Antes de mi suicidio

Capítulo 1

 -Perdona mi curiosidad pero cuéntame de ti, así esto se hará más ligero. 

- Solo si terminando.... ¿me cuentas tú va? 

- Está bien.

- Pues tengo 21 aunque parezca de 17, nací en España pero vivo aquí con mis padres quienes son los fundadores de todo lo que ves aquí, ellos seguramente te dieron insignias y fueron tus profesores, este es prácticamente mi trabajo, me gusta toda clase de música en especial la irlandesa, de comida prefiero la vegetariana, mis colores preferidos son el café y celeste, me gustaría tener mi propio caballo y viajar con el alrededor del mundo mundial. Soy de las personas más trabajadoras, fieles y cariñosas que conocerás pues me preocupo por el bienestar de las personas que quiero, vas tú.

 - Vale pues realmente no sé que contar de mi.

- Oh, vamos todos tenemos algo que contar aunque no lo digamos, ahí está en nuestros pensamientos, soy de los que cree que tenemos una historia en nuestra vida que nos marca y nos hace como somos ahora, también creo en la leyenda del hilo rojo. 

- ¿Hilo rojo? .

- Si, aquella que cuenta sobre que dos personas están destinadas a estar juntas, cada una lleva un extremo del hilo amarrado en uno de sus dedos y aunque se estire, o haga nudos jamás se romperá, al final pase lo que pase, las dos almas se encontrarán, por eso aveces yo pienso que esa historia va ligada a cuando sentimos esa extraña sensación en el pecho, de que conocemos a alguien que jamás le hemos hablado o al besar se siente una gran conexión; pero hay que saber diferenciar con detalle los sentimientos porque tendemos a confundirlos con pensamientos negativos o costumbres de la sociedad. Entonces ahora sí cuéntame de ti, siéntete en total confianza.

 - Aun no sé qué decir, esa leyenda me dejo boquiabierta. 

- Entonces ¿no quieres hablar he? recurriré a la vieja confiable, ella nunca falla, te interrogare. Pregunta número 1 señorita , ¿color favorito?.

-Am,am, rojo, verde, mostaza, negro y azul.

 - Correcto! Pregunta número 2 si fueras un animal, ¿cuál serías?

 - Creo que un conejito.

- ¿Lo dices por chiquita y cachonda?.

 - Jajajaja, te pasaste, claro que no, soy un pan de jisus. 

 - Un pan de jisus con bikini sin duda, pero no cualquier pan he, uno así bien ricolino suavesito y esponjosito de vainilla espolvoreado de azúcar y canela, mermelada en su interior y nuez. Definitivamente te comería entera en un mordisco. 

 - ¿Asi? Pues tú serías el capuchino en el que me sumerja, o la nutella con la que me unté. Oh no, creí que lo había pensado, perdón, perdón soy una descarada.

 - Jajajaja, ya ves cómo sí sabes qué decir; me estás haciendo el día, pregunta 3, ¿algún recuerdo de la infancia?.

 - Ah, mis padres son gays me adoptaron en una casa de huérfanos, y sigue esa imagen en mi memoria de cuando mis verdaderos padres me dejaron ahí, pues tenía unos 5 años, ellos eran algo viejos para cuidarme al contrario de mis 2 papas quienes tenían 22 y 23 respectivamente cuando me adoptaron.