Capítulo 31

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NARRA LORRAINE

Me giré despacio, y vi a alguien apuntándome con un revólver.

-Oye, oye no nos pongamos nerviosos, yo soy una empleada del club, ¿qué quiere?

-Usted no es empleada del club, enséñeme su identificación.

-Ahhh... no tengo identificación. Pero necesito continuar con mi trabajo, son órdenes directas del presidente.

-Me parece que no.

-Por favor es muy importante que me deje seguir.

El policia iba a responder pero empecé a correr pasillo abajo.

-¡Espere! ¡Pare!

No paré de correr, hasta que llegué al cuadro de luces, el policia seguía corriendo detrás de mi, pero me escondí y pasó de largo.

Cogí una horquilla que llevaba en mi pelo e intenté abrir el cuadro de luces, unos diez minutos después lo conseguí, pero cuando iba a bajar todos los fusibles recibí una llamada de Koke.

-Lorraine, Lorraine, la directiva del atleti acaba de llegar a la sede del United.

-¿Qué? ¿Qué hace aquí la directiva?

-Quieren quedarse con Antoine, el presidente les está amenazando con una multa, apaga ya las luces.

-No se si lo sabes pero acabo de huir de la policia, no me presiones.

Bajé todos los fusibles que vi y la luz se fue.

Empecé a correr hacia el despacho y al abrir la puerta vi a la directiva del atleti rompiendo el contrato.

-Antoine es nuestro y lo será hasta que él lo decida.

-¡Detengan a esa muchacha!-dijo el policia entrando al despacho.

Entonces todos se fijaron en mi.

-¡Lorraine!-dijo Antoine que corrió a abrazarme.

-No se acerque ni un paso más señor Griezmann, o mato a esta chica.

-¡Eso es ilegal, usted es policia!-dijo Antoine

Notaba el frio metal del revólver a un costado.

-Muevete y te pego un tiro-me dijo-Quiero el dinero de su contrato ahora mismo, y el de la caja fuerte.

-Usted no es de mi cuerpo de seguridad, márchese-dijo el presidente del United contundente

-Es cierto no soy policia, y yo de usted despediría a la suya, ya que me he podido colar fácilmente.

El presidente intentó coger el teléfono disimuladamente, a lo que Antoine, al darse cuenta intentó despistar al atracador.

-Oye por favor no le haga nada, yo me ofrezco a ser su rehén.

-Eso no es posible, veo que ella tiene valor para ti. La necesito.

Mientras tanto vi como el presidente lograba marcar el numero de la policia y dejaba el teléfono descolgado.

-¡El dinero, en las bolsas, ahora!

NARRA ANTOINE

Cuando vi que el atracador tenía un revólver en un costado de Lorraine, el corazón casi se me salió del pecho.

Pero esa sensación se aflojó cuando me di cuenta de las intenciones del presidente, así que después de distraer al atracador, vi que pudo llamar.

-¡El dinero, en las bolsas, ahora!

Después de escuchar eso no supe muy bien que hacer, esperaba que el presidente le diera el dinero para salvarla.

Periodismo| Antoine GriezmannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora