1. Secretos y pasados

1.3K 36 8
                                    

Todos tenemos un pasado a nuestras espaldas, un presente a nuestros pies, y un futuro en el horizonte. Todos tenemos un amor presente, un amor pasado, y uno de aquellos amores que aunque pase el tiempo, seremos incapaces de olvidar. Esta historia va de aquella persona que marcó mi mundo durante un tiempo, y de todas las situaciones que viví a su lado y que jamás seré capaz de olvidar. 

Me llamo Dionne, y mi historia comienza con un nombre que representó mi universo durante un tiempo: Darío. 

Conocí a Darío una noche en una fiesta. A mí no me gustaba especialmente asistir a fiestas, pero mis amigas, Jenny y Nerea, me animaron a ir hacia aquella fiesta, porque hacía mucho tiempo que no habíamos pasado tiempo juntas, ya que cada cual se había centrado en sus estudios, y con los días, encontrar un rato en el que poder vernos resultaba algo más difícil. 
Sin embargo, aquel viernes por la noche, Jenny me llamó cuando eran las ocho de la tarde. 
—¡Dionne! En media hora pasamos a recogerte para venir a una fiesta. Estarán Raúl y también Juan —Raúl era el novio de Nerea, mientras que Juan era el mejor amigo de Jenny, aunque yo tenía mis sospechas de que no solamente se trataban de amigos, tal y como querían hacernos creer que eran. Jenny no me dio tiempo a responder, cuando colgó el teléfono y permanecí de pie mientras que miraba hacia el pijama con el que pensaba que pasaría el resto de la tarde, ya que mis planes de aquel día eran de estar viendo una serie de televisión en Netflix: Stranger Things, y en realidad aquello era lo único que tenía pensado hacer, estar viendo algunos capítulos de la serie, tapada con una manta y comiendo palomitas, porque necesitaba relajarme después de la que había sido una semana bastante estresante porque había tenido que hacer muchas tareas y presentar trabajos importantes para la universidad. 
Fui hacia el baño y saqué el maquillaje que usaría: Rímel, delineador, colorete y pintalabios rojo. Pensé en usar las pestañas postizas, pero cuando puse el pegamento en las pestañas que irían en el ojo izquierdo, vi que el resultado sería un desastre, así que de inmediato desistí de mis planes iniciales, y a continuación fui a por un vestido. Escogí un imprescindible en todos los armarios como lo era un little black dress. Lo combiné con unos tacones de color negro, y una gargantilla que en dorado tenía inscritas mis iniciales: D.P.S  

Media hora después, tal y como habían dicho, Nerea y Jenny llamaron a la puerta de mi casa. Aquel día estaba de suerte, porque no tuve que dar explicaciones a nadie de a dónde iría, puesto que mis padres habían ido a una cena de negocios, y mi hermano Santi, había ido al cine con su novia. 

Al llegar a la fiesta, Nerea saludó a Raúl y se alejaron de donde estábamos Jenny y yo para ir a bailar. Alguien se acercó a nuestro lado, Juan primero me saludó a mí y después empezó a hablar con Jenny como si yo hubiese dejado de existir. Me dijeron que irían a por la bebida, así que mientras que se fueron, me quedé sola en medio de la fiesta. 
Miré algunos mensajes que tenía en Twitter, revisé WhatsApp, y esperé a que trajeran la bebida, pero, por lo visto, Juan y Jenny tenían temas muy importantes de los que hablar, ya que pasó más de media hora y nadie regresó a mi lado. 
Me estaba aburriendo, así que pensé en irme de la fiesta, y entonces recordé que no había ido a la fiesta en mi coche, así que tendría que esperar a que Jenny y Nerea me pudieran llevar a casa. 
Tomé asiento en una silla y continué esperando a que el tiempo pasara, ya que no conocía a nadie más que a mis amigos en aquella fiesta, y hasta ellos se habían olvidado de que yo también estaba allí. 

De pronto, alguien tomó asiento en un sillón cerca de donde yo estaba. De reojo miré en dirección al chico que se había sentado a mi lado. Tenía el cabello corto y oscuro, y sus ojos parecían de color negro. Usaba una sudadera gris que ponía en letras negras "Enjoy your life", y llevaba unos jeans de color negro junto con unas zapatillas de deporte. Parecía estar igual de aburrido que yo, así que simplemente empecé a hablar con él esperando que el tiempo pasara de forma más rápida. Hablamos de música, de cine, de series de televisión y también de youtubers a los que seguíamos..., me dijo que adoraba el deporte, en especial el fútbol, aunque también le gustaba el básquet. Yo le respondí que a mí también me gustaba el deporte, y que cuando era pequeña, mis padres me habían apuntado a ballet, pero a mí no me había gustado, así que a los diez años, decidí empezar a hacer gimnasia artística. 
Me contó que él también vivía en México, pero no en Acapulco sino en Ciudad de México. Cuando le pregunté por su vida, sobre si tenía hermanos, noté que se mostraba incómodo así que cambié de tema para no incomodarle. 
Le pregunté que si le gustaban los animales, me dijo que tenía dos perros: Spike y Niebla. Yo le dije que desde hacía diez años tenía a una tortuga llamada Dory.
Conversar con él era agradable, al instante supe que era alguien simpático, y pronto dejé de sentirme sola, porque con él a mi lado podía hablar de cualquier tema, y parecía que estuviéramos solos, como si las demás personas que estaban en la fiesta no existieran. Como si solo estuviéramos él y yo. 

Cuando mires a la luna recuérdameWhere stories live. Discover now