Cap. I - El azul y el rojo

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Solamente se escuchaban la lluvia y los truenos. Ahí estaba, tirado en mi cama, observando el techo y, por ese momento, todo lo que existía era azul y negro y, al menos esta vez, el azul me producía un contentamiento con lo que existía en mi universo pequeño de las cuatro paredes de mi habitación, mi cama y mi escritorio con la temperatura perfecta de un clima lluvioso.

Me contentaba con las ganas de llorar que sentía y con casi reventar en llanto por mi agonía que consistía en cada día proponerme cambiar mi vida y hacer algo nuevo pero nunca cumplirlo, sino terminar peor que el día anterior.

Quería llorar, pero no lloraba, quería sentir, pero no sentía, ni nunca.

Pasaba largas horas esa noche sin ocupación oyendo el rugir de la tormenta, el ladrido desesperante de los perros y el rechinar incoherente del ventilador que tenía y dejaba inutilmente encendido en una noche ya muy fresca. No fui capaz de apagarlo, ni por si acaso me interesó hacerlo, así como no fui capaz de abrir la puerta que conducía al pasillo para ir a ver que sucedía: pasó que había llegado a oír pasos incoherentes, más incoherentes que los de mi madre cuando llegaba del Bar luego de haberse desahogado completamente, por que los dos vivíamos en agonía, no solo yo. Estos pasos eran completamente sospechosos para mi pensar, pero no me atreví a inveatigar, siempre que yo creía que pasaba algo malo de verdad y me preocupaba era en vano ¿Por qué devería cambiar eso de la nada?. 《BAAM-BUM-TAP-TAP-BUM》-se escuchó un enorme estruendo por toda la casa que venía de la habitación de  mi madre-.

- Dilan! -Gritó mi madre desesperada-.

Tuvieron que pasar 5 segundos antes de que reacione, mi mente estuvo completmente en blanco y  no supe explicar por que estuvo así, luego rreacioné de la nada y fui corriendo a la velocidad de la luz y mucho más para la habitacion de mi madre, entré directamente por que para mi sorpresa la puerta estaba abierta. Así la ví, caí de rodillas al instante y la vi, yo lívido, la vi muerta a mi madre sin explicaciónes, no sabía como rreaccionar. Por una milésima de segundo pasaron por mi cabeza un montón de preguntas ¿Realmemte está muerta? ¿Valdrá la pena llamar una ambulancia? Si la llamo… ¿Podrían acusarme de asesinar a mi propia madre? Como me estaba haciendo preguntas tan pero tan lógicas pense… ¿Estaba acaso preparado para un evento así a mis 17 años de edad? ¿Acaso estaba esperando que esto sucediera?¡Claro que no! Pero la incertidumbre me había atrapado, había atrapado todo mi universo esa pequeña milésima de segundo.
Solo tuvo que pasar una milésima de segundo más para que me diera cuenta de que mi madre y yo no eramos los únicos en la habitación. De la oscuridad  un ser negro y bizarro, de ojos enormes y completamente rojos me agarró del cuello con una fuerza dominante, que me hizo pensar que yo tampoco viviría después de esto. El horrible demonio  -o lo que sea- me lanzó hacia el otro lado de la habitación y termine acostado, casi inconsiente, hasta ahí lo recuerdo bien, y luego recuerdo que la figura oscura me miro y quede viendo sus ojos rojos. Recuerdo bien esa imagen: el techo azul y sus ojos rojos, azul y rojo, el azul del contentamiento y el rojo de la sangre, el contentamiento con la sangre que habrá sentido el demonio a la hora de su matanza, azul y rojo, como ciertas ambulancias y patrulleras creo...pero esa parte ya no la recuerdo bien, por mas que lo intente.

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