojo por el golpe. Me dirigí de nuevo a la mesa.

—Lo siento chicos. —Dije mirando hacia el suelo— No pensé que me topara con una loca.

—Vaya, que si está loca. —Dijo Jorge.

—No se preocupen, no volverá a ocurrir.

Karol solo miraba su plato de comida.
El resto de la cena fue muy tranquila, en ciertos momentos me detenía para verla, sin que lo notara. Terminamos de comer y nos dirigimos a la camioneta de Mike.
Iba Mike de conductor y yo de copiloto, mientras que los demás encajaban perfectamente en la parte de atrás. El viaje se tornó lento y silencioso, ya que supuse que todos estaban cansados.

Cuando Mike estacionó el auto vimos hacia la parte trasera Karol , Valen y Lio estaban dormidos.

—Wow, que cómodos se ven, ¿ahora qué hacemos? —Preguntó Mike.

—No hay otra opción, hay que llevarlos en los brazos.

—Está bien. Jorge, toma a Lio; Ruggero, toma a  Karol y yo tomaré a Valen; Agus, tu encárgate de abrir la puerta.

Entramos a la casa y nos dirigimos a las respectivas habitaciones que le correspondían a los que llevábamos en brazos, cuando llegué a la habitación de Karol, la recosté suavemente en su cama, tenía una linda sonrisa sobre su rostro, no me aleje mucho para contemplarla, se veía tan hermosa, tan inocente, tan inofensiva, pero solo dormida ya que en sus cinco sentidos es realmente aterradora. Con una mano la apoyé sobre mi pecho para quitarle su chaleco ya que así estaría más cómoda, me detuve un momento, escondí mi rostro en su cuello para poder disfrutar su olor, aquel aroma al que yo era adicto.

Recordé lo que le había dicho Jasmine así que dije unas palabras que nunca se las diría si lograra escucharme.

—Lo siento, por permitir que te traten así. —Sin pensarlo dos veces, ya que me deje llevar por su belleza, presioné sus labios contra los míos por tres segundos, sus labios eran tan suaves como el algodón, eran realmente acogedores, podría quedarme ahí pegado toda la noche si ella me lo permitiera.

Le puse una delgada sabana en su cuerpo ya que hacía calor. Acaricié su sedoso cabello y le di un beso en su frente.

—Que tengas buenas noches linda. —Salí de ahí y fui a mi cuarto que lo compartía con Mike.

—Te tardeaste demasiado diría yo. —Dijo Mike recostado a un lado de su cama.

—Eh… si, es que le estaba poniendo un cobertor. —Dije nervioso, no sé qué haría si alguien se da cuenta de lo que hice hace unos minutos, menos ella.

No lo creo, estaba lo suficiente dormida como para darse cuenta que pasaba a su alrededor.

— ¿Te gusta? —Dijo Mike enarcando una de sus cejas.

—No me gusta, sólo es una fantasía de verano. —Mentí.

—Yo que tu no me involucraría más, veo que vas muy en serio, ¿qué harás cuando ella te vea en la escuela?

—Por favor, no quiero que sepa que yo también estudio ahí, quiero que sea sorpresa. —Se dibujó una sonrisa en mí al pensar que lo primero que diría al verme en la escuela sería: Idiota.

—Aún no sé porque no se conocían, estudian en la misma escuela y aun así nunca se habían visto, y eso que nosotros somos buenos amigos.

—No lo sé hermano, tal vez así lo quiso Dios. —Dije sonriendo, era verdad, era una extraña casualidad que ninguno de los dos no nos conociéramos estando en la misma escuela, incluyendo que yo era muy popular por mi fama con las chicas.

—Está bien, ahora duerme que mañana será un buen día. Descansa. —Dijo apagando las luces.

—Tu igual. —Dije quitándome la mayoría de ropa posible.

QUE COMIENCE EL JUEGO  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora