Caramelos de Limón | Larry Stylinson | One Shot

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Harry amaba los caramelos de limón, amaba su forma, su sabor y su color, cuando los comía era entrar al paraíso, moverlos en su boca divertidamente hasta que se deshicieran, para después tomar otro y otro y otro.   

Podía comerlos por el resto de su vida, no había nada en el mundo que se comparara con su sabor.

[...]

Ese día Harry se encontraba sentado en una de las banquitas del parque, había niños jugando en los columpios, en los resbaladeros, en el carrusel, pero él no, él sólo estaba sentado, sonriendo mientras sostenía entre sus manos una pequeña bolsita.

- Hola Harry – Escuchó que lo llamaban, giró su rostro y lo vio, era su querido amigo Louis.

- Hola Louis – Lo saludó.

- ¿Qué tienes ahí? – Preguntó curioso al ver la pequeña bolsita que su amigo sostenía entre sus manos.

- Son caramelos, caramelos de limón – Sonrió.

- Oh, ¿Me darías uno? – Preguntó tímidamente.

Harry lo miro dudoso por unos segundos y después apretó la bolsita de caramelos contra su pecho.

No, no le daría, esos eran sus caramelos, eran suyos, por más que Louis fuera su amigo no le daría, él amaba sus caramelos y no los compartiría.

- No – Respondió cortante. 

- Pero yo quiero probarlos – Dijo con tristeza.

- No me importa.

Louis miró a su amigo e hizo un puchero con sus labios. 

- Está bien, de todos modos ni siquiera deben ser ricos – Dijo enojado.   

Los ojos y boca de Harry se abrieron sorprendidos.  

¿Cómo se atrevía Louis a decir que sus caramelos no eran ricos?

- Eso es mentira, mis caramelos son deliciosos – Reclamó molesto.

Louis sacó la lengua en un gesto de molestia y Harry frunció el ceño para después meter su pequeña mano en la bolsita y sacar de su interior uno de los caramelos, lo metió en su boca y empezó a saborearlo.

El castaño seguía observándolo, en verdad deseaba probar esos caramelos, así que después de pensar por unos segundos, sonrió, ya sabía cómo probar uno de los tan amados caramelos de Harry.  

- ¿Así que son deliciosos? – Preguntó mientras se acercaba hacia él. 

- Ajá, son muy ricos y tú no… – No terminó de hablar, porque en cuestión de segundos los pequeños y rosados labios de su amigo se posaron sobre los suyos.

Sintió mariposas en su estómago y sus mejillas se pusieron calientes, la pequeña lengua de su amigo entró a su boca y cerró sus ojos fuertemente.

Louis se separó lentamente de él con sus labios pintados de verde y sonrió.

- Sip, tienes razón, estos caramelos son deliciosos.

Harry estaba perplejo, ¡Su amigo lo había besado!

Lo miró, después miró su bolsita de caramelos y extendió su mano para dársela a Louis.

- T-toma los que quieras – Dijo bajando su mirada apenado.

- ¿En verdad? – Preguntó y Harry asintió – Gracias.

Louis se sentó a su lado en la banquita y empezó a comer  los tan amados caramelos.

Harry lo miraba de reojo, sintiendo como sus mejillas seguían calientes, una pequeña sonrisa se formó en sus labios al ver cómo su amigo comía sus caramelos, entonces lo supo, no había nada en el mundo que fuera más dulce y delicioso.

[...]

Harry amaba los caramelos de limón, no había nada en el mundo que se comparara con su sabor, a excepción de los labios, de su querido amigo Louis.

Caramelos de Limón | Larry Stylinson | One ShotWhere stories live. Discover now