Vértigo y Descenso

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El tiempo corria lento y otolondrado, soló un par de nubes figuraban en el cielo y el sol de un naranja apagado les coloreaba las orillas.

La habitacion se llenaba al compás de una improbista llovisna y mientras gabardinas y sacos humedos colgaban de percheros, predispuestos para la ocación, los respectivos dueños se acomodaban con taimada alegria sobre improvisados asientos; algunos cajas y otros almohadas otro resto utilizaba soló su par provisto de piernas, cruzadas una sobre la otra, contra la suave y todavía calida arena que hacía de granulada alfombra bajo de ellos y así entre prolongadas sonrisas y el atisbo de un arcoiris tras las ventanas todo fluía con aterciopelada naturalidad.

Hacia apenas dos noches y contra todo pronostico, habían sesado ya las corrientes del frio viento que caracterizo a febrero y ahora, en su lugar, soló armonizante y calido silencio colmaba el aire, aces de rosada luz agonisante se colabán entre las percianas y el dulce sabor a sal y hierro contra la lengua prefaciaba primavera; mañanas calurosas, tardes humedas, noches frescas... Dulces días de anticipada primavera.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2014 ⏰

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