Siempre A Tu Lado

Capitulo I

Capitulo 1 - Pasado

-¡Cariño, estás lista?

-¡Voy! –Grité de vuelta para terminar de comprobar que había recogido todo y no se nos quedaba nada. –Muy bien, perfecto.

La doblé para coger la maleta del suelo y salir de la habitación.

-Ya estoy.

-Por fin. –Reí llegando a su lado para besarlo. –¿Lo tienes todo?

-Sí, o eso espero.

-Bien, entonces volvamos a casa. –Asentí y ambos salimos de la cabaña rural.

La habíamos alquilado para pasar nuestro cuarto aniversario de noviazgo. ¡Cuatro años debían celebrarse por todo lo alto!

La conducción de camino a casa la habíamos pasado hablando y riendo. De vez en cuando subía el volumen de la música para cantar los dos a grito pelado importandonos muy poco que otros coches nos miraran raro al pasar.

Éramos la pareja perfecta. Había conocido a Kyler en unos momentos muy malos y por eso él se había convertido en un gran pilar para mi vida.

-¿Crees que tu hermana por fin me acepte?

-No le queda otro remedio. Es eso o irme de la casa.

-No quiero que estén peleando por mi culpa tampoco.

-Yo tampoco lo quiero, Ky, pero si ella se empeña...

Suspiró. La herencia de nuestros padres había sido su gran casa, y digo grande porque de verdad lo era.

Esa casa había ido de generación en generación siempre para los hijos. Era una tradición familiar en la familia de mi madre el tener simplemente un único hijo, pero ella se había saltado eso importándole muy poco lo que mis abuelos dirían de ella y trayendo al mundo tres hijas de diferentes edades:

Nina, Larissa y Savanah.

Ella siempre decía que quien solo traía un bebé al mundo, era porque no se sentía seguro con la persona que compartía vida. Algunos apoyaban su teoría y otros no, cada cual tiene derecho a pensar lo que quisiese.

Todo estaba bien hasta el día de su muerte. Había respetado esa tradición de mis abuelos y nos había dejado la casa a las tres, quizás en lo que no había pensado, era en cómo nosotras podríamos luego dejar en herencia esta casa a nuestros hijos. O quizás lo hizo para que esta tradición se rompiera de una vez por todas.

Sea como fuese, nosotras seguiríamos viviendo allí como ella nos había pedido.

-¿En qué piensas?

-En lo guapo que eres.

-Mentirosa. –Reí acercándome a su mejilla para besarla. –Está bien si no quieres decirme, Sav.

-Solo pensaba en mis padres, ya sabes...

-¿Quiéres que vayamos a verlos?

-No, Nina iba a ir a cambiarles las flores. –Justifiqué encogiéndome de hombros. –¿Tú quieres ir a ver a tu hermano?

-¿Para qué?

-Para hablar con él, Ky.

-Tú no quieres ir a ver a tus padres...

-Pero mis padres están muertos y tu hermano no. –Dije rodando los ojos. –Nunca he entendido porque no se llevan bien.

-Es él.

-Y él dice que eres tú ¿no?
–Suspiré volviendo a rodar los ojos.

-Oye, que yo no me quejo de la relación que tienes con tus hermanas...

-Deberías.

-Sí, será para que me odien más...

-Sabes que Lari no lo hace.

-Pero Nina si.

-Ella no es la que manda, Kyler. No le da derecho aunque sea la mayor.

-Bueno, ya. No quiero entrar a casa discutiendo, y mucho menos después de nuestro romántico fin de semana.

-Yo tampoco... –Murmuré abriendo la puerta del coche para bajarme.

Realmente hacia un rato ya que habíamos llegado, pero aún no nos habíamos bajado del coche.

Solo espero que las cosas no vuelvan a complicarse de nuevo.