A Ti Es A Quien Quiero

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-Siempre hay alma de niños en nosotros, y al ver tus ojos aún puedo ver a esa tierna niña, de cabellos chocolate y ojos lindos, corriendo tras su balón, feliz, pedaleando vuelta a casa, aun esta esa Madelein, aun esta y yo la veo, no la enjaules, ella no tiene la culpa - secó mis lagrimas de nuevo, y ambos reímos al unísono - Que te parece si cocino una buena lasagna con vino tinto, a y otra cosa Max vendrá por la noche, osea en unas horas, quiero que lo conozcas, por que quiero que veas que hay esperanza para todos, y que conseguí al mejor hombre de todo el mundo - era el mi ejemplo de salir adelante, protestó durante días en Washington exigiendo el poder contraer nupcias con un hombre, aguantó las burlas y las críticas de todos los presentes, no se dio por vencido, y aun cuando el papel no le interesaba, solo que hacerle saber a todos que tenia voz, y que nadie lo callará, no es un hombre afeminado, y no tiene por qué serlo, es un hombre como cualquier otro, y su felicidad, su seguridad, lo hacen diferente a todas esas personas que se oponen al amor, por que para él, las voces que quieren callarlo, le hacen tener un megáfono en la garganta -


Compramos los ingredientes, vino, papitas, y cosas para el baño, se quedarían conmigo, dormirían juntos, no me molestaba ni podía hacer mucho, solo tenia una habitación extra, y son pareja, que puedo hacer para negar les algo. Olvidé todo el dolor que pude pero, esos recuerdos a su lado, fueron el destello de luz entre mi obscuridad absoluta, fue paraguas en mis días de lluvia, y fue sol en mi tormenta. Por que para mi seguíamos teniendo dieciocho, nadando en el agua fría del río, al lado del bosque, por que aún cantábamos hasta el amanecer, no han muerto nuestras risas. Fuimos por Max al centro de la ciudad, el estaba a cargo de la exposición de arte de una galería fotográfica, y llevaba unos días en la ciudad, al llegar y verlo ahí solo pude pensar, es todo lo que necesita en la proporción adecuada. Bajamos del auto y el ya nos veía sonriente, en realidad a él, es difícil estar separado del amor de tu vida, un día puede volverse un año.

-Max - se acercó a él y le dió un beso en medio de la calle, la gente se detenía a verlos, pero ellos, solo se fijaban en ellos, nada más existía a su alrededor en ese instante - Quiero presentarte a mi amiga Madelein, es de quien te e contado - el era tal como lo imaginé alto, con barba, no muy larga que lo hacía ver varonil, de ojos verdes y cabello castaño, alto, vestido con unos jeans y una playera pegada color blanco, de notables músculos bien marcados, realmente guapo -



-Es un pacer Madelein - extendió su mano y la estrechamos, solo que el tiene muchas fuerza, y al sujetarse sentí un leve dolor - Es magnífico conocerte la fin mi Robert no dejaba de hablar de ti -



-El gusto es todo mio - sonreí y asobé mi mano después de estrecharla - Pues  vamos que es algo tarde y esa comida tardará, ya tengo hambre Robert así que espero seas rápido - reí graciosa y ellos entendieron mi comentario - Pueden quedarse en mi casa, es grande y hay una habitación extra, no es mucho pero así pueden estar tranquilos, hay médico en casa - subimos sus maletas al auto, el iba de copiloto y solo veía las miradas que se daban, eso es amor, y así debe ser, sin ser forzado, solo tiene que llegar -



No tardamos mucho, Robert aparcó frente a mi casa y comenzamos a bajar las bolsas y llevarlas a casa, todas las inmensas bolsas del super, fue grandioso, por primera vez en mucho tiempo no me importó desacomodar nada, ni un cojín ni la alfombra. Ya casi habíamos llevado todo a la casa pero aun faltaba una cosa, y yo regresé por ella y luego iría a poner la mesa y servir vino. Estaba sacando la pequeña bolsa que llevaba con mis cosas, cerré la puerta y comencé subir las pequeñas escaleras que me llevaban al portón de mi casa una voz me hizo voltear.


-Eras tú - voltee de inmediato desconcertada, Tom estaba frente mio, vestido con un pantalón negro y una camisa azul, con el cabello alborotado y con la cara pálida - Lo que quería decirte el otro día era eso, que lo único que quería era estar contigo, lo que viste no es lo que parece ser, ella y yo no... - lo interrumpí, no quería oír más eso que sabía me haría caer de nuevo -



Cuando Nos Descubra La Casualidad Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ