Dakaria y Murdo: El comienzo de un amor inmortal.

Sonrojos y sonrisas.

Daka pov's

Sin que Murdo se diera cuenta, ví cómo me miraba. Tenía los ojos llenos de brillo y no los despegaba de los míos. Esta noche y esta mañana fueron.... Mágicas.

A decir verdad, imaginaba que Murdo tan sólo vendría por un momento, y luego se iría, y todo seguiría igual, pero no. Murdo está aquí, a mi lado, en mi cama, mirándome, y yo.... Y yo... Simplemente no tengo palabras para describir cómo me siento, ¿Es normal que de unas semanas para otras tu ídolo esté contigo mirándote como si no se quisiera ir nunca? No, son cosas que al principio piensas que nunca serán posibles, son cosas con las que sólo sueñas, pero hoy, justo ahora, Murdo está junto a mí, y es tan hermoso. Es tan hermoso el hecho de que esté aquí y él mismo lo es.

Siento que estoy soñando despierta.

Ahora mismo, me pregunto qué estará pensando él, ¿y si no piensa en mí? ¿y si no le gusta el hecho de estar aquí? Y él me mira y me mira, y no dice nada, sólo disfruta el silencio, y yo lo disfruto con él.

La felicidad desborda de mí y no puedo evitar sonrojarme cuando me sonríe, eso provoca que él sonría aún más.

-¿Qué piensas tanto que estás tan feliz?-me dice con ésa sonrisa tan linda que tiene. Ahora no sé ni qué decirle.

-Ahhhh.... Yo.... Sólo....-Balbuceo, siento que mis mejillas están tomando un color aún más rojizo, y Murdo, sonríe más. Perfecto, ahora me siento avergonzada.

-Daka, Daka, Daka.... ¿Sabías que me encanta verte así?-Dice mientras me atrae a sus brazos y planta un beso en mi cabeza, mi sonrojo sigue presente, pero al menos, siento que ya puedo hablar.

-Pues, en realidad, no lo sabía.-Digo cabizbaja. Murdo me levanta la cara poniendo su mano en mi barbilla y se acerca demasiado. Peeeeerfecto. Ahora sí que estoy sonrojada, el corazón me late a mil y ahora, sí que no sé qué decir, y menos aún, cómo reaccionar.

Murdo me analiza detenidamente, como si quisiera aprenderse mi cara de memoria, como ya he dicho antes, como si no quisiera irse.

-Dakaria Tepes, eres la medio-vampiro más hermosa que he visto.-Dice mientras se acerca más. El corazón se me acelera aún más y ahora está a 10000000 por minuto.

Ni siquiera somos amigos aún, prácticamente apenas nos conocemos, pero aquí está él, a punto de besarme.

Y sucede.

Me planta un pequeño beso en los labios, como si tuviera temor, como si temiera hacerme daño, pero, ¿qué daño haría un beso?

Luego, me mira la cara y acaricia mi mejilla, y mientras yo pongo mi mano en su cara, la atmósfera es tranquila, ambos estamos sonriendo, y es el momento más hermoso que he vivido hasta el día de hoy. Lo pienso dos veces, y antes de darle otro beso, mi puerta suena.

-¿Qué esperas para salir Dakaria Tepes? ¡No ves que ya es tarde para que sigas acostada!

Perfecto, mi madre tenía que arruinar el momento, gracias mami, en serio.