Unidos por el destino

Capítulo 3

Desesperado

POV Dylan

Me llamo Dylan, soy alfa de la manada Luna Blanca, la manada más fuerte que hay, hace muchísimos que busco a mi mate, pero no la encuentro, mi beta Luke me dice que no me preocupe que pronto la encontrare, pero estoy perdiendo las esperanzas.

Mi lobo Neo esta igual de desesperado que yo, si no la encuentro pronto tendré que casarme con la mejor guerrera de mi manada, sin una luna seré más débil para mis enemigos y podrían aprovecharlo para terminar con mi manada y eso no lo permitiré.

Tengo que encontrarla, tiene que ser mía, "quiero que cada parte de su cuerpo susurre mi nombre, que su cuerpo grite que es solo Mia, que sus labios griten mi nombre y sobre todo que exclame SOY TUYA"

Llevo toda la tarde haciendo papeleos, no estoy de buen humor para bajar cenar, no quiero hablar con nadie, Neo no es que ayude mucho, desde esta mañana esta algo inquieto y no sé por qué.

Llaman a la puerta y sé que por la manera de llamar es mi nana, lleva con nosotros desde que era pequeño y es como una segunda madre para mí.

-Adelante nana- grito para que me escuche.

Nana entra con una bandeja llena de comida.

-Dylan tienes que cenar algo, no puedes estar así, puedes enfermar – deja la bandeja con comida encima de mi mesa.

-Lose, solo quiero terminar todo lo que tengo que hacer para poder descansar unos días – le doy una sonrisa para que se quede tranquila.

- Me prometes que en cuanto termines descansaras?

-Prometido – me levanto y le doy un abrazo.

Cuando termino de comer lo que me ha traído sigo trabajando hasta que por fin termino.

Ya es tarde asique empiezo a recoger las cosas para irme a dormir, cuando suena la puerta de mi despacho.

-Adelante – grito para que me escuche.

Por la puerta entra mi hermana pequeña Amber, tiene 19 años, pero sigue siendo la pequeña de la casa.

-Hoola hermano, hoy me he encontrado con las chicas nuevas que se acaban de mudar al pueblo, son muy guapas – me mira sonriendo.

- COMO?!! Nadie me había dicho nada, ahora iré con Luke a echar un vistazo por si son peligrosas – digo enfadado.

- No las he visto peligrosas al revés, cuando el gilipollas de Max me dio una bofetada Sofi que es como se llama una de ellas vino a preguntar si estaba bien.

- ¿Max te ha pegado? – ahora si que estoy cabreado.

-Tranquilo Dylan sabes que a mí nadie me toca y ya le di su merecido – me dice tranquila.

- Vale, pero como me vuelva a enterar que te toca, aunque sea un pelo lo mato, ahora por favor vete, tengo cosas que hacer.

-Vale, hasta mañana hermano – sale y cierra la puerta. Cojo mis cosas y salgo de mi casa para buscar a Luke, le veo con su mate abrazándose, espero encontrar a mi mate antes de un mes y poder estar así con ella.

-Luke! Necesito tu ayuda – le grito para que me escuche.

-Dime alfa que necesita? – se pone de pie.

-Mi hermana me ha dicho que han llegado dos chicas nuevas al pueblo y nadie me había informado, asique vamos a ver si son peligrosas o no.

-Vale vamos te acompaño.

Nos adentramos al bosque y nos transformamos Neo estaba deseando salir y poder correr, transformado al ser un alfa mido más de dos metros y soy completamente negro.  Luke al ser un beta es un poco más pequeño que yo, cuando se transforma sale su lobo Ron, es de color canela.

De repente Neo se pone más inquieto de lo que estaba y me empieza a venir un olor a frutas del bosque, Neo y yo gritamos a la vez MATE y corremos más rápido todavía. Llegamos al límite del bosque donde empiezan las casas y justo es la casa donde las chicas se habían mudado, y entonces la veo, asomada por la venta veo a mi mate que me mira con algo de miedo, no la veo bien la cara, pero seguro que es bellísima, ella es MIA.

Sera mejor que me vaya para no asustarla más, mañana vendré a verla y a ver si consigo hablar con ella.

Luke y yo volvemos a la manada para así poder descansar mañana será un día largo y estoy deseando que llegue el momento para verla de cerca.

-Oye Dylan – me doy la vuelta para escucharle – ¿era ella verdad? ¿Era tu mate?   

-Así es Luke por fin la he encontrado – nos damos un abrazo y cada uno se va para su habitación.

Me quito la ropa, me pongo el pantalón del pijama y me meto en la cama y me quedo rápido dormido.

A la mañana siguiente los guerreros que vigilan los limites me dicen que han sido atacados por unos rogues, han dejado a uno con vida, dice que quiere hablar conmigo. Hoy no podre ver a mi mate, pero mañana sin falta iré.

Me dirijo a los calabozos, cuando entro los guerreros me saludan con respeto, me abren la puerta de donde está el rogue, es un chico joven de no más de 18 años, me mira con miedo, todo el mundo sabe que no soy precisamente amable con los que están encerrados aquí abajo.

-Y bien que es lo que tenías que contarme? – me cruzo de brazos esperando a que hable.

- Lo que paso anoche solo ha sido el principio, la guerra se acerca y sin tu luna podremos acabar con todos vosotros – me dice con una sonrisa sádica.

Me empiezo a reír, el chico no entiende porque lo hago y me mira con cara desconcertada.

-Estas muy equivocado, porque he encontrado a mi mate, luna de mi manada – el chico me mira con cara de no poder creérselo, me doy la vuelta y salgo por la puerta, pero antes de salir les digo a mis guardias - matadlo.