El primer pueblo

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Entro al pueblo y siento que ocho pares de ojos me siguen a cada paso. Ya puedo ver la punta del Palacio que asoma tímidamente por encima de las cabañas. Me dirijo hacia allí, las puertas estan abiertas, las cruzo y un blint me pregunta quién soy y por qué estoy aquí. Le cuento que me dirijo al Páramo de Flemt, pero que Kirian me ha enviado a los siete pueblos atacados a buscar familiares de los habitantes secuestrados. Me gustaría que alguien me acompañara. Después de contarle toda la histroria me envía a un despacho de la segunda planta. En la puerta veo un cartel. Éste es el despacho del General Potts, el general del pueblo. Al entrar me sugiere que me siente delante de él, al otro lado de la mesa. Vuelvo a contar lo que ha pasado hoy. Potts no dice nada, observa su lápiz girando en sus manos. Finalmente dice:

- En media hora convocaremos a todos los ciudadanos de Rostapic en la plaza Fash. Se les contará lo que vas a hacer y que aquellos que quieran podrán acompañarte.

Me ofrece unas galletas típicas del norte y un zumo de una fruta que desconozco. Dicen que sólo crece en los bosques Lerona, que están cerca del lago del mismo nombre.

- Estarás cansada y necesitas recuperarte. Se te facilitará una sala del palacio para que puedas pasar la noche. Mañana a primera hora tú y tus nuevos compañeros podréis reanudar el viaje que has empezado esta mañana. Talmo, el siguiente pueblo en el camino, está a media hora de aquí – dice Potts con tono tranquilizador.

- Perfecto. Gracias por vuestra ayuda – intento ser amable, mostrar mi agradecimiento, pero no creo que esté sonando muy convincente. Estoy demasiado cansada y no puedo mostrar mi alegría –. Le prometo que haré todo lo que esté en mi mano para regresar con los familiares secuestrados.

Llaman a la puerta. Es un kedensie – así llamamos nosotros a los centauros – que viene a buscarme. Me acompaña a la habitación donde descansaré esta noche. Mientras caminamos por los lujosos pasillos del palacio me fijo en su larga trenza castaña. Le llega hasta la mitad de la espalda.

Mi habitación es sencilla, tiene una cama, un armario y una mesa de despacho. En el escritorio me han dejado unas cuantas galletas más, un poco de fruta y una jarra de agua.

Después de preguntar si puede pasar, el kedensie que me ha traído hasta aquí entra en mi estancia. Me dice que es hora de ir a la plaza Fash. Camino arrastrando los pies por las irregulares piedras que cubren el suelo del pueblo. Potts nos espera, nos unimos a él y subimos las escaleras de una casa para que todos los asistentes nos puedan ver.

El general empieza a hablar. Agradece a los ciudadanos que hayan venido y les recuerda lo que pasó con los flems hace una semana. Les cuenta mi historia rápidamente y pregunta si alguien me quiere acompañar. Se alzan tres manos. Dos de ellas pertenecen a kedensies, la otra voluntaria es una niña. Me recuerda a Polly, incluso parece más pequeña que mi hermana. Al ver a la niña con la mano levantada, un chico corre hacia ella y le dice que no puede hacerlo. Creo que la niña quiere recuperar a su familia. El chico le sugiere que se quede, al parecer él nos va a acompañar.

Potts sugiere a los voluntarios que se despidan de sus familiares y amigos. Los dos kedensies se acercan a nosotros. Toda su família está en manos de flems y no se deben despedir de nadie. El chico se despide de la niña que se ha presentado voluntaria. La deja a cargo de unos amigos, le da un beso y viene con nosotros.

Volvemos al Palacio Creegly y nos sentamos los cinco alrededor de una gran mesa de madera. Yo estoy en un extremo y Potts está al otro lado. Los tres nuevos voluntarios están sentados a los lados de la mesa. El general extiende un mapa de Malmir. Señala el camino que deberemos seguir. Cree que en 3 días ya habremos visitado los siete pueblos. Nos aconseja que descansemos y que salgamos temprano por la mañana. Tendremos preparada agua y fruta para llevarnos, aunque como el siguiente pueblo está a media hora no necesitaremos mucha comida. El general se va.

Nos traen la cena. En los palacios siempre sirven grandes banquetes; pasteles, estofados, ensaladas, inmensos platos de pasta, pollo asado, pescado con verduras... Mientras comemos explicamos a quién hemos perdido en el secuestro de los flems y queremos recuperar. La chica kedensie se llama Kats y el chico Gatts, son mellizos. Ellos quieren salvar a sus padres, su hermana mayor, su abuelo y sus primos. Han sido la família más afectada por el ataque. El chico se llama Jake. Una de sus hermanas pequeñas y sus padres han sido secuestrados. Les cuento que han secuestrado a mis padres y he estado a punto de perder a mi hermana. Charlamos un rato mientras cenamos y cuando terminamos nos retiramos a nuestras habitaciones para descansar.

Recorro los pasillos lentamente y cuando llego a mi habitación me dejo caer en la cama. Se está tan bien que olvido el motivo por el que estoy aquí y me duermo en seguida.

Mi hermana, mis padres, Nelm, el Sr. y la Sra. Eroius ... Están todos aquí, rodeando mi cama en el Palacio Creegly de Rostapic. Les pregunto a mis padres cómo han escapado de los flems pero no recibo respuesta. Permanecen todos en silencio. Finalmente es mi madre la que habla.

- No hemos escapado, hija. Si estamos todos aquí y no hemos podido huir, sólo queda una explicación. ¿No deduces lo que ha pasado?

Si no han escapado y yo no estoy en el páramo... ¿Eso quiere decir que … están muertos? ¿Yo estoy muerta? No puede ser, puede que los flems hayan matado a mis padres, pero Polly y la família Eroius estaban en Kronso. ¿Cómo han muerto ellos? Debo saberlo. Intento coger la mano a mi hermana pero mis dedos pasan a través de su cuerpo.

- ¿Estamos todos muertos?

- Tú no, querida. Tú estás durmiendo. - dice mi madre con su voz suave y tranquila.

Hacia el Páramo de FlemtWhere stories live. Discover now