Capítulo 2

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~Narra Judith~

Yo estaba echada en el sofá cuando el timbre sonó. De un salto me puse en pie y fui a abrir la puerta.
Miré por la mirilla y vi al otro lado la cabeza de Beca con el pelo recogido en una larga cola y con una caja cuadrada en la mano

-¿Quién es?- Pregunté - ¿Quién va a ser?- Oí al otro lado la voz de Beca- Abre ya, por favor. Me muero de hambre- rogó Beca.
Intenté contener una carcajada y finalmente le abrí la puerta a mi amiga.

El olor de la pizza me inundó y me hizo sentir mucha más hambre de la que ya tenía.
Beca me miraba con una cálida sonrisa pero para mi sorpresa no venía sola. Detrás de ella estaba Nico con otra caja de pizza y con sus ojos azules que me traían tantos recuerdos.

Por un momento sentí que me quedaba paralizada pero, de repente, su voz me sacó de mi ensimismamiento. -Hola- Dijo él sonriente. -Espero que no te importe que me lo haya traído. Lo encontré en la plaza y creí que sería buena idea que viniera con nosotras- Dijo Beca.
-Sí, claro, esta bien- Respondí, aún un poco perpleja por la presencia de Nico.

Los tres fuimos al salón y nos tumbamos.

Me senté al lado de beca con un trozo de pizza en la mano y por un momento miré a Nico y todo lo que pasó me vino de repente a la memoria otra vez aunque yo creía que ya lo había olvidado resultó que no y aunque ya hacía más de un año los recuerdos aún seguían muy vivos.
Por un momento sentí un impulso de gritar y salir corriendo pero me retuve, contando los minutos para que mis padres llegasen.
Las 9...las 9:05...<<¡¿Cuándo pasaría el tiempo!?>>pensé.

Estábamos viendo una de mis series favoritas pero ni siquiera presté atención a la pantalla, estaba demasiado abstraída hasta que una voz me sacó de mi ensimismamiento. -¿Y a ti que te parece?- Preguntó Nico con voz grave.

Estaba tan distraída pensado que ni me había percatado de que Beca y Nico habían comenzado a hablar.

Yo le miré confusa y al percatarse de esto, Beca riéndose me dijo -Que si quieres salir el viernes en el Sun Palace del centro -

Intenté recomponerse lo más rápido posible y contesté -Cla-claro eso estaría genial-
Entonces un teléfono empezó a sonar. Era el de Beca que se apresuró a descolgar -Dime...sí, estoy en casa de Judith...¿Qué?- Esto lo dijo en un todo un poco alarmado que me extrañó mucho- Por supuesto estaré ahí en cinco minutos- Colgó y me miró un poco agitada- lo siento chicos me tengo que ir- cogió su mochila- Adiós, te llamo luego Judith- la oí gritar desde la puerta- Vale luego hablamos- contesté.

Me quedé a solas con Nico lo que, a estas alturas, ya no me incomodaba. Empecé a recoger la basura del salón y oí la voz de Nico.

-Deja, te ayudo- dibujó una de sus cálidas sonrisas

Empezó recogiendo una de las cajas, yo aún seguía un poco aturdida.

-Voy a por una bolsa a la cocina- avisé a Nico- Vale te espero aquí-.

Por un momento sentí que mis rodillas me fallaban y al segundo siguiente estaba cayendo.
Ví a Nico que con un rápido movimiento me agarró de la cintura justo antes de tocar el suelo, yo, por instinto me agarré a sus hombros -¿Estás bien?- me dijo el mirándome fijamente con sus ojos azules brillando- S-sí. Gr-Gracias- Noté como me ponía roja al igual que el ambiente en el que esté color iba creciendo por momentos.
-Denada, ¿estás bién?- dijo con una mueca de preocupación -Em...sí solo estoy un poco cansada- respondí con una sonrisa que quise que pareciera natural, con poco éxito.

Eran las 9:20 y recibí un mensaje en mi móvil:

Mamá: Judith lo sentimos pero tu padre y yo llegaremos un poco más tarde de lo que dijimos. Nos hemos encontrado con un amigo de tu padre y iremos a su casa a tomar una copa |9:20pm
Yo: Valee, os quiero, hasta luego ❤ |9:23pm
Mamá: Hasta luego, hija |9:23pm

Ya habíamos limpiado Nico y yo -Ha sido una buena tarde ¿Nos vemos el viernes entonces?- dijo él dispuesto a irse.

-¡Claro!- respondí yo sonriente- pero, ¿ya te vas? Mis padres me avisaron de que volverían más tarde- le dije. De verdad no me gustaría retornarlo pero no quería quedarme sola porque sabía que me sentiría del mismo modo que hace unas horas.

-Bueeeno, si me lo pides así.- dijo con un tono burlón -Pero solo porque eres tú, eh-

-Si no quieres no, eh. Es más, puedes irte- le dije con una falsa mirada desafiante y viendo que no había resultado hice un intento de empujarle hasta la puerta sin ningún resultado ya que Nico era más alto y fuerte que yo.

-¡Eh!¿Qué intentas?- exclamó con una sonrisa burlona mientas me levantaba por los brazos y me lanzaba en el sofá. Se dejó caer a mi lado y yo me tiré sobre él, revolviéndole el pelo entre risas y por un momento olvidé todo lo que tenía en la cabeza.
El ambiente es azul pero a la vez rojo, es difícil de explicar pero es una sensación agradable.

-Ya te me puedes quitar de encima, si a la señora le apetece- me dijo hablando como uno de esos mayordomos de las películas. Agarré el cojín más cercado y le dí con él en la cara al chico y el contraatacó.
-¡No! ¡Para!- grité entre risas mientras corría por mi casa. Me sentía como una niña pequeña jugando.

Llegué a mi cuarto intentando escapar de mi amigo pero aprovechando que me había caído en la alfombra, Nico me puso boca arriba sentándose encima de mi y agarrando mis muñecas para q no pudiera levantarme.

Los dos nos levantamos entre carcajadas.
-Has perdido- Me dijo mirándome con sus ojos azul eléctrico. Reí.
No nos dimos cuenta pero el tiempo había pasado muy deprisa y ya era de noche.

Nos paramos de reír cuando oímos un ruido en las escaleras cercanas a la puerta. <<¡Son mis padres!¡No puede ser!>>- ¡Escóndete debajo de la cama!¡Y no hagas ruido!- Le ordené al chico alarmada. Él me obedeció confuso murmurando -¿Pero por qué?- No me dio tiempo a contestar y mis padre ya habían llegado.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2017 ⏰

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