¿Quién eres?

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-Los crímenes por asesinato han aumentado mucho últimamente, no se en que momento fue, pero recuerdo todo lo que desató, en este momento, parece que lo tengo, su espectral figura es inigualable-

Te tengo, maldito asesino, ahora preparate para pagar las consecuencias.

-Aquél bulto blanco rápidamente se acercó a mí y pude observarlo con detenimiento, sus ojos vidriosos y rojizos, causados por una cauterización en sus párpados, su sonrisa desfigurada, la mezcla de saliva y sangre que emanan de ella, muestran que alguien le hizo eso, me quedé estufepacto ante su presencia, nunca había visto algo así-

¿?:Señor....Policía....Detective?

-salió de su boca, unas palabras muertas, corriosasy rasposas-

¿?: Quiere...Usted irse a dormir?

-sentí el filo de su cuchillo rozar mi pecho al tiempo en que me movía hacia atrás en reacción a sus movimientos, saqué mi arma y sin pensarlo disparé hacía aquella cosa que parecía de todo, menos humana, empezamos a pelear por nuestra supervivencia, golpeó mi pistola con su cuchillo desviando los disparos, continuamos peleando y me despojó de la pistola, en una descarga de adrenalina empezamos a forcejear con el cuchillo, aún parecía inexperto, pero de repente cambio todo, se quedó quieto unos segundos con el cuchillo en las manos, bajó la mirada y comenzó a reír, primero de a poco, comenzando a aumentar la risa, volviéndose carcajada, abalanzándose sobre mí y aproximándo esa cosa a mí rostro, haciendo algunos rasguños sobre éste, rozando mí ojo izquierdo, luego el derecho, terminando por...-

Psicólogo: Terminó por sacarte el ojo, ya veo, lo siento señor Roman, la sesión terminó, nos vemos mañana a la misma hora, ¿vale?

Roman: V-vale, gracias, doctor

-Salí de aquel lugar, metí un cigarrillo a mi boca y lo encendí, una adicción creada por el estrés y la frustración de no poder atrapar a ese cabrón-

"No me he presentado, una disculpa.
Soy el Detective Alan R. Rivera de la Policía de Pacífic Ocean, llevo 10 años en la fuerza, iniciando como cualquiera, todo inició en los últimos años, una ola de asesinatos en niños y adolescentes entre 12 y 15 años, incluidos a veces los padres, empezó a generar pánico en la zona conurbana de la ciudad, todos los sobrevivientes describían a un chico, tal vez de unos 19, tal vez 20 años, de complexión delgada, vistiendo una sudadera blanca, pelo largo negro, la piel blanca, sonrisa enorme y los ojos vidriosos y algo rojos, con una voz corriosa y rasposa, todo lo que recuerdo, lo escribo en mis diarios, tratando de olvidar lo ocurrido, aún debo atraparlo, aún no termino contigo, porque..."

Ya casi te atrapo.

Ya casi te atrapo.Where stories live. Discover now