La Melodia de la Humanidad

Capítulo 8: Renovación

Ante esa explicación Caos comienza a pensar detenidamente en las palabras de Misato de como Shinji pudo tener esa herida — ¿Una explosión?... Algo me dice que debió de ser alguien que le dejó esa herida a Shinji — Va caminando hasta la puerta principal a... — Iré a ver a Shinji. Puede que me tarde bastante en volver — Se retira de la casa cerrando la puerta

— Entiendo... Que tengas suerte Catherine — Luego de dar sus frases de despedida inmediatamente comienza a recordar la ubicación del hospital en donde yace Shinji a lo que corre hacia la puerta— ¡Espera! ¡Shinji se encuentra! En... Se fue

A unos pocos segundos en uno de los tantos hospitales de la ciudad, Caos está sentada en una silla viendo de frente a Shinji acostado en su cama, notando que pese a tener los ojos cerrados el joven caballero de Atenea está despierto. A lo que mediante telepatía le pregunta

— ¿Estás bien Shinji? Por favor respóndeme

— Estoy bien Caos, aunque no estoy en condiciones de moverme a causa de esta maldita herida — Respondió el joven guerrero con mucha molestia de la herida que tiene

— Sobre esa herida Shinji ¿Como la obtuviste? O mejor dicho ¿Quién te la hizo? — Preguntó la doncella guerrera con mucha sospecha

— Fui a entrenar aprovechando que no había electricidad por toda la ciudad. Y de repente fui atacado por sorpresa por un rayo láser púrpura que me dejo está herida — Mientras le explicaba a su compañera de lo ocurrido, a su vez le envía una visión de todo lo que paso al enfrentarse contra aquel misterioso sujeto mitad hombre y mitad pájaro vestido como vaquero, y de cómo este le dominaba en medio de la pelea — Luche contra ese demonio y al final me gano. Pero lo extraño de la situación es que teniendo la oportunidad de matarme no lo hizo y se marchó sin más, de ahí use las fuerzas que me quedaban para ir al hospital lo más pronto posible

— Ya veo... Ojalá no debí haberme quedado dormida y así te hubiera ayudado en ese momento — Insinúo Caos con mucho arrepentimiento

— No te culpes Caos. Al fin y al cabo fui tomado por sorpresa en el momento menos oportuno, no tenía forma de como predecirlo ni tampoco me imaginaba que esos demonios iban a tomar iniciativa de esa forma — Dijo Shinji de forma calmada y reflexiva — Viéndolo de esta manera, significa que a partir de ahora tendremos que permanecer en total alerta a todo momento, e incluso dentro de los mismos entrenamientos. De la misma manera que me atacaron por sorpresa tú también hubieras corrido el mismo destino que yo

— Entendido, tomare nota Shinji — Asintió Caos con mucha seriedad — Por cierto ¿Que harás por ahora?

— Yo nada. Si bien ya no me duele tanto como hace unas horas, tampoco estoy a condiciones para moverme. Por lo que no tengo más opción que esperar — Explicó Shinji sintiéndose un poco frustrado

— Tengo una idea. Iré al santuario a hablarles a todos incluso a la mismísima gran Atenea para que te pueda ayudar — Contesto Caos muy motivada mientras se retira de la habitación

En el santuario más precisamente en la recámara principal de la diosa Atenea se encuentra Caos sentada de rodillas en frente de la diosa protectora del mundo

— Gran, diosa Atenea le imploro por favor que me ayude — Súplica la doncella de Coma Berenice con mucha humildad

— Dime Caos ¿En qué te puedo ayudar? — Pregunta Saori sentada en su trono — ¿Se trata de algo importante?

— Exacto mi señora, es sobre Shinji que se encuentra hospitalizado a causa de una herida en el abdomen que casi lo mata — Explicó la guerrera sagrada con bastante preocupación — Si no se le hace una operación a tiempo, posiblemente Shinji corra el riesgo de morir. Por favor le pido que lo ayude