Mi nombre es Gabriel Mayor, pero llamadme Gabri mejor. Estoy en secundaria y sinceramente no soy como esos capullos que pasan de estudiar y se joden la vida porque quieren. No es que me encante estudiar pero bueno, yo me jodo y callo.
Os voy a contar un poco sobre mi vida, aunque necesitaría una jodida colección de libros para que supierais todo pero bueno, os jodeis y callais.
Lunes
No me voy a flipar, y voy a contar que me levanto con un despertador yo solito, no, y una mierda, a mi me dice mi madre - " ¡levántate joder!"- y ya estoy en pie. Es simple, me ducho, me visto, desayuno y fuera no hay mas complicación. Vivo en entrevías, es decir, a tomar por culo del instituto y eso significa que tengo que pillar el 111 y bajarme en el Cine París. Esto equivale a un viaje de sus 20 minutazos (si te toca el conductor cabrón) donde se conoce a gente que no es muy normal. Cuando me toca subirme es la primera parada de esa línea y siempre está un pelocho esperando en la parada. El cabrón es muy misterioso y da un mal rollo...Pero bueno yo me hago el loco y no miro. Luego en unas paradas se sube un tio que lleva un peste a tabaco que te entra metástasis solo de estar al lado suya. Y ahora viene lo mejor, se suben cerca de la comisaría 5 chavalas latinas que no paran de decir gilipolleces y yo me parto el culo con sus movidas.
Bien, ahora es el momento en el que llego al tuto, entro , subo las escaleras y al llegar a clase lo primero que hago es mirar a la persona más bonita y a la que mas quiero en el mundo. la abrazo la beso y me siento porque comienzan las clases. Y que decir de las clases, la mayoria un coñazo.
Cuando llega la tarde toca salir del instituto e irme a entrenar. Cuando entreno soy otro, alguien mas centrado y serio, todo lo contrario a lo que soy en el instituto. Entro al vestuario, me pongo el karategui, abrocho mi cinturón naranja bien fuerte y a aprender, porque el karate no es solo entrenar para coger forma o saber pegar, el karate es una forma de aprender a relajarte y controlarte lo que yo necesito. Es muy reconfortante salir de entrenar y relajarte la tarde. Aunque haya que estudiar...
Después de todo lo relacionado con tareas me pongo a hablar con ella
y no quiero que se acabe
porque ella es todo para mi
