Sin apartar sus ojos de los míos se cruzó de piernas. Dió la última calada de su cigarro. Acercó sus labios a los míos y exhaló el humo, el cual nubló su rostro, mientras yo notaba el edor a tabaco envolviendonos a ambos.
- ¿No vas a hablar? - Dijo con una pícara sonrisa, separándose de mi.
- La verdad, no te entiendo - Dije recordando el momento en el que apareció con un hombre desafiandomé frente a casa - Antes apa... - Me interrumpió.
- Shh...- Dijo colocando su dedo índice en mis labios- Te deseo... - Susurró en mi oído - Quiero que me hagas tuya... Ahora.
Tragué saliva.
Me cogió de la mano y me arrastró hacia fuera del local, llevándosme hasta donde estaba mi carro estacionado .
Abrí la puerta y ella entró , yo me subí y arranqué.
Tomé un fili que había enrolado y guardado antes debajo de mi asiento, Lo prendí.
- ¿Quieres? - Le ofrecí
Ella me lo quitó de la boca y empezó a fumar conmigo, luego me lo pasó.
Llegamos a mi casa. Bajé del coche y ella me siguió.
La invité a pasar a casa, tenía carácter, caminaba moviendo sus caderas, toda ella era un sueňo.
Sin permiso de nadie se sentó en el sillón del living.
- ¿Tu eras artista? - Preguntó jugando con su pelo.
- Sí, canto trap - Respondí.
- Quiero escuchar una canción, quiero bailar para ti - Dijo levantándose.
Yo prendí el equipo, puse la canción " demonia baila ".
Ella me tomó de la mano y me empujó haciendo que cayera en el sillón.
Me miraba con cara de bellaca. Mientras la melodía seguía sonando ella se iba quitando las prendas al ritmo del trap de Bad bunny, de mi música . No lo voy a negar, estaba bien bellaco.
Ella era como una escultura, mis ojos se deleitaban al ver ese conjunto Victoria 's secret color vino ajustado a su figura.
Se acercó a mi se sentó encima de mi, movía sus caderas y su cintura como una culebra, se notaba que el lap dance era lo suyo.
Sus nalgas rebotaban encima de mi mientras yo las aplaudía... Y se me paró.
Ella al notarlo quiso provocarme.
-Quiero saber por qué te llaman el conejo malo...
Ella se levantó de encima de mi, yo fui recorriendo su cuerpo con mis manos, besándola, empezando por sus pechos, le quité el pantis con la boca. Noté como sus piernas empezaron a temblar.
Ella volvió a empujarme al sillón, me quitó el mahon y los boxers. Se lo introdujo en la boca...lo hacía muy bien, hacia unas cosas con la lengua mientras gritaba que se la echara en la cara.
Después de eso me puso el condón. Se subió encima de mi .
Empezó a moverse, bajando y subiendo a cámara lenta, estrellándo su cuerpo junto al mio. Me pedía jadeando que le hablara malo y yo lo hacía. Le agarré sus nalgas con fuerza hasta que se vino, aún así siguió encima de mi pidiendo más, era insaciable.
Después de muchas poses acabamos en mi cama, agotado miraba como ella dormía abrazada a mi, apoyada en mi pecho. Su calor hizo que entrara en sueňo más rápidamente.
Era tarde, los reflejos del sol que atravesaban los cristales de la ventana me despertaron. Miré a mi alrededor la habitación estaba muy desordenada y con todos los cajones abiertos. Algo había pasado.
Ella ya no estaba, y con ella desaparecieron mi reloj gucci de 1000, dólares y mis cubanas de oro que tenía en mi mesilla y todo mi dinero en efectivo que guardaba en la casa .
