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Unequal: Ya no somos los mismos

     Le costaba respirar mientras avanzaba, su cuerpo estaba tan agotado que no lograba recuperarse con la inhumana rapidez a la que se había acostumbrado en esos años, sabia que estaba dejando un claro rastro de sangre pero no podía ni quería detenerse a esperar que esos monstruos que se hacían llamar a si mismos humanos la atraparan para regresarla al infierno en el que había vivido por casi 24 años. Ella recordaba claramente como a sus 5 años había sido arrebatada de los brazos de su madre sin ninguna contemplación.

      No había sido la única y lo había entendido al llegar que denominaban "El origen de la salvación", hermosas palabras para ocultar las atrocidades tras los muros de aquel laboratorio donde científicos de distintas partes del mundo jugaban a ser dioses con nuestros cuerpos, sometiéndonos a diversos experimentos con tal de lograr su cometido. Desde hace algunos siglos la humanidad había empezado a llegar a lo que se denominaría la extinción, empezó lentamente con algunas nuevas enfermedades que remitían gracias a los avances médicos por lo que todos pensaron que seria algo pasajero, pero todo cambió cuando la misma naturaleza se puso en nuestra contra, el daño provocado a la tierra había sido a tal magnitud que el clima empezaba a cambiar casi a cada semana sin detenerse, podías sentir un frio que calaba cada hueso de tu cuerpo hoy y mañana sentir que te derretías por el intenso calor.

      Los científicos se dieron cuenta de que necesitaban a los humanos nacidos durante estos esos años para hallar una solución a todo aquel problema, necesitaban desarrollar una cura, un cambio que proporcionara una adaptación para que los humanos que aun quedaban pudieran resistir todo eso. Tomaron a cincuenta niños entre los 5 y los 10 años y estos fueron los conejillos de indias para sus experimentos. Ahora luego de casi 30 años estando en el año 3040 si su mente cansada y desorientada no recordaba mal aquellos hombres y mujeres habían logrado modificar el ADN humano para que pudiera adaptarse a cuanto obstáculo se le interpusiese, fuera frio o calor, hambre o dolor el cuerpo se adaptaba casi al instante, la única prueba de su victoria contra esto era ella misma, habían modificado todo su código genético y luego reproduciéndolo a tal punto que una simple inyección del suero creado un humano adquiría las características predispuestas pero había una falla, pese a que la mayoría aguantaba los cambios no todos eran tan resistentes para ello por lo que perecían en el proceso. Ahora los humanos restantes y modificados podían sobrevivir mientras ella escapaba de los que querían seguir usándola para mejorar mas y mas lo que habían creado en su afán de seguir sintiéndose dioses. Ahí luego de tantos años ella pudo observar de nuevo el cielo estrellado y sonreír por ultima vez mientras su cuerpo agotado de tantos experimentos y cambios se cernía sobre el suelo y de fondo escuchando los pasos las voces de sus torturadores.