-No, solo quería preguntarte por Nancy, creía que vuestro amor era eterno...-_fue diciendo Serenna cada vez más bajo.

-Nancy...-_murmuró Sid pensativo_-hacía tiempo que no escuchaba ese nombre...supongo que la muerte nos aguardaba destinos diferentes a cada uno-_concluyó visiblemente triste.

-Sid...lo siento, soy una tonta, no debí preguntarte eso-_se excusó rápidamente mientras se acercó hasta él.

-No digas tonterías, que para eso ya tenemos a Dead-_respondió el chico con una media sonrisa mientras se ponía a su altura_-¿me abrazas?

Serenna se quedó estática cual estatua de mármol mientras Sid la rodeó con sus brazos tranquilamente y lentamente ella le fue correspondiendo el abrazo. El mentón de Sid le rozaba la zona de la clavícula y el cuello, lo que provocó unas cosquillas que terminaron en una pequeña risa por parte de Serenna.

Poco después deshicieron en abrazo, el cual había puesto una sonrisa en las caras de ambos jóvenes.

Los días en compañía de Sid fueron pasando muy deprisa, aunque el moreno de pelo pincho no pasaba todo el tiempo con Serenna como había prometido, si no que más bien le hacía visitas a diario que ponían a prueba la resistencia cardíaca de Serenna debido a los sustos que se llevaba. Y así, pronto llegó el viernes, aquel día señalado en rotulador rojo en la agenda de aquella triste chica, que estaba intentando cambiar su suerte.

Durante las clases Jenna había insistido en ir de compras con ella, frases como "necesitas un bonito vestido" y "¿acaso piensas ir con el uniforme?" fueron las elegidas por aquella chica pelirroja más bajita que Serenna y de profundos y enormes ojos negros para convencer a su amiga. Pero la castaña no hizo el menor caso a las sugerencias de Jenna y excusándose en lo ocupada que estaba, dejó a esta sin acompañante para su tarde de compras.

Total, ni siquiera tenía pareja para el baile, así que no necesitaba un vestido caro y extravagante que la hiciese ver bonita para su pretendiente, si Serenna asistía al baile era únicamente por el grupo de rock y eso era lo único que le importaba.

A eso de las siete de aquel viernes, después de hacer algunos de los deberes que tenía, Serenna comenzó a prepararse, no sin antes recibir la visita Sid con sus ya habituales apariciones estelares rodeadas de luz y misterio.

El chico se tumbó en la mullida cama de Serenna mientras esta se adentraba al baño para darse una buena ducha.

La chica se tomó bastante tiempo allí dentro, era como una forma de relajarse y liberarse de todas las preocupaciones del día y salir renovada para la noche que le esperaba. En cuanto salió se secó cada recoveco de su aterciopelada piel y empezó a vestirse. Dejó su cabello semi-húmedo para que terminase de secarse a temperatura ambiente y conseguir de esa forma que quedase encrespado como a ella le gustaba. Luego abrió su armario sin saber qué ponerse ante la atenta mirada de Sid.

-¿A dónde vas?-_preguntó Sid curioso aunque ya sabía la respuesta a pesar de que Serenna no le había comentado nada.

-Al...baile de primavera-_comentó pensativa mientras observaba con detenimiento su armario.

-¿De veras? Creía que una chica depresiva y anti-social como tú huiría de ese tipo de acontecimientos

-Sí, yo también lo creía, solo que...bueno, resulta que un grupo de rock actuará durante el baile y, como nunca he ido a uno me hace ilusión ir-_respondió enfrascada en su tarea.

-Suena bien...y ¿con quién irás?-_preguntó Sid intrigado, Serenna suspiró.

-Pues iré sola...como siempre, la verdad era que estaba cansada de estar tan sola pero sentía que no era lo suficientemente guapa, ni inteligente, ni graciosa, ni poseía ninguna otra cualidad que hiciese que un chico pudiese fijar sus ojos en ella.

Después de esa pequeña conversación ninguno de los dos habló. Serenna se limitó a vestirse para el baile. Por fin había decidido qué llevar. No le dio más vueltas y finalmente eligió su falda del uniforme, aquella de estilo punk que decía ella, para la parte superior eligió una camiseta de uno de sus grupos preferidos, Iron Maiden. Se trataba de una camiseta negra con la mítica portada de The Trooper, la camiseta le quedaba tan grande o su falda era tan corta que esta casi era tapada por completo por la camiseta, a no ser por un par de centímetros. Para rematar el look se había puesto sus adoradas zapatillas Converse All Star negras, así como algunas pulseras de cuero con tachuelas. Por último se delineó sus ojos con lápiz negro y utilizó una sombra del mismo color, para sus labios eligió un color cereza que los hacía destacar, lo que terminó por darle ese aire oscuro, casi gótico a toda su imagen.

Ya eran casi las nueve de la noche cuando terminó de arreglarse y en cuanto lo hizo se despidió de Sid con un tierno beso en su mejilla dejándole marcado su lápiz de labios y se fue de allí.

Caminó por los largos pasillos y por los jardines de la residencia hasta el pabellón de deportes que era el sitio elegido para celebrar el baile. En su camino se encontró con muchas parejas acarameladas cogidas de la mano que al igual que ella se dirigían al baile. En cuanto se adentró en la estancia se sintió mal por un momento, como si estuviese fuera de lugar, aquel era un lugar para parejas dispuestas a pasar una gran noche y ella, ella estaba sola. De repente unas manos se posaron en sus ojos impidiéndole ver nada, pero no se asustó, sabía perfectamente de quién se trataba. Jenna era la única que acostumbraba a hacer eso y le fastidiaba que Serenna siempre se diese cuenta de que era ella.

-Jenna...-_dijo Serenna con toda la tranquilidad lo que hizo que su amiga retirase sus manos.

-¡Algún día, no seré yo y te llevarás un chasco!-_exclamó la pelirroja mientras se ponía en frente de Serenna, haciendo que esta la observase por primera vez.

-Oh, estás...guapísima como siempre-_dijo Serenna anonadada.

-¿En serio? Ves, si hubieses venido de compras conmigo tú también tendrías un bonito vestido puesto y no...¡¿eso es la falda del uniforme?!

-Em...sí-_respondió algo avergonzada.

De pronto el acompañante de Jenna hizo acto de presencia. Se trataba de un chico de su misma clase, Zack, algo callado y tímido que siempre sacaba buenas notas en ciencias. De este modo Jenna se despidió de su amiga mientras se agarraba del brazo de Zack para dirigirse a la zona de bebida, una especie de bar improvisado atendido por los alumnos de cuarto que se querían pagar de esa forma el viaje de fin de curso.

Y Serenna volvió a estar sola, pero ya estaba acostumbrada a que la dejasen tirada por lo que no le dio mayor importancia.

Minutos más tarde las luces se apagaron y se encendieron sólo las del escenario. Una voz por megafonía anunciaba el inicio del concierto que aquel grupo de rock iba a hacer esa noche.

De la oscuridad salieron cuatro chicos, los cuales se fueron colocando en sus respectivos puestos, uno en la batería, otro al teclado, uno al bajo y otro a la guitarra eléctrica. Pero el grupo no estaba completo, faltaba una pieza clave, el cantante. Pasaron unos minutos más, mientras los otros componentes comprobaban el sonido y hacían algunas modificaciones de última hora.



Notas finales:
Algunas aclaraciones, la Nancy a la que se refiere Serenna cuando habla con Sid es Nancy Spungen, novia de Sid Vicious, que al igual que el era drogadicta. Su relación acabaó cuando Nancy apareció muerta en la habitación de un hotel que compartía con Sid. Los detalles de la muerte de Nancy aún son desconocidos, pero se sospechaba que fue Sid quien acabó con ella: murió desangrada por una puñalada en el abdomen con un cuchillo de Vicious. (Si quereis saber más, Wikipedia haha)

Crees que vas a morir,pero solo quieres ser salvadaOnde histórias criam vida. Descubra agora