Just Say 'I Do' [Yoonmin] [One Shot] ©

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Las Vegas, una y media de la mañana. Había sido una larga y estupenda noche para los siete integrantes de BTS, quienes habían ganado su primer premio Billboard.

Después de la ceremonia, todos terminaron exhaustos. Habían vuelto cerca de las diez de la noche, y, tras haber hecho una pequeña transmisión en vivo para agradecer a sus fans, se fueron a sus respectivos cuartos. Todos se durmieron en cuanto sus cabezas tocaron sus almohadas. Todos, menos dos de ellos.

Jimin recibió un mensaje.

Yoongi hyung

¿Vienes, Jiminnie?

Con una gran sonrisa, el muchacho corrió hasta la puerta de su habitación, salió de ella, y se dirigió al cuarto del mayor. Entró sin siquiera haber pedido permiso para ello, y se sentó en la cama, junto a él.

Yoongi no podía conciliar el sueño debido a la cantidad de emociones que había sentido horas atrás, y Jimin estaba allí por la misma razón. Por eso, y porque adoraba charlar con el pelinegro de temas triviales hasta altas horas de la noche.

Una vez que ambos estuvieron juntos, Yoongi tomó de encima de su mesa de noche una botella de vino que había ordenado hacía un rato, y dos copas de cristal. Ellos se hacían llamar también "compañeros de bebidas", ya que, de vez en cuando, solían tomar un trago juntos. De hecho, hacían casi todo juntos, y siempre disfrutaban de la compañía del otro.

El tiempo pasó volando, los temas de conversación cambiaron mil veces, y aquella botella de vino se vació junto a otras dos que fueron pedidas después. Eran ya las tres de la mañana. Ambos se encontraban en silencio, pero no era incómodo, sino agradable. Yoongi miraba atentamente algo en su celular, y Jimin tenía su mirada clavada en su copa vacía, la cual sostenía con una mano, mientras que repasaba los bordes con el dedo índice de su mano libre. Frunció sus cejas.

El mayor, al haber notado el estado de su amigo, puso una mano sobre su rodilla para sacarlo de sus más profundos pensamientos.

—¿Sucede algo, Jiminnie? ¿Por qué tan serio?

—Oh, no, solo pensaba.

—¿En qué?

—Cosas... En esto, en lo sucedido esta noche... en nosotros, si tengo que ser sincero.

—Ah, ¿sí?

Jimin asintió con la cabeza.

—¿Recuerdas el día en que nos conocimos?

—Sí, claro que lo hago —sonrió—. Ha pasado mucho tiempo, ¿lo notaste?

—Sí, recuerdo que estaba realmente confiado de que todo iba a ir bien, pero me avergoncé un poco antes de haberlos conocido —rio suavemente—. Fuiste la primera persona que vi, y notaste a primera vista mis nervios. ¿Recuerdas lo que me dijiste?

—Que no tuvieras miedo, que todo iba a salir bien, y que estaría contigo siempre que lo necesitaras.

—Sí lo haces... —contestó él mismo la pregunta que había hecho anteriormente—. Nos volvimos muy cercanos desde ese entonces —sonrió—. Tú me ayudaste mucho.

—Sí, y tú a mí, como aquella vez en la que tuve miedo de hacer el show. Era nuestra primera vez sobre un escenario.

—Fue la primera vez que te vi llorar.