Sinopsis
Miranda Miller, de 20 años de edad, es una gran admiradora de la exitosa banda One Direction.
Luego de su "separación", Niall Horan daría un concierto en la ciudad natal de Miranda: Nueva York, para promocionar su nueva música.
Niall era...
-Ya que tengo el honor de estar frente al chef, quiero felicitarlo porque esto es como visitar el paraíso. -Dije en tono de Anthon Ego de Ratatouille, a lo que Niall rió.
-No esperaba menos amable señorita. -Respondió arrogante, de nuevo. Luego nos echamos a reír.
Terminamos de cenar y nos sentamos en una mecedora de madera con techito que tenía Niall, una enredadera colgaba alrededor formando un lindo marco.
-¿Qué es lo que más disfrutas de la vida? -Me preguntó de repente, no me miró, ambos veíamos algún punto del patio.
-Los amaneceres, pasar tiempo con mis seres queridos y la música, esa no puede faltar, hace todo mejor. -Contesté con una sonrisa.
-¿Y tu? -Suspiró.
-Sin duda alguna hacer música. Puedo expresar lo que siento, lo que creo y lo que pienso en un poema acompañado de una melodía y luego transmitirlo a los demás. -Admiraba su perfil mientras hablaba. -¿Y sabes qué es mejor?
-¿Qué?
-Cuando estoy en el escenario y miles de personas me demuestran su cariño y apoyo, cantan cada palabra.... y me acompañan alumbrando el lugar con sus celulares; yo veo un mar de estrellas, me iluminan, me hacen brillar, pero no me refiero al éxito y la fama, sino a mi alma y a mi corazón, me hacen ser mejor persona cada día. -Hablaba como si estuviera en trance, con una emoción inexplicable.
-Wow, yo vivo exactamente lo mismo, pero del otro lado. -Dejé de mirarlo para ver el hermoso techo de luces. -Del lado del público, pero yo veo una sola luz, un reflector que muestra al cantante, ese que a través de su música ha tocado mi corazón y ahora está ahí frente a mi, sin importar si estoy cerca o lejos, y entonces llena el lugar con su buena vibra, con su esencia, contagiando a todos.
-Jamás lo había visto así. Desde la perspectiva de una fan, creo que finalmente sentimos lo mismo. -Dijo mirándome curiosamente.
-Si, y apenas nos vamos dando cuenta. -Reí suavemente y él me siguió.
-Hey, ¿escuchas eso?. -Preguntó entusiasmado.
-¿Qué? -Fruncí el ceño.
-Es "The Only Exception". -Se levantó y tomó mi mano guiándome a un espacio vacío del patio.
Posicionó sus manos sobre mi cintura, haciendo que una gran corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo. Rodeé su cuello con las mías y conectamos nuestras miradas. Comenzamos a movernos al ritmo de la música, lentamente, sin hablar, sólo disfrutábamos uno del otro. Recargué mi cabeza en su hombro. Luego de un minuto, Niall rompió el silencio.
- Desde la primera vez que te vi causaste algo en mi. -Levanté la cabeza y lo miré atenta, volviendo a la posición anterior.
-Te veías tan tierna y vulnerable, tratando de que te entendiera, de que no me molestara contigo; luego te fui conociendo y cada día fuiste robando una parte de mi corazón, hasta que te adueñaste de él por completo.... sin esforzarte, siendo simplemente tu.
-Tu hiciste que fuera así, porque.... porque contigo me siento diferente, puedo ser totalmente transparente y sin miedos.
Seguíamos bailando sin dejar de mirarnos.
-Miranda...
-¿Si?. -Sentía mi corazón latir cada vez más rápido.
-¿Quieres ser mi novia?. -Espetó, finalmente.
-Niall... Tu robaste mi corazón mi corazón desde hace 5 años, y ahora que te he conocido has dejado marcas, marcas que dejan claro se es tuyo. Sí, sí quiero ser te novia.
Niall sonrió y me dio una vuelta para luego atraparme y besarme. Era un beso suave y delicado, nos separamos unos centímetros sólo para conectar nuestras miradas de nuevo, soltamos una pequeña risa y seguimos bailando.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
• • • • • •
Esa último foto era la de portada pero no sé por qué no me dejaba ponerla así que la dejé al final.