Capítulo 37: Día D

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El sonido de una bandeja cayendo al suelo y unas copas rompiéndose en piezas lo hicieron girarse solo para ver cómo Taehyung salía corriendo y se perdía entre la gente. Sus ojos perdidos vagaron sobre el rostro desconcertado de su hermana y las sonrisas triunfantes de sus padres.

-          En una hora estoy saliendo con ella rumbo a Busan, nos casaremos allá en tres semanas... y eso es todo, no quiero decir nada más.

Salió disparado hacia la puerta de salida del patio, quitándose la corbata de la forma más rápida que podía, mientras cruzaba los pasillos con toda la agilidad posible, solo deteniéndose al verlo meterse en una de las habitaciones de huéspedes. Llenándose de energía y decisión, empujó la puerta de un golpazo, sacudiéndose al encontrarlo temblando ahí,  de pie detrás de la puerta. Las lágrimas se acumularon en su rostro, pero sus ojos volvieron a brillar al verlo, conservando ese pequeño destello de última esperanza que intentaba desvanecer el miedo.

-          Jungkook...  - su voz salió distorsionada en un susurro apenas audible y tragó en seco, casi apurándose -  Nosotros quedamos en... ¿qué fue eso...?

-          Lo que viste.

Sus ojos se dilataron enseguida y su rostro colapsó en un sinfín de emociones indescriptibles, mientras su cuerpo se estremecía y todo el color se escapaba de su rostro, al igual que el aire de sus pulmones. Sus labios se entreabrieron una tras otra vez, apenas conectándose con su mente.

-          La besaste...

-          La besé, ¿qué esperabas que hiciera? ¿Que dijera que estoy perdidamente enamorado de ti y que nos vamos a fugar a vivir nuestra romántica historia de amor al fin del mundo? – Jungkook soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza con un intento de ironía en su monótona voz - ¿De verdad te creíste todo eso?

El cuerpo de Taehyung convulsionó y sus ojos lo miraron muy abiertos, incapaz de detener las lágrimas que caían sin detenerse por todas sus mejillas. Su rostro había perdido el tono y ahora temblaba más fuerte que nunca, sin poder asimilar lo que estaba viendo y escuchando.

-          No, esto no puede ser verdad...

-          ¿Qué no puede ser verdad? ¿Es tan imposible de creer que me vaya a casar con una mujer guapa e inteligente que tiene todo lo que alguna vez he buscado?

Sus manos ascendieron temblorosamente hasta su propio rostro y se posaron sobre la cavidad de sus oídos, mientras sus piernas flaqueaban y una expresión aterrorizada se apoderaba de él.

-          Tú me amas...

Jungkook arqueó una ceja y chocó ambas palmas, carcajeándose otra vez.

-          No me hagas reír, ¿cómo puedes pensar que te voy a amar? – Se acercó unos cuantos pasos hacia él, apuntándole con el dedo índice e imponiendo su presencia - Mira, vamos a dejar este asunto bien en claro para ver si se te mete en el cerebro. Cuando yo llegué de viaje y te conocí, te vi de cintura para abajo y juré que eras mujer y se me calentó la cabeza. Tú sabes, venía estresado de esas conferencias y te me antojaste. Me enteré que eras hombre unos minutos después y considerando lo caliente que me habías puesto, decidí hacer una excepción en mi vida y enredarme contigo esa misma noche.

Tomó una pausa para recuperar la respiración y sus músculos vibraron alrededor de sus huesos. Tenía la boca seca y su corazón se apretaba y rechistaba como si estuviese ardiendo en un maldito horno con espinas de fuego clavándosele sin piedad. No creía poder soportarlo más, pero tenía que hacerlo. Tenía que soportarlo, tenía que llevarlo hasta el final.

Se encogió de hombros y contuvo la respiración, intentando llenarse de valentía y fuerzas para continuar con el mismo tono de voz desalmado, indiferente y cargado de sarcasmo.

-          Pero me rechazaste y como ya estaba decidido a tenerte, te seguí y te seguí. Se me hacía divertido la forma en que te hacías de rogar cuando en el fondo sabía que eras demasiado fácil y que tarde o temprano terminarías cayendo. Y caíste, pero como mi vida acá es una mierda de aburrimiento, te me hiciste algo bueno con lo que pasar el tiempo en el transcurso que encontraba algo más interesante o esperaba a que me cansases. Y ahora me has cansado. Ahora que me voy a casar con ella y todo anda genial, tú me estorbas y te he perdido el gusto. Creo que lo mejor que puedo hacer es acabar con esto e irme con ella lo más rápido posible. No sabes lo feliz que me hace todo el dinero que mi familia va a ganar con mi compromiso, porque yo soy así, un ambicioso de mierda – sus penetrantes ojos se oscurecieron mucho más y se saturaron de una frialdad desgarradora -  De verdad, te juro que no sé cómo te lo tragaste todo. Eres tan patético y ridículo que solo sirves para dar lástima.

Las lágrimas de Taehyung siguieron bañando su rostro y siguió mirándolo con la misma mezcla de perplejidad, turbación y terror de antes; su cuerpo se estremecía con corrientes frías de electricidad que le hacían agitarse y su mente parecía recibir golpe tras golpe sin parar.

-          Aunque la rubia no me es indiferente, me he acostado muchas veces con ella, infinitas veces, demasiadas, mejor ni te lo imagines.  Mientras tú me hacías galletas estúpidas e insípidas, yo me la tiraba todas las veces que se me antojaba y le prometía amor también. Como tú bien sabes, no soy ningún homosexual y ahora me arrepiento de todo lo que he hecho contigo, fue una estupidez, pero fue la última que hice.

Jungkook apretó los dientes y el aire se le quedó atrapado en un rincón de la garganta. No podía soportarlo más, no podía soportar esto un minuto más y sin embargo, se abalanzó hacia adelante con más decisión y su voz se tornó más gruesa que alguna vez antes.

-          Todo lo que te he dicho me lo he inventado y nunca lo he sentido. Nunca te he querido lo más mínimo y mucho menos, te he amado. Todas las caricias y besos fueron falsos y me hacía morir de risa la forma en que me idolatrabas tanto y te lo creías todo. Mientras tú te la pasabas creyendo que estaba loco por ti y todas esas idioteces, yo me reía un montón. Tener que aguantar que me dijeras "Kookie acá, Kookie allá" era insoportable, al igual que tus cursiladas de hacer tantas cosas por mí, tus llantos ridículos y tus "te amo" cada cinco segundos, ¡todo tú me hartaste siempre!

Hizo otra pausa y sus pulmones recuperaron el aire de inmediato.

-          Y ni te hagas la víctima, porque tú también le has disfrutado, ¿o no? Quién mierda sabe cuántos cientos te habrán follado antes y vienes a hacerte el inocente conmigo. Yo sé reconocer a la clase de sujetos como tú.

Sus intensos ojos lo miraron con más resolución, notando cómo se quedaba callado, las lágrimas le caían sin detenerse, su cuerpo se deshacía en temblores y aún seguía mirándole con esa especie de trance, como si estuviese viendo a una bestia en alguna sanguinaria pesadilla.

-          El cuento se acabó, ahora lárgate, desaparece de mi vista lo más pronto que puedas.

Jungkook cerró los ojos durante un breve momento y cuando los abrió, vio que Taehyung seguía ahí, apretando las mandíbulas con su rostro pálido y sin expresión. No, no podía aguantarlo más, no podía, simplemente no podía. Su cuerpo se precipitó hacia adelante en un ataque de desesperación, con sus gruesas lágrimas mezclándose con su propia saliva y su cuerpo rompiendo en violentos temblores.

-          ¿Qué? ¿No lo entiendes tampoco? – gritó con su desgarradora voz quebrándose y haciendo temblar la habitación, mientras las lágrimas caían con fuerza - ¡Que se acabó, que se terminó, que todo fue una mentira, que me arrepiento de todo, que solo quise un acostón!, ¡que te largues, mierda, que te largues! El jueguito me aburrió y ahora lo estoy terminando. Te estoy dando el jaque mate, Kim Taehyung.

Vio cómo Taehyung seguía temblando unos cuantos segundos más y luego se movía con toda la fuerza que podía hacia la puerta. Jungkook rompió en risas con los ojos totalmente enrojecidos.

-          Es que sinceramente, ¿cómo pudiste creer que alguien como yo puede llegar a amar a algo como tú? Ni en las fantasías más estúpidas y absurdas puede suceder eso.

Escuchó el seco portazo detrás de sí y sus carcajadas perdieron todo su volumen, mientras sus piernas no soportaban más y se desplomaba por completo, pasándose bruscamente las manos contra su rostro para rasgar todas las lágrimas que se agolpaban en las esquinas de sus ojos y caían deslizándose por su nariz hasta llegar al suelo.

Inocencia Pasional. «KookV»Where stories live. Discover now