cap. 2

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El pequeño Yamaguchi iba caminó a la escuela cuando a lo lejos pudo observar a los chicos que lo intimidaban. Al verlos decidió esperar hasta que estos se alejaran.

(El día anterior había sido salvado por tsukishima o al menos eso quiso pensar)

Mientras el pecoso se encontraba pensando en lo ocurrido no pudo darse cuenta que alguien le estaba hablando.

-Hey, oye HEY!!! Acaso estás sordo! -

-Lo siento no estaba prestando atención - en cuanto el pecoso vió de quién se trataba se sorprendió, no lo podía creer tenía frente a él,a tsukishima.

El pequeño empezó a hablar torpemente era demasiado para el, tener frente a él a una persona tan genial como tsukishima era un sueño.

- Yo e.. bueno, yo quie... quiero darte las gracias por lo de ayer- dijo mientras apartaba la mirada y temblaba.

El solo lo miró, podía darse cuenta que estaba un poco asustado, por la forma en que jugaba con sus manos y apartaba la mirada, eso mostraba su nerviosismo y susto. Sabía que debido a su altura podía llegar a intimidar a los demás niños.

Kei suspiro - Tranquilo no te haré daño, no soy como esos tontos -

El pequeño solo lo miró y sonrió, provocando un leve sonrojo en el chico de anteojos. Quien no se sonrojaria al ver tan bella sonrisa más aún cuando se encuentran adornadas por varias pequitas.

Kei se atrevió a preguntar -Que es lo que haces?, no piensas ir a la escuela? -

-Yo, yo solo estoy haciendo tiempo - decía el pequeño mientras seguía jugando con sus manos.

Kei logro ver a lo lejos a tres chicos, ellos se encontraban en una pequeña tiendita, aun faltaba para que las clases empezarán. Con solo observar pudo entender el porque el pequeño seguía ahí.

-Si quieres podemos irnos juntos - dijo mientras apartaba la mirada.

Para el pequeño Yamaguchi esas palabras fueron su salvación. Sabía que si pasaba junto a tsukishima aquellos chicos no se atreverían ha hablarle. En cuanto ellos pasaron los chicos no dijeron nada, solo observaron como los dos chicos pasaban.

Desde ese día Yamaguchi y tsukishima se volvieron amigos.

Yamaguchi pasaba la mayoría del tiempo con tsukishima a pesar de no ir en el mismo salón. Ambos se juntaban en los recreos y ambos se ibán y regresaban juntos. Gracias a la amistad que el pecoso formó con tsukishima los niños que frecuentemente lo molestaban dejaron de molestarle, al menos por un tiempo.

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