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Eloísa Smith

Al llegar a la casa Justin se encargó de bañar a los niños mientras yo sacaba los ingredientes para la cena de hoy.

Hoy haría un pollo desmenuzado en salsa de mantequilla de ajo con pasta en sala de Alfredo.

No quería pensar en estos momentos.

Solo quería relajarme un poco.

-La cena huele deliciosa- me abrazo por la espalda

-Debemos hablar- susurre para que el asintiera

-Lo haremos una vez los niños estén entretenidos en sus habitaciones-

La que asintió esta vez fui yo.

-No señorito, esta es un área para que los adultos estes solamente- me soltó para sacar a Matthew de la cocina

-Uste también pequeño torbellino- vi como tomo en sus brazos a Deborah

En unos 15 minutos ya todo estaba listo.

Servi la comida para todos y nos sentamos en la mesa.

En la cena como siempre Matthew comenzó con su interrogatorio a su padre.

-¿Porque te saliste de la piscina papi?-

-Fui a buscar algo al auto- Justin le mintió

-Oh-

-¿Nos piensas dejar de nuevo?- Justin negó rápidamente

-Para nada, ustedes son mi vida y si no los tengo me muero-

-Gracias por no dejarnos- Matthew siguió comiendo su comida.

Al terminar de comer me encargue de subir a los niños a sus habitaciones.

Procuré que todos se limpiaran sus boca, claramente a mi princesa la tuve que ayudar.

Acosté primero a Matthew y le leí uno de sus cuentos para que se durmiera

Se que estar en la piscina le había agotado las energías.

Con Deborah la mecí en mis brazos mientras ella se quedaba dormida.

La deje en su cuna para ir de nuevo a la sala.

Justin había preparado dos copas de vino.

-Ven- golpeo el sofá en donde estaba sentado

Tome un poco del vino para mirarlo.

-¿Qué te hizo pensar así?- sé que quería respuestas

-Realmente pensé que había dejado todo de lado, pero que me dijeran que no tenía orgullo de mujer me dolió- sentía mis ojos arder

-De eso tienes y mucho amor, no fue fácil conquistarte de nuevo. Me hiciste entender lo imbécil que soy, pero a la misma vez me hiciste madurar. Tú no querías un niño que saliera todo el tiempo de fiesta a tu lado. Tú querías a un hombre que te esperara en la casa- pauso

-En un principio yo solo era un niño disfrazado de hombre para tener tu amor- se acercó a mi

-Se que has cambiado mucho y lamentó mucho el dejarme influenciar por lo que la gente de afuera opina- el acaricio mi mejilla

-No tienes nada del porque disculparte- me abrazo

-No negare que si me hizo enojar un poco que lo que ella te dijo afectara lo nuestro y que fuera difícil hablar en ese momento- se separó para que lo mirara

-Lo siento- me disculpe una vez más

-No dudes de mi cuando ya hemos hablado de este tema muchas veces como pareja. Recuerda que nuestros hijos son los más que sufren ahora mismo por nuestras indecisiones- acaricio mi mano

-Lo menos que quiero es que nuestros hijos sufran- confesé

-¿Quieres seguir con esta relación?0 me miro dudoso

-Jamás pensé en terminarla- le sonreí

El me abrazo mientras ocultaba su rostro en mi cuello

-Se que en el pasado hice todo mal, pero ya no soy ese Justin- asentí sin soltarlo

-No quiero que llores más por esto- asentí mientras el secaba mis lagrimas

-Somo un equipo ahora mismo y por lo que sientas dolor o tristeza me gustaría que me lo dijeras- asentí para besarlo

-Prometo aprender a hablar contigo de mis sentimientos- él sonrió

-No te quiero perder-

-Yo tampoco quiero perderte mi reina y mucho menos a mis hijos- beso mis labios

Continuamos hablando de diferentes cosas que como pareja deberíamos resolver.

-Ya es hora de que me vaya- miro su reloj

Asentí para ponerme de pie con él.

-Mañana llevo a los nenes a su cuido o escuela- asentí sonriendo mientras lo seguía a la puerta

-Nos veremos mañana- me recosté del umbral

-Que descanses- tome su mano para no dejarlo ir

-No dudes del amor que te tengo y el amor que les tengo a mis hijos- me abrazo logrando que sonriera

-Jamás lo dudare-

Nos separamos para que el me diera un beso corto y se fuera a su auto.

Cerré la puerta sintiéndome feliz de saber que de cierta forma habíamos aclarado ciertos puntos.

***

A la mañana siguiente me levante con un olor delicioso a tostadas francesas.

Asustada baje a ver quién era.

-Oh eres tú- sonreí al ver a Justin

-¿Esperabas a alguien más?- me miro curioso

-No- sonreí para subir de nuevo a mi habitación

Debía arreglarme y después levantar a los niños.

Me duche y me coloque uno de los trajes que uso en ocasiones para la empresa.

Hoy era uno color azul royal que llegaba a la mitad de mis muslos. Era bastante ceñido, pero me agradaba como me quedaba.

Mi cabello lo recogí en una coleta alta.

-Buenos días mami- me sorprendí al ver a mi hijo vestido con su uniforme

-Pero que hermoso esta mi príncipe- acaricie su cabello

-¿No tienes tareas?- el negó

-No, papi me ayudo el viernes- me sonrió

-Muy bien- aprete sus mejillas no tan fuerte

-Eso duele- se quejo

-Matthew vamos a desayunar- me sorprendí de ver a Justin con toda su ropa mojada

-¿Qué te sucedió?- intente no reírme

-Deborah-

-¿Cómo es eso? Deborah es un ángel- me reí

-Si, pero cuando está en el agua no- ahí él tenía un punto

Cuando la bañaba siempre terminaba con una prenda mojada.

A ella le encantaba patear el agua siempre.

-¿Tienes ropa adicional?-

-Si me traje una mochila con ropa- asentí para ir por Deborah

Cuando bajamos ya Deborah estaba en su silla de comer.

En la mesa ya él había colocado la comida para todos.

Mientras desayunábamos Justin se encargaba de darle de comer a Deborah.

-Gracias por ayudarme con los niños- le sonreí

-Gracias a ti por ser la madre y la mujer con la que en algún momento me quiero casar-

No podía ocultar que definitivamente a pesar de todo él era el hombre que amo. Es el padre de mis hijos y el único hombre que se preocupa por ellos de una manera muy sincera.

Soltera, pero con un hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora