No juegues con las sombras...

Capitulo 2

-Buenos días, estudiantes, hoy tenemos a un nuevo compañero, se llama andrew lleven se bien, con el.
-buenos días, me llamo andrew un gusto. Dirigió su paso hacia el único pupitre vacío, observaba entre hombro a sus nuevos "amigos", no tardo en escuchar susurros que decían "que chico tan raro" "de donde vendrá", que fastidio ya empecé mal, estiro la mano para sentarse y empezó a analizar a sus nuevos compañeros, pasaron la horas en la preparatoria A. I. Du pont middle school. En delawere Norte América. Estaba andrew en el parque sentado sobre la banca de la escuela.
Que aburrimiento - replicó andrew.
Se levanto con la cabeza agachada, dando tres pasos cuando de repente se  percato que estaba enésima de al parecer ¿una chica?..— ¡e-esto lo siento! — andrew se levanto, inclino su mano hacia la chica, ella la aceptó con duda... Y se levanto.

-disculpa — hablo en susurro, con la mirada fría y un brazo sosteniendo el otro.

-no te preocupes — me llamo...  A-andrew - hablo con nerviosismo.

- Un gusto, adiós. — dijo con la mirada perdida en la nada, inicio pasa para marcharse de la escena.

-A-adiós. — andrew volteo la cabeza. - que chica mas rara -tardo un segundo en asimilar su pensamiento, pues creyó ver que la persona de hace un momento no tenia sombra, a pesar de la vasta luz en el lugar, actuó de una forma rápida, alzo la voz y grito, ¡oye!...  Pero ya no había vista alguna, en el inmenso pasillo, de ella.
-debio ser mi imaginación.
¡AHHHHHHHH!! ¡Ayuda! 
Gritos de pánico empezaron a sonar, andrew pensó, deben provenir del baño de mujeres e inmediatamente salio a correr hacia esa dirección, cruzo el pasillo hacia el ala derecha, llegando ya al baño, quedo en shock, su mente tardo varios minutos en aceptar la escena frente a sus ojos, un lago de sangre decoraba el lugar, ante su mirada se encontraba la chica de hace unos minutos, degollada con un fragmento de vidrio que yacía en su mano, se dibujaba una sonrisa triste en los labios de su rostro, echa con el fragmento, sus muñecas igualmente contadas, el cuerpo se encontraba en una posición de rodillas mirando al techo, con una nota en su mano derecha, poso su vista en el espejo central del baño, cual curiosamente de los cinco espejos fue el único que no estaba roto, dejo escapar un grito ahogado, al ver que en este estaba escrito con sangre negra, "yo estoy aquí...andrew...no lo olvides"  dio un paso hacia atrás se tropezó con la puerta, cerro los ojos fuertemente, al abrirlos el espejo central estaba roto y sin mancha alguna de sangre,salio del baño a paso lento y temblando,su ultimo recuerdo fue ver de cerca el suelo, ya estaba en medio de la puerta desmayado.

-¿d-donde estoy?
Los rayos del sol que penetraban por la oscura ventanilla, un cuarto semi iluminado, se encontraba andrew en la cama de un ¿hospital?  Pensaba el. Empieza a abrir lentamente los ojos, para que estos se adapten a la poca luz del pequeño cuarto.
-Hola andrew, te encuentras mejor jiji — resonó una voz tétrica que recorrió todos los rincones de aquellas cuatro paredes, una silueta sombría, solo era visible su vasta sonrisa, inclinaba de medio lado su cabeza, en sus brazos yacía un oso de felpa al parecer de peluche, pero al igual que la silueta de lo que visiblemente era la de una niña, estaba totalmente sombría.

- Q-quien...  Quien e-eres — pregunto andrew con debilidad, temor y preocupación ante la imponente sombra.
-Solo soy tu amiga... Por cierto alisha te manda saludes... Jiji.

¿alisha?  Espera... Espera... Alisha ... Q-quien eres.. ¿amiga? — los ojos de andrew se tornaron en su totalidad de negro, empezó a convulsionar, de su boca brotaba sangre de un color negro total al igual que el de sus ojos, sus extremidades se torcían como una marioneta de porcelana,  a un abrir y cerrar de ojos, andrew estaba totalmente quieto, sus ojos se tornaron normales, toda la sangre escupida desapareció de la nada, la calma y el silencio reinaron en aquella habitación, aun en la lúgubre calma permanecía la sombra con su penetrante sonrisa fúnebre admirando con delicadeza inigualable a andrew. Solo permaneció la sombra de sonrisa tétrica admirando a andrew.

-Es hora de dormir andrew... Jiji — dicho esto la sombra fue desvaneciéndose como el polvo que descansa en el aire dejándose llevar a la nada.

Me siento solo, que fue eso, debo estar soñando, ¿alisha?... Quien era esa niña, debe ser mi imaginación... No tengo a nadie, vuelve a la realidad... Andrew despierta te ya deja de soñar, eso es debe ser una simple y fea pesadilla...