El Territorio de Aguamarina || Capítulo 1

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La brisa del mar se siente fresca. Cada partícula de agua, cada partícula de vida que acaricia tu cara cuando estás viendo al horizonte en los ojos de un marinero. La esperanza y el olor al vino con el que cada marinero inicia su travesía, eso, ese sentimiento había desaparecido en Ibiza, el Capitán Aguamarina.

Ibiza: Cada vez que respiro fuera de las bodegas, los camarotes o todos los pasillos interiores del barco, recuerdo la pesadilla misma encarnada, recuerdo el rostro de mis amores siendo devorados por una bestia marina. Después de la caída de mi esposa y mis dos retoños, el mar se convirtió en mi amare.  - Eso recuerda Aguamarina con dolor. -

Ibiza: El mar es mi hogar, el agua me observa llegar y extiende su regazo para abrazarme. Aunque el mar sea mi vida y mi techo, hay unos parásitos que atormentan a mi preciosa amada, y se hacen llamar sirenas. Las sirenas se han llevado  a mis hijas, a mi esposa y estoy seguro que se han llevado a muchos de mis marineros.

Aguamarina enciende un cigarro y lo lleva a su boca, aspira el humo profundamente y lo suelta. 

Ibiza: Y si la biblia tiene razón, con orgullo me iré al infierno después de matar a cada una de esas bestias - El Capitán deja caer un poco de las cenizas al mar. -

Después de tomar un descanso del escándalo del interior del barco entra de nuevo a esa realidad donde los que no son alcohólicos, son apenas muchachos que se sienten mareados por la fuerza de la mar. El Capitán Aguamarina quería hombres fuertes y recordó el día en que la tripulación era de respetar pero ahora no eran ni menos a sombras del pasado, y los nuevo, sus ojos no se habían llenado de lágrimas lo suficiente, necesitaban aprender más.

El Capitán Aguamarina aún no está listo para volver a la realidad, el simplemente se deprime al ver lo mucho que la vieja tripulación se ha ido desgastando así como un cuchillo que corta menos que un geranio, pero lo que más le hiere es el darse cuenta que el no es ningún vino como para que los años le sienten bien. Se mira en el reflejo de un espejo.

" Ahí está un viejo que ha olvidado como rasurarse las barbas y lavarse los dientes. Sucio y sin talento, con los pulmones hechos ceniza " Eso era lo único que Aguamarina pensaba.

Ibiza: Lo he perdido todo. Todo lo que fue mío, ahora ya no existe, pero, aún conservo lo que nadie me podría quitar, y eso es mi preciosa amare, mi hogar y mi territorio. El mar que nunca me soltaría de la mano. Quizá, algún día, alguien con la fuerza que supere la mía, derribe a mi perla como sucedió en el pasado, más sin embargo, el mar me seguirá abrazando, al desplomarse mi nave y toda mi tripulación huya, ahí estará la mar abrazandome, y estoy seguro de que hará lo posible para defender mi cuerpo de los demonios que se hacen llamar sirenas.

" Lo podré perder todo, pero un Capitán nunca pierde su territorio. "

El Capitán AguamarinaWhere stories live. Discover now