Lo que yo vi en él

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Hola mis amados lectores estoy emocionada, si todo sale de acuerdo a lo planeado, este sería el último capítulo.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

─No sé porque de repente le interesa tanto esa respuesta, Ichimatsu-sensei.

Osomatsu estaba roto. Muy roto.

El amor de su vida le había rechazado. No había sido para nada grosero y ahora es conocedor de lo que siempre quiso saber, está en la enfermería porque su rival de amor lo trajo aquí a que tomara un té. Era contradictorio el comportamiento del de morado. Todo esto le parecía una locura luego de todo lo que ocurrió, esto era una de las últimas cosas que pensó que le ocurrirían, más esa pregunta tan rara.

─Necesito que me respondas.

El más joven suspiro. Sonrió falsamente.

─ ¿Quién no se enamoraría de él? Esa misma pregunta me hago yo. Es lo que tenía ganas de preguntarle pero usted me sorprende con esas preguntas obvias.

─Si no vas a hablar seriamente entonces, toma el té y cállate.

Eso sorprendió al de rojo quien se agacho, listo para llorar otro poco.

─Responderé en serio con la condición de que usted también lo haga. Si luego de esto usted me responde con un monosílabo o no es sincero, me enfadare.

El de bata blanca suspiro y luego de esto solo asintió.

─Bien, esto será incomodo porque es usted y él es su prometido pero usted insistió. Yo al principio, no pude evitar quedar algo prendado del hombre atractivo y buena disposición; después de todo, es por ese lado suyo que todas las estudiantes se enamoran de él. Sin embargo, yo no me enamore de solo el físico. Karamatsu-sensei es tan amable, se esfuerza de verdad por ser un buen profesor. Le gusta enseñar y de verdad ama las matemáticas. Un gran sujeto, que no duda con esa mirada dulce tratar de aliviar las penas ajenas. Tiene toda esa mierda dolorosa a su alrededor y eso no hace menos visible el montonal de virtudes que tiene. No puedo evitar que me lata el corazón cada vez que tiene alguno de esos detalles que solo él es capaz de hacer. Suena pretencioso de mi parte decirlo, pero creo que yo veo más allá de ese cascaron tan llamativo. Yo estoy tan enamorado de su interior; podría ser muy feo y para mi seguiría siendo el dulce, torpe, amable, dedicado, con detalles extraños y buen profesor, Karamatsu-sensei. Yo en este punto, así me duela me conformó con que él sea feliz. Ver esa estúpida sonrisa me hace el día.

Al principio Ichimatsu sintió que sería otro caso donde el imán de su prometido hacía de las suyas, pero nunca se imaginó que resultaría ser algo tan profundo. Algo tan real. Tan real como lo suyo en su momento. Osomatsu de verdad estaba enamorado de ese tonto, y no solo embelesado por él. Lo veía con realismo y amaba esa bondad dentro de él. Ichimatsu se sentía cálido por una razón extraña: era la primera vez en ellos que alguien aparte de él lo veía y amaba de esa forma (de forma romántica claro está pues tiene familia y amigos reales).

Osomatsu estaba llorando todo este rato, su llanto era silencioso y a pesar de que hablaba como siempre, por sus mejillas no dejaron de escurrir las lágrimas. El enfermero lo vio largo y tendido.

Más que odiarlo, sentía pena por el muchacho. Era conocedor de lo doloroso que podía ser amar a ese tarado y que el muy tonto le rompiera el corazón. Que tuviera que soportar verlo feliz con alguien más. Se parecían en la forma de haberse enamorado, más una cosa cambiaba es que a Ichimatsu le toco la época donde Karamatsu no se amaba a sí mismo y por eso intentaba ser lo que los demás querían.

Enamorado como colegialaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora